Por Thomas Breen
La propuesta de un nuevo equipo móvil de respuesta a la crisis que incluiría trabajadores sociales en lugar de policías para responder a ciertas llamadas al 911, ganó un voto de respaldo, ya que los concejales del comité aprobaron unánimemente la transferencia de 100.000 dólares en fondos de la ciudad, para pagar un estudio de planificación para el programa.
La votación tuvo lugar el lunes por la noche durante la reunión mensual del Comité de Finanzas. La reunión virtual de cuatro horas, se llevó a cabo en línea a través de la plataforma de videoconferencia Zoom y en YouTube Live.
Durante la reunión, los legisladores locales apoyaron unánimemente la transferencia de 25.000 dólares de las partidas presupuestarias de salarios que quedaron vacantes en cada uno de los cuatro departamentos diferentes: la oficina del asesor de la ciudad, el departamento de salud, el departamento de recreación y servicios a la juventud, y el departamento de parques y obras públicas.
Esos 100.000 dólares en total, si son aprobados por el pleno de la Junta de Concejales, irían en cambio a la Administración de Servicios Comunitarios, a fin de financiar un estudio de planificación para el propuesto equipo de respuesta a la crisis.
Siguiendo el modelo de los equipos de respuesta comunitaria que ya existen en otras ciudades y estados del país, la versión de New Haven enviaría a trabajadores sociales y expertos en salud para atender llamadas relacionadas con problemas de comportamiento y salud mental, abuso de sustancias y carencia de hogar.
El jefe de servicios sociales de la ciudad, Mehul Dalal, y el director de servicios de reinserción de la ciudad, Carlos Sosa-Lombardo, dijeron el lunes, que los 100.000 dólares en transferencias solicitadas se utilizarán para pagar a un contratista calificado para dirigir el proceso de planificación de dicho programa.
Se necesitaría dinero adicional – de la ciudad o del estado o de socios privados o de alguna otra fuente por determinar – para poner en marcha una prueba experimental de seis meses. Este estudio de planificación inicial, dijo Dalal, es un primer paso necesario para hacer que ese proyecto sea una realidad sobre el terreno en New Haven y de lugar potencialmente a un nuevo equipo a tiempo completo, capaz de dar respuesta a la crisis de la ciudad.
“Tenemos la oportunidad de hacer grandes cosas para cambiar la forma en que resolvemos los problemas de nuestras comunidades”, dijo el funcionario administrativo de la ciudad, Scott Jackson, durante la audiencia del lunes. “De eso se trata todo esto. No tenemos todas las respuestas. Para eso es este estudio, y eso es lo que estamos tratando de financiar en este momento”.
El alcalde Justin Elicker y un grupo de altos funcionarios de la ciudad -incluyendo el jefe de policía, el jefe de bomberos y el jefe del departamento de Comunicaciones de Seguridad Pública de la ciudad, que se encarga de las llamadas al 911- anunciaron, por primera vez, la nueva idea del equipo de respuesta a la crisis prevista para este verano. Los funcionarios de la alcaldía están en el proceso de presentar el programa a los equipos de gestión de la comunidad en toda la ciudad
Se han aprendido las lecciones del LEAD
Dalal dijo, durante una breve presentación ante el comité de concejales el lunes, que el impulso para el nuevo programa vino en parte de la reciente protesta local, estatal y nacional contra la brutalidad policial y el replanteamiento del papel adecuado de la aplicación de la ley en el tratamiento de las causas estructurales de los desórdenes sociales.
“En New Haven y a nivel nacional, es bien sabido que la policía, los bomberos y los servicios de emergencia están sobrecargados con situaciones que van más allá del crimen y las emergencias médicas”, dijo.
“Sabemos que el actual sistema de emergencia no está realmente optimizado para tratar con la falta de vivienda crónica y los trastornos de salud mental”.
Dalal y Sosa-Lombardo dijeron que una revisión de las llamadas al 911 de la ciudad en 2019, reveló hasta 11.000 llamadas de “ baja intensidad” que podrían ser evaluadas y transferidas a un equipo de respuesta de crisis de la comunidad. Dijo que el énfasis del programa sería “la desescalada, la disminución del daño y la rápida vinculación con los servicios”, con trabajadores sociales que respondan a tales llamadas, entrenados y equipados para recurrir a los proveedores de servicios sociales pertinentes en el lugar.
