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Tía:
Soy un muchachón boricua crecido en Comerío, pero desde que tenía ocho añitos vivo en la ciudad de Waterbury con mi mai, mis hermanitos Carlin, Pipote y mi hermanita Carlinak.
Todos fuimos para ver el Desfile puertorriqueño y las carrozas con las reinas y princesas. Aunque hacia calol, disfrutamos y después asistimos al festival musical del Coquí en el parque Bushnell donde había venta de comidas típicas con las que yo me jarté. Esperábamos verla en alguna carroza, pero no fue así ná. Será para el 2023.
Le escribo con la ayuda de mi hermano Pipote que escribe mejol el español para decirle mi problema. Hace unos meses conocí a una jeva sudamericana en el bautizo del nieto de mi tía y como yo bailo hasta los comerciales de Viva y tengo personality le hable pa’ rápido. Después salimos y me acepto como novios, pero en un periodo de prueba que me dijo se acostumbra en su país. Todo anduvo bien entre nosotros, pero una cosa floja afecta nuestro romance, el enamoramiento y planes para el futuro.
Tía, no se trata de engaños ni eso, sino de la forma como ella me trata por mi forma de hablal el español. A veces hablamos el inglés, pero yo sé más que ella y le he enseñado muchas palabras y las posturas porque como yo toco un poco de guitarra le doy clases de eso y de lo otro.
Yo al comienzo no entendía cuando me decía que hablara en buen castellano porque yo pensaba que Liana me entendía todo lo que yo le jablaba. Después de algunas discordias porque ella es media rencillosa lo entendí y me tiene más turbado que tiburón en piscina. A ella le molesta que yo diga, por ejemplo, “mira nena, vamos el domingo al “mal.” Allí “vamo” a “disfrutal” mucho porque podemos “comel,” “correl,” y “nadal.”
Yo le he explicado que así hablamos en el Caribe, pero ella insiste en que esa es una forma inculta de expresarse. Me critica porque digo esa “penícula” esta “guena,” o “mi brother se pasa too el fin de semana acostao.” Cuando la acompañé para hacerse la prueba de lo que usted debe ya imaginarse, se enojó porque a la mujer que la atendió yo le dije “norsa” y al médico dotol. También me pidió que me hiciera la prueba del monito y eso me ofendió.
Cuando vamos a la playa a difrutal el agua del mar se enfogona porque yo uso una tanga que están de moda y las mujeres me miran mucho demasiado. Tambien me dice cosas si es que uso gafas oscuras porque me acusa de mirar a otra jevas lo que es cierto y no lo voy a negar, pero yo disimulo y no lo hago como otros.
Yo hablé con una prima que es maestra de español en New Britain, y me dijo que parece que mi novia no entiende lo que es el uso formal y el informal del idioma, y que el castellano como lengua ya no existe. Yo me quede más helado que nalga de pingüino porque entonces, ¿qué es lo que yo y mis hermanos hablamos? Sonia me dijo que hablamos el español.
Por ahora estamos medios enojados con mi novia que no me invita a su casa a compartir con su mai y quiere que me vaya a tomar unos cursos al Capital que ahora son gratis para que me corrijan mi forma de hablar. Tía yo creo que hablo bien porque con otras novias nunca tuve problemas
Por favol, ayúdeme y le voy a dar las gracias porque yo quiero a esta jeva y me hace feliz de muchas maneras, aunque me regala libros de un caballero al que le dice Don García que estuvo solo cien años en un país donde la gente era rencillosa.
Norberto
Respuesta
Querido Norbi:
Veo que te gusta, embelese y encanta lucirte con eso de la tanga masculina con hilito ya que en verdad sus dimensiones, como las de la mujeres, se van achicando cada día más y produce problemas entre las parejas. ¿Porque no usas el traje de baño normal y dejas de lucirte, pasarte comerciales gratis y mirar p’al lado? Eso irrita a hombres y mujeres y yo creo que te haces el bobo.
Realmente no fui a la parada puertorriqueña y en el futuro no deseo ir en carroza sino en una bicicleta eléctrica.
