Para aquellos que la conocían no podían creer que Sandra hubiese sido arrestada por agredir a su compañero. Ella es una joven madre se acerco a nuestra clínica solicitando ayuda luego que la corte la enviara a matricularse en un programa educativo sobre violencia domestica. Sandra agredió malamente a su compañero luego de un altercado por dinero para comprar alimentos para su hijita. No es la primera vez que Sandra tiene problemas, ya anteriormente había sido referida luego de una situación  de agresión contra su madre.

Las emociones son consideradas por muchos como la sazón de la vida. Según los psicólogos nuestras emociones constituyen una de los componentes más importantes en nuestro desarrollo como personas. Sin emociones, las situaciones, las cosas que nos pasan y aún los problemas que tenemos carecerían de sentido y la vida no tendría ningún sabor.

Una de las emociones más natural y común es el coraje. El sentimiento de coraje, de ira o de cólera en completamente natural y propio de nuestra naturaleza humana. El problema no esta en la emoción o el sentimiento. El problema se encuentra en la manera que manejamos el sentimiento o la manera en el sentimiento nos maneja a nosotros.

Contrario a lo que mucha gente piensa, las dificultades en el manejo de la ira, el coraje o la cólera afectan más a los seres más allegados a nosotros que a cualquier otra persona. Rara vez desplegamos ira o tenemos “arranques violentos” ante desconocidos. Por lo general son nuestros hijos, nuestros compañeros(as) nuestros familiares mas cercanos los que reciben nuestra descarga de coraje.

No se que es lo que me pasa….quisiera poderlo evitar pero no puedo.…cuando me doy cuenta ya es muy tarde…por favor ayúdenme a cambiar”. Sandra comenzó su participación en un grupo educativo y de apoyo y aprendió muchas cosas. Ella aprendió algunas cosas que pueden ser de gran ayuda para ti también.

Todas las emociones, el coraje en particular producen cambios bioquímicos y físicos en nuestro organismo. Cuando nos enfrentamos a una situación en la que nuestro organismo anticipa una reacción de coraje nuestro pulso sanguíneo aumenta. Sentimos cambios en la temperatura del cuerpo. Nuestro tono de voz cambia. Comenzamos a hablar mas y escuchar menos, hablamos pero sin pensar mucho en lo que decimos o como lo decimos. Nuestra postura se prepara para el ataque independientemente si agredimos o no a la otra persona.

En esta etapa inicial los síntomas son reconocibles y evidentes. Los psicólogos recomiendan retirarse un poco y tratar de controlar los cambios en nuestro organismo.

Los pensamientos juegan un papel bien importante en la forma en que manejamos los sentimientos de coraje. Que pienso de mi, que pienso de la otra persona o que pienso de la situación son elementos críticos en el desarrollo del coraje.

Nuestro primer pensamiento debe ser reconocer que el hecho de que nos de coraje en si mismo no es malo. Solo que debemos pensar en que vamos hacer y evitar cometer errores que luego tengamos que lamentar.

Los valores y principios que gobiernan mi vida son vitales para una resolución positiva y manejo efectivo del coraje. Si yo no tengo respeto por mi mismo, mucho menos lo voy a tener por ti. El concepto de respeto a la dignidad del ser humano, los principios cristianos y de fe en Dios pueden ayudarnos a considerar otras formas de canalizar la ira.

No es malo airarse, no es malo molestarse o que a uno le de coraje. Sin embargo, un ser humano capaz de pensar antes de actuar mostrará firmeza de carácter. Tendrá más oportunidades de resolver sus conflictos sin la necesidad de herir o lastimar a otros. De esta manera podrá vivir muy feliz y en paz con los demás.

La terapia no le puede garantizar a Sandra su felicidad, pero si le puede ofrecer una oportunidad para vivir una vida mejor. Sandra podrá obtener las herramientas de apoyo necesarias para ganar más control sobre sus pensamientos y sus acciones. Podrá sentirse dueña de si misma por primera vez y no se sentirá víctima de su incontrolable ira.

El manejo inadecuado del coraje no solo destruye las relaciones afectivas y de familia y amistades, también causa daños irreparables a nuestro organismo. Se ha demostrado que personas “corajientas o amargadas” sufren de más enfermedades físicas y problemas de salud. Problemas de estrés, alta presión y el corazón están estrechamente relacionados a este estado emocional. Otros especialistas señalan que estas personas tienden a deteriorarse físicamente con más rapidez que personas capaces de controlar este sentimiento. Como último señalamiento cabe decir que el coraje es el estado emocional más primitivo del ser humano. Es el único estado emocional que nos convierte en seres completamente irracionales. Los actos y reacciones más irracionales hechos por el ser humano se han cometido bajo un estado incontrolado de coraje.

Si conoces a alguien que sufra de falta de control ante el coraje, recomiéndale buscar ayuda de inmediato. ¡Después de todo lo único que tienes que perder es el coraje! 

Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
Nota : Si has encontrado esta columna útil o interesante, o si tienes alguna pregunta, puedes comunicarte con el autor por correo electrónico a : wallygracia@yahoo.com

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