Un equipo de abogados y activistas de la comunidad están localizando a maestros, padres y estudiantes para que sirvan como litigantes en una demanda en la que se alega una conexión entre el cáncer y la exposición de trabajadores y estudiantes del sistema escolar a una substancia denominada polychlorinated biphenils producida por la corporación Monsanto.
En una conferencia de prensa que tomó lugar en las afueras de la escuela elemental John C. Clark, actualmente cerrada y localizada en el sector norte de Hartford, representantes de la organización Whistleblowers International, Black Lives Matter 860, Good Trouble Advocates y la oficina de práctica legal del abogado Aaron Romano, anunciaron su intención de presentar una demanda a nombre de víctimas expuestas al veneno ambiental durante su estadía en escuelas de Hartford.
En el caso específico de la escuela Clark, esta ha permanecido cerrada desde el 2015 cuando trabajadores encargados de reparaciones detectaron indicios de PCPs que excedían las recomendaciones de exposición a esta substancia hechas por la Agencia Federal de Protección Ambiental.
EL uso del PCP está en la actualidad prohibido después de ser utilizado entre los años 1929 y 1979 en pintura, materiales para insular, o relleno en los cielos rasos y paredes de edificios. El PCP que se utilizó en las luces fluorescentes y material para lustrar pisos está relacionado con casos de cánceres, niños prematuros nacidos con poco peso, insuficiencias en el sistema inmunológico, enfermedades neurológicas y otros problemas de salud mencionado por la agencia Federal.
Ivelisse Correa, una de las activistas presentes en la conferencia de prensa expresó que algunos casos de individuos que trabajaron o estudiaron en escuelas de Hartford y expuestos al PCPs, han debido batallar con el cáncer o han fallecido.
Correa dijo que la lista de empleados y estudiantes que están enfrentando exposición a la sustancia hasta el año 1979 pertenecen a las siguientes escuelas. La escuela intermedia Martin Luther King Jr. en el norte de la ciudad, la escuela magneto de Ciencias Ambientales Mary M. Hooker situada en el sur de Hartford, la escuela Magneto Montessori en la Batchelder, la escuela magneto R.J. Kinsella de Artes de Actuación, y la Annie Fisher Montessori Magnet.
Todas estas escuela fueron construidas en el mismo periodo que la escuela Clark y recibieron remediaciones en 2010 para eliminar la existencia potencial de residuos de PCBs.
El abogado Aaron Romano con oficinas en Bloomfield dijo en la conferencia de prensa que el número de personas afectadas puede llegar a decenas de miles y que está trabajando en este caso con Whistleblower International.
“No estamos hablando de exposición al veneno PCPs por solo un momento o días. Estamos hablando de exposición a esta sustancia por años y años escolares y esto es un problema muy serio. Si usted ha trabajado en estas escuelas mencionadas tienen el derecho de recibir un examen para detectar algún tipo de afección cancerosa,” dijo Romano invitando a las personas que estudiaron, o fueron empleados en las escuelas infectadas, que se comuniquen con PCBclaims.com o bien llamar al 203-872-2394.
Las escuelas de Hartford tienen también un historial de problemas relacionados con los sistemas de ventilación. En la década de los 70,’ y como una forma de ahorrar energía, se construyeron en la ciudad capital las escuelas sin ventanas que dependían de ventilación y calefacción a través de tubos internos conectados con el exterior.
La escuela intermedia Quirk aledaña a la avenida Albany fue una de estas escuelas sin ventanas y recién pasados algunos años, los maestros notaron un aumento de casos de bronquitis e infección a las vidas respiratorias.
Después de convencer a los lideres sindicales se logró llevar a cabo un estudio que demostró que los tubos de acceso al aire exterior, el aire acondicionado y la calefacción en invierno no se había limpiado y en su interior había fibras de asbesto además de tacos de polvo donde se almacenaban materias tóxicas.
El proceso de limpieza no era barato y de acuerdo a lideres de la escuela Quirk, tomó años de protestas para convencer a las autoridades de la Junta de Educación de que llevaran a cabo una exhaustiva limpieza.
No hay en la actualidad investigaciones que identifiquen a educadores o empleados quienes hayan sufrido una enfermedad llamada asbestosis que afecta el sistema respiratorio y en especial a las paredes pulmonares. Escuelas semejantes a la Quirk fueron construidas en el norte de Hartford y allí se descubrieron problema semejantes.
La enfermedad asbestosis, se produce cuando las personas aspiran fibras de asbesto las que se acumulan en las paredes pulmonares secándose y limitando la capacidad respiratoria de los afectados o afectadas. Las víctimas sufren de ahogos los cuales deben ser comunicados a los médicos.