Tía Julia,
Le escribo porque sé que usted es una persona tan seria como Kamala Harris quien, aunque se ríe mucho, es formal y sensata y aun baja las escaleras del avión sin ayuda y no se le olvida el discurso. Mi esposo Llito dice que sí debe lidiar con la hilaridad y carcajadas, aunque son más preferible que las muecas del viejolo Trump que destila odio y su sonrisa es floja y desagradable.
Kamala debe recordar que la luna de miel en política es más pasajera que suspiro de mimes y ya los que trabajan para Trump le están averiguando la vida a los tatarabuelos de la candidata y su vida cuando era soltera.
Tía, mi hijito Pascual estudia en uno de los colegios universitarios y de la comunidad de Connecticut a los que Dios guarde, donde hay más facilidades de pago que en las universidades grandes donde si es que hay concesiones para pagar las matrículas son “la mitad en la mañana y la otra mitad por la tarde.” Ese es solamente un chiste que inventó Pascualito a quien le cobraban por un semestre un ojo de la fase y ahora estudia en la Gran Universidad de Central en New Brinski donde hay más facilidades y la presidenta es puertorriqueña.
Anyway. Mi hijito piensa que experimentando en carne propia el calor global que está azotando a la humanidad y a las ciudades con temperaturas inhumanas e inaninalas (la de los cachorritos y aves); los actuales edificios con los llamados excesivamente caros departamento de lujo y las habitaciones de madera de palo para los que somos los de la tercera edad, no resistirán vientos de 90 millas por hora.
“Los planificadores urbanos tienen que pensar en el concepto de bunkers que son edificios localizados en el subsuelo como los que usaba el sicópata Adolf Hitler para escaparse de las bombas rusas y de los aliados en la segunda guerra,” me dijo antes de entrar al baño.
“Mai, la humanidad debe regresar también al concepto de las cavernas donde se guarecían nuestros antepasados, pero ahora los ricachones del planeta incluidos el Putin alias el envenenador, el loco Musk y el mismo Trump las mandaron a construir a escondidas y n secreto para habitarlas ellas,” me dijo agregando “que de aquí a que colonicen las pobre luna pasarán años, aunque dicen que Trump ya está vendiendo parcelas en el lado oscuro de nuestro desdichado satélite porque aunque ese costado es oscuro no es tan caliente,” agregó.
Yo escucho a mi nene, pero aquí esta el problema. Últimamente pasa mucho tiempo en el baño y me dijo que escuchando el agua de la ducha o la que cae en el lavamanos, percibe voces de mujeres como en disputa que utilizan malas palabras, groserías, vulgaridades y ordinarieces y que a veces le aconsejan acerca de los hoyos negros. Yo he tratado de escuchar esos portentos, pero nada. ¿Estará Pascualito pensando mucho en lo de los bunker y el calor? Por lo demás yo no quiero vivir en cavernas. Por favor deme su gentil opinión que me preocupa.
Saludos,
Lida
Querida Lida
Te encuentro toda la razón en lo concerniente a los excesivos costos de la educación en Connecticut donde las universidades se han transformado en una industria más. Un amigo nuestro llamado Edwin, nos ha dicho que en Cuba la educación es gratis y porque ahora sufren de un brutal déficit económico producido por el bloqueo que USA inició en 1960, las autoridades cubanas han tenido que exportar cirujanos, enfermeras y dentistas a cambio de materias primas. ¡Oh, Dios!
La idea de que en el futuro las ciudades deberán ser subterráneas ya se utiliza en países donde nevaba mucho demasiado y me refiero a Suecia, Dinamarca y los países Bajos que se apellidan “bajos” porque se lo pasan muchos meses “bajo” cero.
La triste verdad es que, con los tornados, tronadas, rayos, centellas, vientos, inundaciones y sequias, hay desafíos para el ser humano, pero aun así los países continúan fabricando vehículos que usan gasolina los cuales lanzan cada día más monóxido de carbono a la atmósfera y estratósfera produciendo el efecto invernadero del cual Dios nos libre.
He leído que algunos ricachos ya están construyendo cavernas habitables en lugares altos con puertas blindadas para protegerse del calor y de las bombas atómicas. ¿Como la ves?
Ahora bien, el tema de que Pascualito escuche disputas entre damas cuando cae el agua de la ducha o en el lavamanos me preocupa mucho demasiado. Así le pasó a Don Quijote quien de tanto leer libros de ficción caballeresca y de acuerdo al magno escritor Miguel de Cervantes y Saavedra, se le derritieron los sesos.
En el caso de Pascualito y ya en el siglo XXI, pareciera que está sufriendo alucinaciones lo cual es curable, siempre y cuando, no piense todo el día en el calor global, los incendios en Canadá y los bunkers. Claramente tiene un espíritu de investigador, pero a veces y en esta época en que no se sabe que es verdad, puede afectarle la psiquis. Cerciórate de que no esté usando el humito ni otras cosas que venden en las esquina de New Haven.
Cuídate del sol porque todavía nos queda el mes de agosto que trae 31 días.
Tía Julia