Por Thomas Breen
Un equipo de inspectores de construcción, vivienda y seguridad contra incendios de la ciudad, se presentó en las casas de huéspedes en el Hill, que estaban ocupadas ilegalmente por casi 100 inquilinos, y ordenó al propietario de los edificios, con sede en Nueva York, que redujera el número de ocupantes, corrigiera las infracciones del código y tratara a los inquilinos inmigrantes y estudiantes universitarios de New Haven con más respeto.
Esa fue la situación el miércoles en la esquina de Spring Street y Howard Avenue.
El funcionario de construcción de del Ayuntamiento, Jim Turcio, el director adjunto de la Iniciativa de Ciudades Habitables (LCI), Mark Wilson, y el jefe de bomberos, Scott Dillon, encabezaron una media docena de inspectores de la ciudad durante una hora de visitas a cinco propiedades residenciales adyacentes.
Entre ellas, la casa de dos familias en el 86 de la calle Spring, la casa unifamiliar en el 92 de la calle Spring y las tres casas de tres familias en el 465, 469 y 473 de la avenida Howard.
Wilson, que es el máximo responsable municipal de la aplicación del código de la vivienda, dijo que una visita realizada el martes por los inspectores del código de la vivienda y de incendios de la ciudad, había revelado que 94 personas estaban hacinadas ilegalmente en cuatro de los cinco edificios de apartamentos.
Dijo que había 24 personas en tres de los edificios multifamiliares, y 22 personas en el edificio de una sola familia. En el otro edificio no había irregularidades.
La ciudad limita a seis el número de inquilinos no relacionados por apartamento. Esto significa que en estos cinco edificios -ninguno de los cuales está registrado como casa de huéspedes- vivían más de 20 personas de las que la ciudad permite legalmente.
Turcio, Wilson y los demás inspectores municipales presentes el miércoles, dijeron que los objetivos de la reinspección eran dos: identificar y emitir órdenes sobre las violaciones de los códigos que deben solucionarse para que las propiedades sean seguras y habitables; y para saber cuántas personas habrían de ser realojadas en hoteles de la zona mientras el propietario se ocupa de poner en orden su negocio local de alquiler.
Finalmente, Wilson dijo al Independent el miércoles por la tarde, que la alcaldía no tuvo que reubicar a ningún inquilino en los hoteles, pues el propietario pudo reducir la ocupación de sus cuatro casas de huéspedes ilegales de 94 a un número aceptable de 54.
Wilson dijo que el propietario consiguió todo esto en un día, trasladando a algunos inquilinos a apartamentos de su propiedad en Bridgeport, y porque algunos de los inquilinos se marcharon por voluntad propia, y otros sólo estaban visitando a amigos durante unos días y acabaron volviendo a sus casas en Nueva Jersey.
“Es una mala situación, pero no tanto como temiamos”, dijo Wilson.
La compañía propietaria de estas cinco casas se llama 92 Spring LLC
Los registros de la ciudad muestran que la empresa compró estas cinco propiedades residenciales de Hill en una transacción de 1,25 millones de dólares el pasado mes de diciembre, a una sucursal regional de la controvertida organización cristiana sin fines de lucro, Teen Challenge.
El registro de empresas del estado muestra que 92 Spring LLC es controlada por Salvatore Mangiafreno, de Lido Beach, N.Y., y por Unit Secure Capital LLC, que a su vez es una sociedad mercantil con sede en Greenwich, controlada por Bart Salyga y Jorgelina Liberato Lima.
Salyga estaba en el lugar de los hechos durante la redada del miércoles. El hombre, de 43 años, condujo desde su casa en Port Chester, N.Y., para acompañar a los funcionarios municipales a través de los edificios de apartamentos, para intentar responder a sus múltiples preguntas sobre los pasamanos de las escaleras que faltan y las obras eléctricas sin permiso y los apartamentos superpoblados, y para tomar notas de los muchos arreglos que tendría que hacer para que estos apartamentos cumplan con el código de la ciudad.
“¿Qué le está usted haciendo a New Haven?” Turcio interpeló a Salyga cuando se encontraron por primera vez en el estacionamiento. Señaló la casa de dos familias en el 86 de la calle Spring.
“¿Cuántas personas tiene usted ahí?
Salyga trató de responder. “¿15 quizás?”.
Es una casa de dos familias con un local comercial en la planta baja, dijo Turcio. Eso significa que sólo 12 personas sin parentesco están legalmente permitidas allí.
Él le dijo a Salyga que los inspectores de la ciudad iban a recorrer cada piso de los cinco edificios, contar los inquilinos, controlar que los detectores de humo y monóxido de carbón que no estaban el día anterior ya habían sido instalados e identificar cualquier otro problema.
“No vengas a New Haven a arruinarlo todo”, Turcio advirtió a Salyga.
Fire Marshal: “It’s Not Safe”
Durante sus inspecciones, los inspectores encontraron a unas 50 personas en los cinco inmuebles.
Casi todas las personas con las que hablaron eran inmigrantes recientes de la India, de unos 20 años, y estudiantes de ingeniería en la Universidad de New Haven, la Universidad de Bridgeport o la Universidad Sacred Heart University.
Todavía en piyama, muchos estaban sentados sobre sacos de dormir, mantas y colchonetas colocadas sobre el suelo de madera, asistiendo a clases virtuales en sus ordenadores mientras la ropa, los libros y las maletas de viaje estaban desparramados a su lado.
