Por Laura Glesby
Hawa Edison volverá a pagar el alquiler al dueño de su casa por primera vez en ocho meses. Es la primera vez en años, que el techo de la habitación de sus hijos está limpio y sin humedad.
El cheque de Edison ordenado por la corte.
Después de haber demandado a Ocean Management el pasado mes de noviembre, Edison ha estado pagando su alquiler mensual de 995 dólares mensuales, depositados en la corte de vivienda, en lugar de a su casero, mediante un acuerdo de depósito en garantía desde noviembre hasta abril.
A principios de mayo, el juez de la corte de vivienda John Cirello, falló que a Edison había que devolverle el equivalente de seis meses de alquiler, o sea, un cheque de $5,970.
Edison recibió permiso de la corte, de retener el pago de alquiler de mayo y junio, si el propietario seguía violando el código de vivienda.
El pasado jueves, Edison (quien pidió no ser fotografiada) y sus abogados, Sinclair Williams y Amy Eppler-Epstein, de la asociación de ayuda de abogados New Haven Legal Assistance Association, hicieron un acuerdo con Ocean, una vez que se resolvieron los problemas en su apartamento, de reiniciar el pago del alquiler en julio.
Edison vive con sus cuatro niños, desde pequeñitos a preadolescentes, en un apartamento de dos dormitorios, que son los de los niños, en 167 Scranton St., West River.
El apartamento está en el último piso de una casa de tres viviendas, con paredes blancas. Edison utiliza la sala como su dormitorio.
Cuando Edison se mudó al apartamento, en julio de 2015, ella recuerda que el apartamento era “maravilloso” y “limpio”. En la época Edison todavía vivía con el padre de sus hijos.
El único problema de la casa era una plaga de ratones, que se escabullían por las superficies de la cocina mientras ella lavaba los platos, y por encima de sus pies mientras se cepillaba los dientes, dijo. Eso asustaba a los niños.
Con el tiempo, dijo Edison, se dio cuenta de que cuando algo se rompía en su apartamento -el fregadero, por ejemplo, o el inodoro, algún representante de Ocean se comprometía a enviar a alguien a la casa, pero nadie venía, o alguien llegaba a inspeccionar la casa, pero no reparaba nada.
“Tengo niños”, dice Edison. “No Podemos esperar eternamente los arreglos”. Ella dice que a veces paga ella misma las reparaciones.
Una mañana de 2016, Edison fue a uno de los dormitorios de los niños para prepararlos para la escuela y notó goteras desde el techo.
Colocaron un cubo debajo de la gotera y ella informó del problema a Ocean esa misma tarde.
Al poco rato, “todo empezó a caer del techo al suelo”, recuerda Edison. El techo de la habitación se abultó y se descascaró. El techo por encima de la escalera de atrás se derrumbó, se pudrió y se deshizo.
El techo de la escalera de atrás de Edison (a la izquierda) y la habitación de los niños (a la derecha).
“Ellos dijeron, enviaremos a alguien”, dijo Edison. Llego una persona a examinar el techo, pero nadie volvió a hacer reparaciones.
(Cuando salió esta edición, el abogado que representa a Ocean y a su propietario, Shmuel Aizenberg, no había respondido a repetidas solicitudes para sus comentarios)
La familia dejó el cubo colocado, esperando. “Mantuvimos esa rutina desde entonces, hasta 2019”.
Para entonces, el moho había aparecido a lo largo de las paredes de la escalera y en los restos de humedad del techo. Estaban creciendo hongos en la grieta debajo de la puerta del dormitorio.
Un hongo aparece debajo de la puerta de la habitación.
Edison esperaba a su cuarto hijo y entonces ya tenía uno de 12 años, otro de 4 y un pequeñín.
Los tres comenzaron a tener problemas de tos. El niño mayor tenía asma y con problemas para respirar.
Notaron mal olor en sus ropas, así que Edison decidió guardarlas en su ya abarrotada sala convertida en dormitorio.
“Estaba muy estresada”, dijo Edison. “Embarazada y en una casa llena de moho y hongos”.
Durante una consulta médica, el médico le preguntó sobre lo que podría estar causando los problemas respiratorios de los niños, y Edison le explicó que el techo del dormitorio se estaba desmoronando.
El médico puso a Edison en contacto con un trabajador social, quien le remitió a la Iniciativa Livable City Initiative (LCI). Allí la pusieron en contacto con la Asociación de Asistencia Jurídica New Haven Legal Assistance Association.
Cuando a New Haven llegó Covid-19, Edison perdió su empleo en Apple Rehab, en West Haven. Pidió a Ocean una ayuda para el alquiler, pero el propietario se negó, dijo. “Pagamos alquiler y tenemos que hacer nuestras propias reparaciones. Eso no tiene sentido”, dice Edison.
A principios de octubre de 2021, LCI inspeccionó la casa, y descubrió que, además de los problemas con el techo y los roedores, la casa tenía una puerta defectuosa, una escalera al borde del colapso, faltaban detectores de humo y de monóxido de carbono, y un sistema de desagüe roto.
La agencia a dio a Ocean un día para corregir muchos de los problemas y 21 días para arreglar el techo, la escalera y la puerta.
El 9 de noviembre, cuando el techo seguía en ruinas, el moho sin tratar, la puerta rota y los ratones a sus anchas, Edison y sus abogados presentaron una demanda contra Ocean por no cumplir con el código de la vivienda.
La escalera llena de moho.
Ella comenzó a pagar el alquiler a la Corte.
“El proceso judicial fue muy bueno”, dijo Edison, elogiando a sus abogados.
Durante varios meses, Ocean ha ido arreglando su apartamento. Sus hijos pueden respirar más fácilmente en su casa.
Edison dijo que todavía está nerviosa porque, pese a las trampas, los ratones podrían volver al apartamento.
“La corte de vivienda estaba muy preocupada por las condiciones allí”, dijo el juez John Cirello.
Un representante legal de Ocean insinuó que los ratones podrían seguir infestando el apartamento debido a los restos de comida que se dejan fuera.
Cirello se dirigió a Edison. “Es muy importante que no haya comida tirada”, dijo. (Edison insistió más tarde que mantiene su apartamento limpio).
Excrementos de ratones y trampas.
El jueves, Cirello aprobó un acuerdo para resolver el caso y reanudar el pago del alquiler desde julio.
Edison tiene contrato de alquiler mes a mes con Ocean. Dijo que piensa buscar otro apartamento con un propietario diferente. “El propietario no debería esperar una eternidad para hacer reparaciones”.
El abogado Williams dijo que otros inquilinos con dificultades para resolver reparaciones con sus propietarios, deberían llamar a LCI, y luego pedir ayuda legal.
“Nuestro consejo es que cada inquilino en New Haven debe aprender del caso de la Sra. Edison y reconocer que los inquilinos no pueden y no deben nunca retener el alquiler, exigir reparaciones al propietario y seguir las instrucciones si es necesario para pagar el alquiler a los tribunales y recuperar el dinero del alquiler”, escribió Williams en un correo electrónico.
Edison también ofreció un consejo a los inquilinos en situaciones similares: “Si ves que tu casero no está haciendo lo que debe en la casa, pide ayuda y ellos te ayudarán”.