María de Lourdes Martínez Avilés
José E. Rodríguez Sellas
“La inteligencia americana es un penacho indígena. ¿No se ve cómo del mismo golpe que paralizó al indio, se paralizó América? Y hasta que no se haga andar al indio no comenzará a andar bien América”.
José Martí, 1877
La celebración del día de Acción de Gracias en Estados Unidos es posiblemente la más celebrada desde hace más de un siglo. En las últimas décadas, el tráfico aéreo y terrestre alrededor del 4° jueves del mes de noviembre era copioso y apresurado, mientras las vías se atiborraban de personas en vías de juntarse con sus seres queridos. Este año, todo cambió de repente. Hasta el 23 de noviembre, un visitante invisible, llamado COVID-19 había dejado a más de 12 millones de personas contagiadas y sobre 250,000 muertes en los EE. UU. (www.covid19stats.live). A estos efectos, los Centros Nacionales de Epidemiología (CDC, por sus siglas en inglés) recomendaron a los estadounidenses que no viajen durante el fin de semana de Acción de Gracias (Thanksgiving) para evitar una mayor propagación del coronavirus. Esta medida pretende evitar que se arriesgue la vida de los seres queridos. «Debido a que los casos incrementan rápidamente por todo EE. UU., la manera más segura de celebrar …es en la casa con la gente con la que se vive» (NCIRD, 2020). Recomendaron, además, que no se viaje a Puerto Rico por el riesgo de COVID-19 (https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/notas/los-cdc-recomiendan-suspender-todo-viaje-a-puerto-rico-por-riesgo-de-covid-19/).
Esta nueva realidad histórica pudiera complementarse con integrar a la sobremesa y las actividades que inician las decoraciones de las festividades una reflexión sobre nuestros hermanos/as indígenas, sus mujeres, el colonialismo y la colonialidad. Que la celebración de ese día no se limite a dar gracias por las bendiciones recibidas en el año o al asistencialismo que caracteriza ofrecer de comer a las personas sin hogar. Pudiera ser la oportunidad de problematizar una celebración que parece incuestionable y difícil de desafiar.
Según la leyenda y tradición oral oficialista, perpetuada en libros de texto y otros medios de comunicación, el día Acción de Gracias conmemora y celebra el encuentro pasivo entre los «peregrinos» que llegaron desde Plymouth, Inglaterra en septiembre de 1620 y los indígenas que vivían en lo que hoy se conoce como Plymouth, Massachusetts. Según esa versión, ese fue un invierno muy crudo y los nativos les enseñaron a los europeos a cazar y a sembrar. Para noviembre del próximo año celebraron la cosecha con una gran cena en agradecimiento a Dios y a los indígenas por las cosechas y los pavos que hubo disponibles para alimentarse (Salam, 2017; Zotigh, 2019). Probablemente, usted también aprendió esta versión en sus clases de historia; incluso posiblemente hasta se vistió de peregrino o de indio y festejó con un pavo o participó de una carrera para ganarse uno (Martínez Avilés, 2020).
Desafortunadamente, para las comunidades wampanoag, lakota, suquamish, cheroqui, abenaqui, narragansset, pequot, micmac, mohegan, o cualquier otro, el 4° jueves de noviembre no es un día de celebración. Por el contrario, representa la violencia de la colonización, el genocidio y la esclavitud (Feinman, 2014). Representa también las violaciones a mujeres, las torturas y hasta el despiadado crimen de arrebatarles los hijos/as a las mujeres indígenas para entregárselos a los colonizadores (Russ, 2019, Zotigh, 2019).
El imaginario del Día de Acción de Gracias representa a unos nativos americanos tiernos, bondadosos y hospitalarios, mientras que el discurso colonial les proyecta como salvajes, irracionales, peligrosos, paganos, vagos y degenerados, ello incluyendo a nativos de Latinoamérica y el Caribe (Al Jazeera, 2017; Said, 1994). A las mujeres se les describía como seductivas y apáticas donde descargar los deseos sexuales (Prasad, 2005, Said, 1994).