Algunas de las habitaciones estaban cubiertas de humo, ya sea por la preparación de la comida en la cocina o por una vela encendida colocada en un altar improvisado.
Un estudiante de ingeniería eléctrica de la UNH, de 21 años, llamado Venkat, dijo que llevaba varios meses viviendo en el cuarto de atrás de uno de los apartamentos del segundo piso de la calle Spring. Dijo que pasaría algunas semanas más antes de irse a West Haven.
Tanto él, como otros estudiantes de New Haven University, llamados Siva, Bijjula, y Jujjuri dijeron haber venido hace cuatro meses a estudiar a Estados Unidos desde el estado Andhra Pradesh de la India.
¿Cómo se conocieron y viven en el mismo apartamento? Venkrat dijo que su hermano vive en la última habitación e insistió en que pronto se ira a West Haven. Cuando se les pregunto si no estaban muy amontonados, dijeron que no, que solo cinco o seis personas vivían en cada apartamento, una por habitación.
Al preguntársele a uno de los inquilinos de Howard Avenue, cuánto pagaba de alquiler, dijo que el apartamento entero costaba $2,000 por mes. Y que cada inquilino pagaba $270.
Cuando se les preguntó por qué había cuartos sin camas, uno de ellos dijo, “mi cama está dañada”.
Dillon les dijo, “ustedes no tienen problema alguno. Solo no estamos asegurando de que todo está bajo control”. Pero les dijo, “Yo no viviría en estas condiciones” y les advirtió de tener cuidado con este tipo de alojamiento ilegal. “
“No es nada seguro. Estamos aquí verificando. Por eso hacemos inspecciones anuales”.
¿Cómo, en primer lugar, se enteraron los inspectores de la ciudad de los problemas de las casas de huéspedes ilegales en Spring Street y Howard Avenue?
El inspector de códigos de vivienda de LCI, Javier Ortiz, dijo que estaba haciendo sus recorridos habituales por el vecindario y notó a muchas personas diferentes con maletas de viaje entrando y saliendo de las propiedades.
“Así que me puse en contacto con el propietario”, dijo Ortiz, organizó una visita a la propiedad, y encontró a todos los inquilinos – y, el martes, prácticamente ningún detector de humo o CO.
La inspectora de bomberos de la ciudad, Shakira Samuel, también ayudó a la inspección inicial del martes, además de participar en el segundo día del miércoles.
Cuando se le preguntó su opinión sobre la crítica de los inspectores de la ciudad de que había metido demasiada gente en estos apartamentos de Hill, Salyga dijo que nunca tuvo la intención de administrar casas de huéspedes, ilegales o no.
“El problema es que alquilo para cuatro personas, y muchas otras se instalan “, dijo. “¿Cómo puedo controlar eso? Es un asunto difícil.”
¿Qué es lo más difícil a la hora de ser propietario de estos 5 inmuebles?
“No le puedes decir a la gente lo que debe hacer”, dijo Salyga. “Si hay un contrato de alquiler para cuatro personas y hay seis, siete u ocho inquilinos que se mudan, no puedo controlarlo. Esa es una de las cosas más complicadas.”
” Trabaje con nosotros “
Después de una hora de inspecciones, los inspectores municipales se reunieron en el estacionamiento para revisar lo que habían detectado, y lo que había que hacer a continuación.
Lo primero y más importante dijo Turcio, es que el propietario “tiene que reducir el número de inquilinos en los edificios”. Los inspectores estuvieron de acuerdo en que, en uno de los edificios de tres familias de Howard Avenue no había problemas, ya que solo vivía una familia.
Las otras dos viviendas de tres familias parecían tener sólo estudiantes universitarios sin parentesco, y debían limitarse a 18 inquilinos en cada una.
La casa de una familia no debe tener más de seis inquilinos sin parentesco, y la casa de dos familias no debe tener más de 12. Turcio dijo, “hay que resolverlo hoy”.
Wilson dijo que se ocuparían de determinar exactamente cuantos inquilinos viven en cada apartamento.
LCI le daría hasta el miércoles al propietario para reubicar a los inquilinos en sus apartamentos de Bridgeport o en hoteles. Si no lo hacía, LCI llevaría a los inquilinos a hoteles y “le pasaremos la factura”, dijo Wilson. Como se dijo antes, eso no fue necesario.
En cuanto a las deficiencias, Turcio dijo “hay que poner los pasamanos al menos en uno de los edificios de Howard Avenue.Tiene que estar resuelto para fines de semana y a más tardar, el lunes”.
Turcio y el encargado de los planes de construcción de la ciudad, Seth Flynn, decidieron la visita urgente de un electricista certificado, que venga a todas las casas y revise los trabajos eléctricos no permitidos.
Dijeron que los detectores de humo de pilas ya instalados, deben estar conectados en las áreas comunes.
La inspectora de bomberos, Shakira Samuel dijo que el propietario debe instalar luces de emergencia en las salidas de los edificios.
Turcio agregó, “cuando se vayan los estudiantes, el propietario tendrá que sacar los permisos y hacer los trabajos pendientes”.
Llamó a Salyga y le dijo todo lo que había que hacer el miércoles, empezando por reducir la ocupación de los apartamentos.
Y cuando los inquilinos desocupen los apartamentos en verano, “no vuelva a alquilarlos hasta que los inspectores den la luz verde”. Salyga prometió cumplir.
“Trabajaremos con usted” le dijo Turcio said. “Trabaje usted con nosotros.”