Sosa-Lombardo dijo que la ciudad está intentando contratar a un consultor, para recabar la opinión de la comunidad sobre dicho programa, estudie detenidamente cómo funcionan programas similares en otras partes del país, y desarrolle un plan estratégico sobre cómo implementar un programa piloto específico para New Haven, en espera de la disponibilidad de otros fondos.
“Está muy claro que si vas a implementar un programa como este, tiene que ser planificado deliberadamente”, dijo Dalal. Tiene que haber una contribución significativa de la comunidad, particularmente en lo que respecta a cómo y cuándo la policía responde a ciertas demandas de servicio
Es necesario un estudio profundo de los sistemas existentes de apoyo y proveedores de servicios, con los que se puede establecer una asociación y construir sobre ellos, en lugar de sustituirlos por un redundante nuevo programa. Y hay que prestar atención a las condiciones particulares de New Haven y cómo tal programa podría encajar en los límites de esta ciudad, así como traer un programa desarrollado para otra parte del país y esperar que funcione aquí también.
“Hemos aprendido las lecciones del programa LEAD, en el sentido que no se puede sacar de la estantería un programa que funcionó en otra ciudad y colocarlo en New Haven y esperar que funcione”, dijo Dalal en referencia al programa de Law Enforcement Assisted Diversion (LEAD), que fue promovido por la anterior administración municipal, obtuvo poca participación y muchas críticas, y finalmente se extinguió. Dijo que es importante aprovechar las lecciones aprendidas de otras ciudades, y también adaptar dicho programa a un contexto específico de New Haven.
¿Cómo se gastarían estos 100.000 dólares? preguntaron el vicepresidente del Comité de Finanzas y el concejal de Westville Adam Marchand. “Necesitamos creer que el concepto es lo suficientemente fuerte como para justificar el tomar estos fondos de otros lugares y depositarlos aquí” en lugar de dedicar este dinero sin usar, a otra parte del presupuesto de la ciudad.
Dalal dijo que el dinero se utilizaría para contratar a un especialista que se encargaría, en primer lugar, de desarrollar un “plan operativo viable” para dicho programa. Eso significa, entre otras tareas, hacer una investigación a fondo del sistema de despacho del 911 de la ciudad y proponer, cuando se reciba una llamada, cómo exactamente los despachadores determinarán que una llamada es lo suficientemente grave como para justificar el envío de un equipo móvil de respuesta a la crisis.
La presidenta de la Junta de Concejales y concejal de West RiverTyisha Walker-Myers, preguntó si la ciudad tiene previsto utilizar las observaciones recogidas en el experimento y el programa piloto LEAD. “¿Vamos a usar alguna de esa información que recogimos de ese programa, para ver quién va a estar a cargo de desarrollar un programa mejor?” preguntó. “¿Vamos a utilizar mejores datos?”
Dalal dijo que la ciudad tiene acceso al informe de evaluación completo del programa piloto LEAD, y utilizará cualquier dato relevante que pueda. Sin embargo, “ese fue un modelo muy diferente” del propuesto equipo de respuesta a la crisis de la comunidad.
Mientras que LEAD centró su participación en la aplicación de la ley, instando a los agentes de policía a reorientar activamente a los delincuentes de drogas de bajo nivel hacia los servicios sociales, este programa hace lo contrario, dirigiendo con los trabajadores sociales y haciendo que llamen a la policía si es necesario.
El líder de la mayoría de la Junta de Concejales y concejal de Westville/Amity, Richard Furlow, advirtió que este programa le parece “más una respuesta a las protestas del público que un trabajo sistemático” para determinar el papel de las fuerzas del orden y los proveedores de servicios sociales, en la respuesta a ciertas llamadas al 911.
“Como funcionarios electos, debemos representar al pueblo, pero debemos actuar con cautela y asegurarnos de que este es el mejor uso de los fondos de la ciudad”.
Durante la parte de la reunión en la que se discutió el tema, el concejal de East Rock, Charles Decker, dio su apoyo a la transferencia de fondos planeada, al estudio propuesto y a la adopción final de un programa de equipo de crisis comunitario a nivel local.
“Reducir el contacto entre el sistema de justicia penal y personas que han cometido delitos no violentos, ni siquiera por actividades no violentas, es una idea que ha tardado mucho tiempo en encontrar su camino”.
“No querría que esto fuera sólo un estudio”, continuó. “Me interesaría averiguar definitivamente cómo, una vez que el estudio esté hecho, cómo convertimos esto en acción en un programa”.