Alaba a Dios en las pruebas, por la Lic. Liliana D. González de Benítez
Acompáñame a echarle un vistazo a un lóbrego calabozo en Filipos, antigua colonia romana. Es medianoche, y el carcelero, convencido de que es imposible escapar de esas oscuras mazmorras, ronca como un oso hibernando. Mientras tanto, dos presos oran y cantan himnos al Señor. ¿Quiénes pueden cantar después de ser despojados de sus ropas, azotados,