HARTFORD.- Desde los comienzos de la humanidad; la danza, el canto, la música instrumental y el baile han sido los complementos inseparables de los rituales religiosos donde se da alas al espíritu.
De los antiguos y severos tonos graves y ceremoniosos del acordeón, el armonio y el órgano; hoy día los instrumentos folclóricos latinos dan vida a las voces que en ocasiones impresionan tanto como un sermón.
Este es el caso de las misas en la Iglesia del Buen Pastor localizada en la avenida Willis, aledaño al Museo Colt, donde el reverendo Irizarry preside las ceremonias semanales de la Eucaristía.
Eugenio, Roxana y Gonzalo son los encargados, bajo el liderazgo de Lorena Garay de animar con guitarra, flauta, quenas, zampoñas, cuatro puertorriqueño, y bombo folclórico las canciones de la liturgia en la que ritmos típicos de Puerto Rico y Latinoamérica hacen de estas ceremonias algo especial e inolvidable.
En el libro Flor y Canto, hay decenas de temas que son parte del folklore y que han hecho suyos la Iglesia Episcopal.
Estos músicos profesionales están cada domingo interpretando y cantando himnos religiosos tanto tradicionales como temas contemporáneos con el sabor al folklore de la Isla del Encanto y Sudamérica. La misa comienza a las doce del día y usualmente el grupo la despide con un tema instrumental.
“Me siento como en mi país,” dijo Rosa aludiendo a canciones de la Misa Criolla y a temas con ritmos típicos de Puerto Rico.
Definitivamente, el espíritu se expresa libremente con la música y el canto.
