STAMFORD.- La fiesta del ocho de septiembre dedicada a la virgen María en la parroquia Saint Mary (Santa María), este año fue celebrada en la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, a la que asistió el obispo Frank Caggiano, devotos de New York y Connecticut; donde el grupo juvenil de la Divina Misericordia dio su apoyo a la parroquia anfitriona, decorando el salón con flores y velas para recibir la imagen mariana y a los cientos de fieles; mientras que el domingo 8, en la misa dominical del mediodía, se recibió a la cuadrilla del Señor de los Milagros del Perú que como cada domingo segundo del mes se reúne para festejar a su santo patrón.
El sábado 7 y el domingo 8 de septiembre, la parroquia Saint Mary de Stamford, registró un movimiento extra de fieles que se juntaron para celebrar a la virgen María en su fiesta patronal. La misa del sábado estuvo llena a igual que la procesión y el convivio, donde el obispo Frank J. Caggiano narró de su peregrinación a Lourdes años antes, en busca de la curación de su madre, a quien le diagnosticaron cáncer.
En tanto, que la misa dominical mariana contó con la presencia de los devotos del Señor de los Milagros, patrono del Perú; y paralelamente, en el salón comunitario los jóvenes de la agrupación de la Divina Misericordia limpiaban y acomodaban los rezagos que dejó la fiesta en honor a Nuestra Señora de Lourdes.
El retiro anual de Lourdes, organizado por David D’Andrea y presentado por el padre Gustavo A. Falla, incluyó un Rosario de los Misterios Gozosos a la luz de las velas, rezado en inglés, español, portugués, francés e italiano; además de una bendición eucarística y una recepción en el salón de la iglesia.
Lourdes, Francia, es uno de los santuarios mariano más visitados del mundo, atribuyéndole más de 7.000 curaciones por la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes. Cada año, seis millones de peregrinos viajan allá Muchos van con la esperanza de recibir una curación en el manantial que ella reveló a Santa Bernadette Soubirous, una campesina de 14 años. En los 160 años desde las apariciones en la gruta de Massabielle, miles de personas han sido sanadas en las aguas y 70 fueron reconocidas como curas milagrosas.
En su homilía, el obispo Caggiano recordó su propia peregrinación y dijo: “Le abrí mi corazón a Nuestra Madre y le puse delante todas mis intenciones… Y para ser honesto, estaba muy molesto porque mi madre estaba enferma, así que hablé con Jesús sobre eso. En medio de todas esas oraciones, cuando finalmente me sentí exhausto por la falta de sueño, sentado allí esperando contra toda esperanza que hubiera algún tipo de señal o milagro, comencé a darme cuenta de que Nuestra Señora me estaba hablando a mí, no a mi intención. Ella venía a mí, me acariciaba, me alentaba, se acercaba a mí como sólo una madre puede hacerlo con su hijo. Cuando comencé a sentir esa presencia, mi ansiedad comenzó a disminuir”
Al comentar sobre el retiro, el padre Falla dijo: “Rezar a María siempre ha sido una tradición de nuestra Iglesia. Ella es nuestro recurso más valioso porque tiene acceso directo a su Hijo, de quien tenemos la salvación”.
Erin Neil, directora de entornos seguros y coordinadora de asistencia a víctimas, habló sobre el ministerio de sanación de su oficina y dijo que las personas heridas por el abuso pueden encontrar la sanación a través de la fe y compartiendo con los demás.
Sofía Meléndez, nativa de Perú, con residencia en Stamford de más de dos décadas, contó que estar el fin de semana en la parroquia fue muy alentador por las celebraciones en honor a la virgen María y que este momento se encuentran en la recta final de los preparativos de la fiesta del Señor de los Milagros, cuyos miembros estuvieron presentes en la misa dominical del mediodía.
El diácono Santos García y su esposa Elba, de la Cathedral en Bridgeport, son amigos del padre Falla. Se suponía que asistirían con otra pareja, pero la mujer enfermó, por lo que rezaron por ella. Los García rezan el Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia a diario, a menudo ante el Santísimo Sacramento. Igualmente, lo hacen los miembros del Grupo Juvenil de la Divina Misericordia de la parroquia Saint Mary, después de la misa de las seis de la tarde del sábado, en su reunión a partir de las 7:20 de la noche, que acorde con Juan González presidente del Grupo, la prioridad de la agrupación, a más de servir en lo que pueden a la iglesia, es orar y rezar la Coronilla de la Virgen y avivar la presencia del Espíritu Santo.
En una entrevista dada para el periódico de la Diócesis escrito por Joe Pisani, David D’Andrea, que organiza los retiros, estimó que hubo alrededor de 1.000 asistentes y compartió una historia de su curación personal. Hace nueve años, le diagnosticaron cáncer en etapa 3 y le dijeron que le quedaban cinco años de vida. Atribuye su recuperación a Nuestra Señora de Lourdes. “Soy un católico devoto y la Madre María lo es todo para mí”, dijo. “Y creo que me ha salvado algunas veces”. Su devoción a la Virgen lo inspiró a organizar la Peregrinación Virtual de Lourdes en el 2019, a la que asistieron más de 1.100 personas, algunas de las cuales tuvieron curación física, emocional y espiritual y en años posteriores por el retiro en Stamford.
Valeria, que es parte del Grupo Juvenil de la Divina Misericordia, contó que sus compañeros ayudaron a arreglar el altar para recibir a los mil devotos de la virgen de Lourdes, rezaron el Rosario después de la una de la tarde. En tanto que Edwin Aroldo Vicente Gómez, como se presentó ante sus compañeros y la prensa, nacido en Guatemala, con una voz llena de orgullo, dijo que el grupo de jóvenes tiene la misión de mostrar el amor de la misericordia de Dios en todo momento y que ayudar (un poco) en la logística del encuentro con los devotos de la virgen de Lourdes, les dio la oportunidad de practicar el trabajo en comunidad.
El grupo juvenil de la Divina Misericordia de la parroquia de Santa María cumplió este pasado 24 de julio 29 años de fundación y a más de ayudar a la comunidad en cualquier trabajo que les requieren; se reúnen para orar, rezar la Coronilla de la virgen, cantar, invocar al Espíritu Santo y hablar sobre los problemas de la juventud.
Aunque también dijeron que este 8 de septiembre del 2024 ha sido un día especial porque compartieron la alegría de saber que fue ordenado sacerdote en Washington DC., el padre Mario Palma, un joven que fue parte del Grupo de la Divina Misericordia de Stamford.