«…En el día internacional de los pueblos indígenas, me visibilizo y grito: SOY INDÍGENA. SOY NATIVA. SOY ORIGINARIA. SOY HIJA DE PADRES INMIGRANTES DE KAZAKSTÁN (🇸🇻). SOY PRIMERA GENERACIÓN. SOY NÁHUATL PIPIL».
En su afán de expansión territorial y colonización, los europeos empujaron a las tribus nativas hacia el oeste de los Estados Unidos. Entre demasiadas acciones genocidas se puede mencionar el Tratado del Conejo que Baila, de 1831, mediante el cual se expulsó a los choctaw desde el este de Estados Unidos hasta Oklahoma y Misisipí. Otra muestra es el Sendero de las Lágrimas, de 1838, donde se calcula que murieron unos 4,000 cheroquis, entre ellos mujeres y sus hijos/as. Así también, la masacre de Sand Creek, 1864; donde se asesinaron a 150 nativos, en su mayoría mujeres, sus hijos/as y ancianos (Fisher, 2015; Kitaro, 2014).
En Connecticut no se nos puede olvidar la masacre de los pequots y la posterior venta de sobrevivientes, en las Bahamas, como esclavos. El etnohistoriador Francis Jennings describe el ataque a la aldea de los pequots en el río Mystic cerca de la bahía de Long Island: «[El capitán John] Mason propuso evitar atacar a los guerreros pequots, lo cual hubiese puesto en aprietos a sus tropas que carecían de experiencia militar. No tenía como propósito entablar una batalla. …Mason había determinado que una masacre sería su objetivo». A diferencia de la usual trama de las películas de indios y vaqueros, los europeos prendieron fuego a las viviendas de los habitantes originales, y a los que escapaban del fuego los mataban picándolos en pedazos con sus espadas o matándolos de una estocada. Luego le dieron gracias a Dios por poner en sus manos a sus enemigos y permitir una victoria tan rápida contra unos enemigos arrogantes e insultantes (Rodríguez Sellas, 1987). El historiador Howard Zinn cita al teólogo puritano Cotton Mather indicando que: «Enviamos al infierno a no menos de 600 almas de los pequots en ese día» (Zinn, 2006).
El genocidio de los pueblos indígenas se realiza también con estrategias que a primera vista parecerían acciones nobles. La educación fue utilizada como táctica para lograr la hegemonía y supremacía del europeo y el exterminio de las culturas nativas. En 1879 se estableció la Carlisle Indian Industrial School, un internado escolar obligatorio para niños/as de las reservas indígenas y para los puertorriqueños después del 1898; entre ellos el reconocido educador boricua Juan José Osuna (Navarro, 2006; Rosa, 2017). Mientras que a los indígenas se les empujó a las tierras áridas del oeste, esta escuela estaba ubicada en Pensilvania, muy lejos de los familiares de los niños/as. Como parte del internado fueron forzados a cambiar sus nombres, vestimentas, estilos de cabello, lenguaje, entre otros. Fueron expuestos a abusos físicos, mentales y sexuales, así como trabajo forzoso, incluso la muerte. Algunos familiares que resistieron a estos actos genocidas fueron encarcelados. Muchos niños nunca regresaron a sus hogares, otros no podían comunicarse con sus familiares pues perdieron su idioma vernáculo, y otros murieron en la escuela (Chakraborty, 2019; Estes, 2019, Martinez-Avilés, 2020).
Mediante el Proyecto de Adopción de Indios de 1958; 395 mil niños y niñas fueron arrebatados de sus hogares para ubicarlos con familias de misioneros o darlos en adopción en hogares de crianza de personas no indígenas. Esta atrocidad era justificada con el argumento de salvarles de la vida miserable que les esperaba al vivir en una reserva indígena; por tanto, les decían que «deberían estar agradecidos». Esta estrategia de adopción genocida resultaba más económica al gobierno que los internados escolares. Las adopciones se anunciaban incluso en revistas tales como: Good Housekeeping. (Chakraborty, 2019;). Al 2012, la cantidad de niños/as indoamericanos ubicados en hogares de crianza fue 13 por cada 1,000; comparado 5.1 de la población en general (Maher, et. al, 2015).