En relación a lo de la lengua, tu amiga la maestra tiene la razón en muchos sentidos y tu noviecita que ya me imagino de donde es, te critica mucho demasiado por eso de que habla mejor el “castellano” y me explico.
Una cosa es el español académico y formal que se habla en las universidades, en literatura, simposios y en el mundo de la diplomacia, y otro es el uso coloquial de la lengua. Aquellas personas que todavía andan con la cosa esa de que ellos son mejores que nosotros porque hablan “castellano puro,” están mas perdidas que juey bizco y se las echan mucho.
Al parecer no se han percatado de que el idioma es una materia en cambio constante y lo que se hablaba en el siglo XII en un pequeño reino llamado Castilla en España, en nada se diferenciaba de otras lenguas tales como el gallego, el catalán, y el aragonés, por dar solo algunos ejemplos.
Lo que sucedió es que la evolución del idioma castellano al actual español a través de los siglos estableció una diferenciación clara en la diptongación que se hizo en Castilla de las vocales “e” que pasan a ser “ie.” De este modo mientras en regiones de Portugal e Italia se utiliza la palabra “ferro,” en Castilla evolucionó a “fierro.” Por otra parte, se dice que nosotros en Latinoamérica estuvimos expuestos al español andaluz y con esto quiero decir que no sería una mala idea que tu novia fuera a Sevilla, aunque allá esta más caliente que fierro de pincho con 120 grados y le dijera a un sevillano que habla mal el “castellano.”
Este le respondería sin lugar a dudas: “Mire usté, yo siempre he hablao bien el españó. ¿De ónde ha sacao usté tanta inorancia valgame Dió.”
El castellano del Quijote de la Mancha, logró afianzar el vocabulario español, la sintaxis y la gramática. Sin embargo, en el viaje de esta lengua que hablaban los conquistadores al Nuevo Mundo, ella sufre cambios y de acuerdo a teóricos, se va enriqueciendo con nuevos giros, palabras, y sonidos.
Si bien es cierto que la Real Academia Española de la Lengua rige el correcto uso del lenguaje, cada año se aceptan nuevas palabras y otras se van eliminando, y también se ve en la práctica lo que se ha denominado la acción de la ley del menor esfuerzo.
Por ejemplo, la consonante “d” que exige un trabajo complejo de dicción en palabras como caminado, hablado, o vivido, se ha ido transformando paulatinamente en “caminao,” “hablao,” y “vivio.” Esto no es por vagancia como dicen algunos perfeccionistas, sino porque históricamente el ser humano trata de hacerse la vida más fácil, aunque hay algunos a los que se les pasa la mano.
Quizás esto no lo sepa tu novia que se da tantos aires, pero recomiéndale que tome un cursito acerca del idioma español o lingüística comparada que están un poquito caros, pero de los cuales se aprende bastante.
Lo que pasa mijo es que aquí llega mucha gente que quiere de algún modo sentirse superior y tratan de utilizar el español formal como una forma de diferenciarse y ejercer cierto poder y superioridad sobre las personas que hablan un español distinto coloquial. Si ella es feliz hablándolo así en el mal llamado “castellano puro y virgen,” que lo haga, pero que no te venga a acomplejar ni mirar en menos porque es realmente injusto. También le recomendaría que vaya a un país sudamericano a dar consejos que nadie le pide y donde le dirán, “pero piba no seas fule, vos te hacés o sos boluda,” o “dejáte de bobadas, venite con cuidado hablá como querás, que para mi pasás piola.”
En tu caso, y esto es una sugerencias para que te entretengas, Lo de un curso en los colegios universitarios online o presencial en literatura te ayudará para ocasiones en que debas usar el español formal y echártelas.
Adió y póltate bien.
Tu Tía
Comentario a los sabios consejos de la Tia Julia.
Con Micaela fuimos a la Parada Puertorriqueña y tuvimos la oportunidad de conocer en vivo y directo a los concejales de Hartford que apoyan al alcalde Bronin y parece que son tímidos. Nos gustaron las carrozas, las reinas y los caballitos paso fino. Lo del lechoncito que acompañaba a Stephanowski nos pareció extraño, aunque representativo. Gracias, Micaela y Juan de Manchester.