HARTFORD.- Ha llegado un verano peculiar con temperaturas bajas, mucha lluvia, húmedo y menos caluroso, pero antes de ir al trabajo o durante las vacaciones muchos acuden a los DD situados estratégicamente cerca de los McDonald, Starbucks, y otros lugares que venden comida rápida, con o sin proteínas.
Entrevistamos a Serge que todas las mañanas a las siete se detiene en uno de los DD de la avenida Farmington para saborear un café descafeinado con leche natural, seis Splendas y un bagel con un toque de queso. En el lugar ya lo conocen y enseguida Marci, una de las empleadas le saluda por su nombre y en cuestión de minutos tiene la orden prepara con la asistencia de Mini la manager, o de Ibrahim.
“Podría pasar al Starbucks pero usualmente hay filas y aunque los muchachos y muchachas trabajan rápido los pedidos son más complicados y toma más tiempo el prepararlos,” nos comenta yéndose a su trabajo en el Hospital de Hartford.
Sin embargo, una de las características de los DD es que acogen entre sus empleados no solamente a personas puertorriqueñas sino que ahora a una nueva ola de inmigrantes provenientes de países como Guyana, Nepal, Togo, el Congo, entre otras nacionalidades.
Esta cadena de comidas, café y refrescos se inició modestamente en Quincy, Massachusetts en la década de los años 50,’ pero ahora se ha extendido a casi todos los estados de esta nación e incluso a otros países. En Chile y Perú los DD tienen sus establecimientos comerciales en aeropuertos y los centros de esas metrópolis proveyendo muchos empleos y oportunidad de franquicias.
“Es curioso cuando en mi país entro a un DD y encuentro la misma decoración y despliegue de mercaderías lo que me hace sentir como en Connecticut,” dijo Frank quien habla español e inglés y recibe el saludo en los dos idiomas.
Margot nacida y criada en Simsbury, Connecticut; dice haber tenido la oportunidad de conocer a otras culturas y enterarse que en muchos países la población habla el inglés y el francés. “Son personas muy amables de cuyas culturas no sabía demasiado,” dijo.
Por las mañanas, el flujo de clientes es mayor lo que obliga a los empleados a multiplicarse en proveer los pedidos que incluyen durante el año escolar un mayor consumo de donuts y en verano refrescos más especializados como un café con nitrógeno. Otra clientela llega a la hora de almuerzo, especialmente pintores de casas, jubilados y paisajistas, además de empleados del pueblo de West Hartford, incluídos los policías.
El DD de la avenida New Park en el límite entre West Hartford y Hartford atiende las 24 horas del día, pero por la noche yu razones de seguridad, solamente en el sistema de la ventanilla para conductores que hacen los pedidos a través de un sistema de radio.
DD fue una de las organizaciones que desde sus comienzos apoyó en Hartford al proyecto del estadio de béisbol y su consistente aporte ha sido muy importante para una iniciativa deportiva/comercial que podría en el futuro atraer otros comercios y tiendas en el sector aledaño al estadio que tiene en su frontis un enorme anuncio de Dunkin’ Donuts.
En cuanto a los precios, notamos una pequeña alza pero menor que la de los Starbucks donde un café especializado puede costar hasta seis dólares. JDB