El colonialismo y la colonialidad mata las ideas, las tradiciones, la idiosincrasia, la economía, la historia, la educación, la familia, el amor propio. Literalmente ha matado a mujeres, pero igualmente las mata mediante la imposición de políticas sociales que les pone en desventaja o invisibiliza. «Las mujeres nativas americanas, en particular, han sido atacadas sistemáticamente desde antes del nacimiento de [nuestro país], e históricamente han tenido muchos menos recursos y vías para abogar por la justicia». (Hill, 2018). En pleno siglo XXI las mujeres nativas son 2.5 veces más propensas a ser agredidas sexualmente en comparación con el resto de la población de los EE. UU. El trauma por la violencia sexual se ve agravado por la preexistencia de opresión desde sus ancestros (Hill, 2018). Como es de esperar, la historia y realidad de la mujer puertorriqueña ante el coloniaje desde 1493 no es muy distinta a la de las indígenas de Norteamérica.
En resumen, la celebración del Día de Acción de Gracias viene salpicada no solo de un fuerte matiz colonial, sino también capitalista. El pavo, que no tiene relevancia histórica alguna, se convierte en el eje central de la festividad, por lo cual las ventas de este y otros productos agrícolas se multiplican exponencialmente previo a ese día. Puerto Rico, como país colonizado por Estados Unidos durante más de 122 años, adopta la tradición y se trae a la mesa un producto que no se produce en el país, ni es parte de la canasta de alimentos. La sutileza de la transculturación mediante fiestas y tradiciones del colonizador conlleva tergiversar la historia; imponer tradiciones hasta el punto en que el colonizado las adopta como propias, sin cuestionar y sin buscar su origen. Por tanto, en este Día de Acción de Gracias pandémico, consideren que el camino de esta celebración está pavimentado con la sangre, las lágrimas y la valentía de pueblos ancestrales a quienes se han mantenido en el olvido, arropados en una nube de fantasía y medias verdades. ¡Honremos a las generaciones pasadas que construyeron comunidades, caminos, edificios, ciudades, cultura, creencias, conocimientos de botánica y ciencia que hoy en día son el cimiento de la sociedad moderna! Experimente con actividades diferentes que promuevan la conciencia, la solidaridad y la reivindicación de nuestros pueblos.
María de Lourdes Martínez Avilés, es profesora de trabajo social de la Universidad de Puerto Rico, graduada de trabajo social de la UPR, tiene una Maestría en Trabajo Social de la Universidad de Connecticut, Estados Unidos y un Doctorado en Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México y un Doctorado en Trabajo Social de la Universidad de Texas en Arlington, EE. UU.
José E. Rodríguez Sellas, es traductor y escritor técnico, graduado de historia de la Universidad de New Haven y tiene una Maestría en Trabajo Social de la Universidad de Connecticut, Estados Unidos.
Canciones relacionadas con las comunidades indígenas:
Canción de John Denver, Trails of Tears.
Seattle, canción del cantautor puertorriqueño Roy Brown.
Buffy Saint-Marie, Now that the Buffalo is Gone
Recursos recomendados
Carta del Jefe Seattle al presidente de los EE. UU. (vídeo)
Bury my Heart at Wounded Knee (Enterrad mi corazón en Wounded Knee)
Crónicas basadas en el libro de Dee Brown. Trabaja el desplazamiento de los indígenas de sus tierras. Ganadora de múltiples galardones, incluyendo el premio Emmy en 2007.
More than Bows and Arrows
Uno de los documentales más populares sobre los indígenas. Describe las múltiples contribuciones de los pueblos originarios a la humanidad. Ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos premio el Pulitzer.
Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI (2017); Libro escrito por David Grann. El libro consiste en una investigación sobre el pueblo osage, quienes en el 1920 se convirtieron en el pueblo indígena más rico después de descubrir petróleo en su reserva. «Misteriosamente», los integrantes de la tribu comenzaron a aparecer asesinados. Se espera que para febrero de 2021 se comience el rodaje de una película basada en este libro, con la participación de Leonardo DiCaprio y Robert De Niro (https://www.comingsoon.net/movies/news/840527-killers-of-the-flower-moon).
