NUEVA YORK (AP) — Una mujer salvadoreña que fue separada de su hija en la frontera entre Estados Unidos y México durante el gobierno de Donald Trump tiene un mensaje para otras familias separadas: no abandonen la lucha por reunirse de nuevo.
Roselvy Hernández Treminio, que logró el mes pasado volver a abrazar a su hija Yuleisy tras cuatro años de separación, pidió en una entrevista con The Associated Press que madres y padres que fueron separados de sus hijos no pierdan la esperanza.
“Que no dejen de luchar por sus hijos, que siempre sigan luchando por estar con ellos, que guarden esa esperanza en lo más profundo de su corazón,” dijo la madre salvadoreña de 34 años. “Dios escucha, Dios obra y ahora soy un testimonio vivo de ello.”
Hernández Treminio volvió a reunirse con su hija, de ahora 17 años, a finales de octubre en un aeropuerto del estado de Virginia. Madre e hija habían sido separadas por funcionarios del gobierno estadounidense en 2017, tras haber cruzado la frontera, debido a políticas de Trump para controlar la inmigración ilegal. La madre fue deportada ese mismo año y la hija acabó en Maryland viviendo con el padre.
El gobierno del presidente Joe Biden, que lleva meses intentando reunir a familias que fueron separadas, permitió que Hernández Treminio ingresara a Estados Unidos.
Según el último informe de la Junta de Reunificación de Familias del gobierno, publicado en octubre, 1.727 niños no han sido aún reunidos con sus padres aunque al menos 1.296 de éstos han sido contactados por el gobierno estadounidense. Del total de 1.727, unos 381 no han sido contactados y se desconoce si han sido reunidos con sus progenitores y unos 50 han sido reunidos con sus padres.
En El Salvador, Hernández Treminio era panadera y tenía un puesto de venta de pupusas. Cuando un día un miembro de una pandilla intentó secuestrar a su hija mientras ésta iba a la escuela, la madre se asustó y decidió escapar a Estados Unidos con la niña.
En septiembre de 2017 llegaron a la frontera sur estadounidense, en el valle del Río Bravo. Según la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, Hernández Treminio fue detenida tras comprobarse que había intentado cruzar de la misma manera una década antes y había sido deportada casi inmediatamente. Esta vez, sin embargo, quedó retenida en un centro de detención y su hija enviada a otro centro de cuidado de menores en Nueva York.
El dolor y sufrimiento que experimentaron ambas tras la separación fue difícil de soportar, dijo Hernández Treminio, quien dice que adelgazó unos 17 kilos “porque mi angustia era demasiado grande.”