Pregunta
Recordada Tía Julia:
Me acordé de usted cuando sufrí dos días sin calefacción porque se nos fue la luz y los incisivos me castañeteaban como castañuela de gitano. Tuvimos graves problemas porque unos árboles azotados por la ventolera de madre cayeron, por acá cerca de Litchfield, encima de un transformador transformándose mi alrededor en una oscuridad abismante que me puso todos los pelos de punta, incluso aquellos.
Afectada emocional y físicamente por esta emergencia y tratando de lidiar con el frío de mi apartamento que estaba más helado que tumba de esquimal, llamé por el móvil Apple Generación Beta 45 a unos amigos para preguntarles si tenían energía. Gracias al gran hacedor, Don Jesús y San Patricio, respondió el esposo de mi amiga cuyo apelativo es Tico (se llama Andrés), y que ya se remonta a las 45 peras. Después de consultar me dijo que ya les había llegado la luz y que me albergarían en su departamento.
Me preparé pa’rápido y me fui en mi Honda Accord como a las 7 de la noche al llamativo pueblo de New Britain donde el inglés es el segundo idioma después del polaco, y encontré a Junior que estaba esperándome. Cuando ingresamos al apartamento, éste estaba más frío que el mío y dijo que la luz se había ido de nuevo, pero que de donde la compañía y la alcaldesa le habían avisado que volvía en media hora. Agregó que mi amiga había ido al supermercado para comprar unos emparedados, tenían agua caliente y que me podía dar una ducha.
Por el frío me quedé y al menos me pude duchar y lavar la cabellera cuestión que no hacia desde el funesto día de la tormenta, y eso me sirvió de gran alivio espiritual, aunque después tuve que confrontar el frío gélido del apartamento. La casa de mi amiga que es de dos familias tiene también una pequeña chimenea que Junior había prendido y los dos nos acomodamos en el sofá cerca de las llamas en un ambiente más bien íntimo e iluminado por las movedizas llamas que en algo aliviaban nuestro pesar inmenso por la ausencia del calor vital que provee el ojo de gallo (sol).
La cosa fue, querida tía, que yo recordé a Puerto Rico y los consejos de mi pai que me decía que no viniera para Connecticut a pasar frío y me dio una nostalgia profunda en las cavidades del motorcito, usualmente llamado corazón, y comencé a lagrimear.
Junior me comenzó a consolar y me dio dos vasitos de Brandy con lo cual me sentí mejor. Su voz y su gentileza me arrobaron y el paternalmente, me puso el brazo en los hombres diciéndome que todo iba a pasar y volvería la normalidad. Así las cosas, me adormilé, pero desperté cuando este tipo me estaba tocando como si yo fuera un piano de escuela, aprovechándose de que yo estaba solamente con una bata.
Tía, yo no se que me pasó, pero toda esta situación y los brandis me bajaron las defensas emocionales e inhibiciones y finalmente, después de una resistencia monga, pasó lo que pasó. A todo esto, la esposa de Junior no llegó, pero le llamó por el celular y le dijo que se quedaría en la casa de la mamá. Fue una noche fría, pero cálida y ya temprano en la morning, me duché y me fui al trabajo con un beso apasionado de Junior a quien desde ese momento apode “el magnífico.”
De todos modos, le dije cuando fuimos al otro día a cenar al Dunkin Donuts de la esquina, que esto había sido un error y que todo quedaba así.
Lamentablemente tía, a pesar de que sé que cometí una falta, que junior me hizo una trampita, y que traicioné vilmente a mi amiga, nos hemos seguido viendo y me ha dicho que quiere divorciarse de su esposa.
A este punto no sé que hacer, confieso mi debilidad y estoy más arrepentida que el Donald Trump que le pagó $130,000 a la Pechuga Daniels para que no hablara de un encuentro íntimo, estando el casado y con Melania en cinta. Un sucio.
Por favor oriénteme que, aunque me llegó la luz sigo confundida.
Sinceramente hablando,
Adelia, la friolenta
Respuesta:
Querida Adelia:
La verdad es que perdiste los cascos y te dejaste llevar por el fuego de la chimenea, el licor, y la voz profunda y cavernosa de ese tipo que parece que sabe como engatuzar a las muñecas como tú.
Sin embargo, en tus 27 primaveras algo otoñales, algo debieras entender. En otras palabras, simples y entendibles, metiste la pata ya que el entusiasmo de tipos como estos es más volátil que demandas legales de políticos y ahora sientes remordimientos profundos por engañar a tu amiga.
Sin embargo y para ser justos; esto de la tormenta y los vientos malos ha provocado una serie de problemas sociales y familiares de gran envergadura. Ante la emergencia de lidiar con el frío, algunas parejas se han unido más, mientras que en otros casos se agudizaron los conflictos por metidas de patas similares a las tuyas.
Imagínate el caso de 21 personas, incluidos seis niños y dos perros viviendo temporeramente en el mismo apartamento de dos cuartos sin tener la posibilidad de salir a dar una vuelta ya que el frío intenso hiere hasta el corazón, como decía un tango. En muchos casos he sabido de separaciones o divorcios después del apagón. En otros, los que eran novios han decidido casarse y otros se conocieron profundamente como es el caso tuyo, aunque ustedes con el Junior no dan para eso.
Ahora bien, en la guerra y en los apagones sucede de todo, incluso aquello, y pienso que debes recogerte, y reflexionar acerca de esta relación carnal que me parece se ha quedado nada más que en lo sensual. Tipos otoñales como Junior hay muchos por allí y es cuestión de enterarse de chismes en las municipalidades o en las radioemisoras donde los locutores engatuzan a las nenas con sus voces cálidas.
Has disfrutado de la fruta prohibida y te sugiero que no bebas más brandis cuando te encuentres sola con sujetos sabidos.
Para próximos apagones, tormentas, y ventiscas, hazte una lista de tres o cuatro amigas solteras y apenas comience un apagón, o una tormenta de nieve de madre, tú arrancas a residencias donde no se produzcan encuentros de tercera o cuarta clase o adquiere a bajo precio un saco de dormir.
Cuida tu reputación y recógete nena que las cosas están calientes. No le creas a Junior lo del divorcio.
La Tía Julia
Comentarios a los sabios consejos de la Tía Julia.
Querida tía, mi nombre es Tollo aunque mi nombre es Cristóbal y comentaba con mis amigos como es que a Donald Trump que en Nueva York era un pillo con licencia y un traidor a su patria, muy amigo de Putin, no lo han metido en la cárcel por lo del Dia de Reyes, 2021. En la Gran Manzana, nadie hacia negocios con y arruino a medianos contratistas como yo que me dedico a la pintura.