Referencias:
Al Jazeera (2 de marzo de 2017) Edward Said Framed: The Politics of Stereotypes in News. https://www.youtube.com/watch?v=4QYrAqrpshw
Chakraborty, R. (octubre, 2019). How the US stole thousands of Native American Children. Vox.com. https://www.youtube.com/watch?v=UGqWRyBCHhw&autoplay=1&mute=0
Estes, N. (14 de octubre de 2019). The U.S. stole generations of Indigenous children to open the West. https://www.hcn.org/issues/51.17/indigenous-affairs-the-us-stole-generations-of-indigenous-children-to-open-the-west.
Feinman, J.P. (2014) Colonialismo y Violencia: la pesada carga del hombre blanco. Encuentro: 4. https://www.youtube.com/watch?v=yPMFh_rmvCE
Fisher, M. (27 de mayo de 2015) The US was built on the theft of Native Americans lands. 16 maps that Americans don´t like to talk about. Vox. https://www.vox.com/2015/5/27/8618261/america-maps-truths
Hill, A. (7 de noviembre de 2018). Justicia para las mujeres nativas americanas. Center for Health Progress. https://centerforhealthprogress.org/blog/justice-for-native-american-women/?gclid=Cj0KCQjwxNT8BRD9ARIsAJ8S5xY9IejaSVvQ2zZ1i5IpeYjvtdCNXP4l3a6H1Y0C5P070BHPjLJ4wbkaAq6pEALw_wcB
Kitaro, N. (1 de agosto de 2014) Trail of Tears (Sendero de las Lágrimas) https://www.youtube.com/watch?v=wiWrliVqEX0
Maher, E. Clyde, M. & Darnell, A. (agosto, 2015). Placement patterns of American Indian children involved with child welfare: Findings form the second National Survey of Child and Adolescent Well-Being. Casey Family Program. https://www.casey.org/media/NSCAW-Placement-Patterns-Brief.pdf
Martínez-Avilés, M, (2020) Día Acción de Gracias… ¿Celebración o coloniaje? Guía 16 días de activismo contra la violencia de género. Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico.
Navarro-Rivera, Pablo (2006). Acculturation under duress: The Puerto Rican experience at the Carlisle Indian Industrial School 1898-1918. Centro Journal, XVIII (1),222-259. https://centropr.hunter.cuny.edu/publications/journal-2006
Prasad, P. (2005). Traditions of the “Post”; Post colonialism: Unpacking and Resisting Imperialism. Crafting Qualitative Research: working in the post positivist traditions.
Rodríguez Sellas, (September-October 1987). American Indians in Connecticut, part IV, Vol. 2 No. 11, Meriden, Conn.
Rosa, S. (3 de Agosto de 2017) The Puerto Ricans at Carlisle Indian School. ISSUU. https://issuu.com/boricuababe723/docs/the_puerto_ricans_at_carlisle_india.
Russ, Valerie (28 de octubre de 2019) What’s the Thanksgiving story from the perspective of Native Americans? The Philadelphia Inquirer. 28 de noviembre. https://www.inquirer.com/news/how-do-native-american-celebrate-thanksgiving-day-of-mourning-20191128.html.
Said, E. W. (1994). Orientalism (25th anniversary ed.). New York: Vintage Books.
Salam, M. (21 de noviembre de 2017) Everything You Learned About Thanksgiving Is Wrong. The New York Times. https://www.nytimes.com/2017/11/21/us/thanksgiving-myths-fact-check.html.
Smithsonian Insider (10 de enero de 2018) The invention of Thanksgiving: In history & Culture, Meet Our People. Video. https://insider.si.edu/2018/01/the-invention-of-thanksgiving/.
Zinn, Howard (2 de julio de 2006). Put Away the Flags, howardzinn.org, Publicado originalmente en The Progressive. (https://www.howardzinn.org/put-away-the-flags/)
Zotigh, D. (26 de noviembre de 2019). Do American Indians celebrate Thanksgiving? Smithsonian Magazine. Smithsonian National Museum of the American Indian. https://www.smithsonianmag.com/blogs/national-museum-american-indian/2019/11/27/do-american-indians-celebrate-thanksgiving/