Consula del Ecuador en Connecticut
AGOSTO 31 DE 2017
Todo en la Vida cumple un ciclo, un camino recorrido llega a su final, una oportunidad de servir, una ruta trazada que termina.
Hoy escribo estas líneas con el corazón agradecido y emocionado, para despedirme de mi querida comunidad. Después de 9 años de cumplir con esta misión diplomática y más que nada de servicio a mis coterráneos, quedan escritas muchas historias, en páginas que antes estuvieron vacías, en blanco, en las que juntos construimos un legado para los que vienen detrás.
En el 2008 comenzamos la construcción de este puente que unió nuestra comunidad, nuestro país, nuestra historia, con este gran país que nos ha acogido a todos. Los lazos quedan armoniosos y fuertes. Ha sido un trabajo realizado con gusto y con amor, para enaltecer, defender, empoderar y servir a los ecuatorianos en Nueva Inglaterra.
Ha sido un tiempo en el que hemos podido aprender de los errores y también de los aciertos, desde cuando iniciamos el servicio mi profunda convicción de diplomacia ciudadana se reafirmó con cada ciudadano atendido y en cada contacto personal con los que tuve oportunidad de conocer; recorrimos juntos días complicados así como también días de gloria, sin embargo mantuvimos la confianza y la esperanza de que siempre podremos hacerlo mejor.
Tuve el mejor equipo de profesionales como colaboradores, que con su trabajo honesto y transparente administramos los recursos, el tiempo y la logística, dando lo mejor de lo que podíamos, pero siempre con el espíritu de servicio. Pese a los errores o los desaciertos, me enorgullece poder terminar esta misión con una verdadera conciencia y satisfacción del deber cumplido, pero cumplido con total transparencia y honorabilidad.
Quiero agradecer también a mis apreciados colegas cónsules, a las Autoridades Locales, Departamento de Labor de los Estados Unidos, Departamento de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos, senadores y representantes del estado de Connecticut, Universidades, Hospitales, instituciones bancarias, iglesias católicas, templos cristianos, organizaciones, medios de comunicación, Junta Escolar de la ciudad de New Haven, con los que pude mantener una excelente y armoniosa relación profesional y que hicieron posible el mejor desempeño de mis funciones en la misión a mí encomendada; también mi gratitud a aquellas autoridades que son verdaderos representantes del voto popular y que fueron siempre abiertos a fortalecer las relaciones Internacionales, también agradecer por los reconocimientos recibidos talvez inmerecidamente, y que fueron siempre una motivación para continuar adelante, así como también por las sencillas muestras de aprecio recibidas en el camino.
Gracias a todos los que se unieron a mí en esta aventura de mostrar al Ecuador en todo su esplendor, un puñado de voluntarios llenos de un inmenso amor a la Patria, que colaboraron siempre desinteresadamente en los proyectos dedicados a la comunidad. Gracias por la amistad sincera, por el respeto, por la colaboración, por la tolerancia.
Gracias a mi familia por apoyarme y acompañarme. Gracias por compartir y comprender mi devoción y entrega al deber.
Me retiro con el corazón dividido, una parte se queda con Ustedes querida comunidad, deseo que la bendición de Dios siempre los acompañe.
Me despido con un infinito agradecimiento a todas las Autoridades del Gobierno Ecuatoriano que permitieron mi servicio en esta parte de los Estados Unidos de América.
Dios bendiga nuestras Naciones enlazadas por su Historia y sus destinos.
Hasta Siempre,
RAUL ERAZO
Ministro Cónsul General del Ecuador en Connecticut