El lanzamiento del telescopio espacial James Webb Space Telescope/NASA ha significado una verdadera revolución en lo que se refiere a investigar el origen del sistema solar, y el estudio de lo que era el universo hace 13.6 billones de años.
Las nítidas imágenes enviadas por el portentoso telescopio causan asombro tanto en el mundo científico, como en el ciudadano lego que se admira del aparente caos espacial en un constante proceso de cambio de nebulosas, choques de galaxias, agujeros negros y objetos que orbitan en el espacio.
Uno de los estudios que aclaran el origen de ciertos cuerpos celestiales son el de los cometas cuya presencia en los cielos tuvo diversas interpretaciones, desde una más bien mágica, a otras muchos más científicas.
De hecho, existen récords del paso de cometas en informes chinos del siglo 613 antes de Cristo que establecen las fechas cuando el cometa aparecerá y desparecerá para volver a aparecer.
Para los científicos y astrónomos de la antigüedad remontándonos a la civilización griega, los nombres de Aristóteles, Diodorus, Silicus, Seneca y Plutarco tenían opiniones divididas en cuanto al origen y la función de los cometas. Una de estas ponencias era que el cometa es una entidad astronómica mientras que la otra era descrita como de una función meteorológica.
En referencia al conocido cometa Halley, se hace referencia a este cuerpo celestial como la razón del triunfo de los normandos que invadieron a Inglaterra en el año 1066. Este cometa aparece y desaparece cada 75-76 años.
Hasta el siglo XVI, el desconocimiento de los fenómenos astronómicos unidos a la ignorancia y a la superstición relacionaban la llegada de cometas como el anuncio de la muerte de monarcas o emperadores y futuras catástrofes.
Hasta ahora se sabe que los cometas son un pequeño cuerpo de hielo que cuando se calienta con el calor solar desarrolla una cola formada por gases. Los científicos describen a estos cuerpos espaciales como una “pelota de nieve sucia.”
En 1994 y gracias a los avances y técnicas telescópicas, el mundo pude ser testigo del violento choque del cometa Shoemaker con Júpiter, planeta al que se ha calificado como el protector de la tierra ya que, por su enorme masa y tamaño, su fuerza de gravedad atrae objetos tales como meteoritos y cometas.
Los cometas han producido en nuestra época hechos increíbles. Una secta y culto estaba convencido de que las almas de sus integrantes podían encontrarse con el cometa Hale Bopp que nos visitó en 1997. Algunos se suicidaron cuando coincidió el paso del cuerpo espacial. Sus cuerpos fueron hallados vestidos con un uniforme negro y la muerte se atribuye al uso de veneno.
Desde 1985, los astrónomos han identificado a ocho cometas.
Hace una semana el observatorio Solar & Heliospheric, detectó la muerte del pequeño cometa SoHo que fue atrapado por la fuerza de gravedad del sol y desapareció. Esta es usualmente la suerte de estas masas de hielo seguidas de una cola formada por gases, siguen las orbitas de los sistemas solares en el universo. Los cometas no pueden evitar ser atraídos a la superficie del sol en un área denominada perihelio y como sucedió con SoHo, desaparecen.
El famoso caso del Oumuamua
En octubre de 2017 pasó a una distancia relativamente cercana a la tierra un bólido a una velocidad de 196,000 millas por hora. En un principio los astrónomos pensaron que era algún tipo de cometa que en ocasiones brillaba. Sin embargo, aunque el objeto pasó dentro de la peligrosa orbita solar y debido a su velocidad, no fue atraído y destruido, sino que orbitó y continuó su viaje hacia otros confines del universo.
Ante la peculiaridad del objeto que en si no era redondo, sino que más bien de un perfil alargado, surgieron una serie de interpretaciones algunas de las cuales insinuaron que podría haber sido un tipo de nave espacial capaz de orbitar en torno al sol, neutralizar su fuerza de atracción y regresar hacia algún lugar indefinido del universo. Algunas opiniones llegaron a insinuar que el objeto pudo haber sido una nave tripulada proveniente de otra galaxia.
Estudios posteriores indicaron que el cuerpo no era redondo como el de un cometa, sino que alargado, de media milla de largo y que no fue atraído por la tremenda fuerza de gravedad del sol, porque su forma no era elíptica, como la de los cometas, sino que hipérbola que le permitió escapar de la atracción solar.
Finalmente se llegó a la conclusión de que el objeto era un asteroide quizás proveniente de la Nube Aort que es un grupo gigantesco de trozos de hielo que orbita alrededor del sol a 168 billones de millas de distancia.
Con la nueva tecnología es posible analizar a fondo los cuerpos celestiales que abundan en el espacio en un aparente caos.
Frecuencia de temblores en el círculo de fuego
Las capas tectónicas en las que se sitúan los continentes no están inmóviles, sino que en un constante meneo de acomodación. Así, los países situados que dan cara al océano Pacifico coinciden en olas sísmicas que se pueden extender desde Alaska, el Oeste de los Estados Unidos y las costas de países latinoamericanos.
A modo de ejemplo el pasado 23 de agosto se detectaron 41 temblores de tierra que, por su magnitud de 4 a 5 grados, pueden ser sentidos u oídos por ruidos subterráneos y las vibraciones.
Como en una reacción en cadena hubo temblores en Alaska con magnitud 4.5; Corinto, Nicaragua, 4.3; Burica, Panamá con magnitud 4.4; Santa Cruz, Chile con 4.5 y Punta Arenas, Chile con magnitud 4.2.
En el sur del Perú y el norte de Chile se han registrado desde hace años temblores y sismos de intensidad 5 que no son atribuidos a volcanes, sino que a movimientos de las placas tectónicas del Cinturón de Fuego.
Afortunadamente la sismología como ciencia y la geología permiten anticipar con sus detectores electrónicos los sismos y movimientos inusuales que si bien no previenen la tarea aun imposible de pronosticar sismos o terremotos, si pueden advertir los periodos de inestabilidad.
Identificando al enemigo
Así como los huracanes y las tormentas tropicales reciben nombres, en España afectada por olas de calor que pueden superar los 115 grados y que se extienden por varios días o semanas, se comenzaron a anunciar estos fenómenos meteorológicos con nombres y de este modo advertir a la población acerca de la gravedad de estos eventos asociados con sequias, muertes y disminución del agua en los ríos.
La ola de calor que afecta a Sevilla que experimentó temperaturas de 122 grados fue bautizada como “Zoe.” Aunque no es un nombre típico español tal como Maricarmen, ayuda a prevenir los efectos del calor en una región que ha sido notablemente cálida y seca.
Los últimos deseos
La familia de una dama mexicana que feneció a los 99 años cumplió su último deseo: construir una estatua de un pene de 5 pies de altura que pesa 600 libras sobre su tumba.
La familia expresó que Catarina Orduña Pérez fuer siempre una mujer de vanguardia y en su forma de pensar adelantada a su tiempo.
Álvaro Mota Limón, el nieto de Catarina dijo que su abuela solicitó este monumento para reconocer su amor y gozo en la vida. “Deseo que nadie me olvide,” dijo antes de su muerte.
No se ha informado si es que la tumba y monumento están localizados en un cementerio o campo santo y si la familia llevará a cabo la tradicional celebración del Día de los Muertos congregados alrededor del falo.