“Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros”. Jean -Paul Sartre
El despedir un año y recibir el nuevo, ha sido tradicionalmente un evento importante en la sociedad en que vivimos. Reímos y lloramos, recordamos eventos pasados y con mucha esperanza esperamos el nuevo año. Se encienden luces, se escucha la música, nos abrazamos los unos a los otros celebrando el terminar de las pasadas 24 horas y el comienzo de otras.
Esta tradición es lo aceptado y practicado.
Algunas veces la vida nos da sorpresas y que mejor tiempo que en el comienzo de un año nuevo para recibirlas con gratitud.
En estos pasados días, gracias a una entrevista radial que hace mención de una película recientemente presentada en el mercado local, decidí ir a verla para entender el por qué dicha película había sido objeto de la atención de dos prominentes personas de nuestra comunidad isleña.
Como en otras ocasiones, aclaró que no soy crítico de cine, pero creo tener un grado de curiosidad me llevó a ver el filme “NO MIRES ARRIBA”. Mi primera reacción fue el título, ya que me vino repentinamente un “ flash back” de mis experiencias con jóvenes boricuas en los EEUU. Recuerdo quejas de estadounidenses cuando trataban de comunicarles algo a los puertorriqueños y estos bajaban la vista en señal de respeto y humildad, mientras los estadounidenses pensaban que era una falta de respeto esta antigua costumbre borinqueña. Somos diferentes y respondemos diferentemente aun en los pequeños detalles que inundan nuestra vida cotidiana. Excusen el haber intercalado esta anécdota, pero el título me llevó al pasado. Regresemos al presente.
Este filme es una mordaz sátira al gobierno estadounidense y a su pueblo; a la indiferencia de esta nación a lo que lo rodea y donde el valor o importancia de lo sustancial, de lo trascendental es ignorado o simplemente no lo perciben. Esta cinta se burla y caricaturiza a los estadounidenses como seres envueltos en un mundo enajenante, materialista y superficial donde los medios noticiosos y del espectáculo fomentan una estrecha visión del mundo en que viven. El filme resalta cómo es que los poderosos (políticos, religiosos, miembros de las fuerzas armadas y gobernantes) promueven el engaño y donde el diálogo o pensamiento crítico gira en un frenesí incontrolable de mediocres y ahuecadas decisiones y suposiciones.
La población estadounidense, en esta cinta, no visualizan las probabilidades de un cataclismo porque son omnipotentes, viciados en sus propios estilos de vida, no aceptan o reconocen su situación crítica. Cuando finalmente se dan cuenta de su mortalidad, recurren a un carismático “mago” o líder espiritual para salvarlos, entonces este personaje persuade a los poderosos a seguir su plan porque los llevaría a tener increíbles beneficios económicos. Aquí los dejo para que la vean y la disfruten.
Este filme es un retrato no solamente de lo que sucede en los EEUU sino en otras partes del mundo, incluyendo, lamentablemente a Puerto Rico.
Es una cinta dura de tragar porque nos estruja la verdad en la cara, a todos, de lo que está sucediendo en nuestro diario vivir. Es un espejo de nuestra existencia, del letargo en que vivimos, donde la mayoría se niega a reconocer o aceptar y mucho menos cuestionar las normas y reglas impuestas a nuestros pueblos que los mantienen dóciles, pero bien entretenidos ciudadanos del mundo.
Leí muchas críticas de este filme que me parecieron interesantes. Algunos “expertos” (estadounidenses) en estas cuestiones la clasifican como una sátira a la crisis climática. Esto es correcto, pero demuestran una vez más, la escasa visión o escaso conocimiento del mundo que los rodea. Es cierto que el filme recibe elogios de otros, pero aun estos no escudriñan las entrañas de esta cinta, manteniendo en su análisis una superficialidad decepcionante. Por otro lado, encontré a más de 800 hispano parlantes que criticaron el filme. De estos aproximadamente el 87% comentaron favorablemente la cinta señalando como esta película criticaba las violaciones y políticas de las naciones poderosas hacia los menos poderosos.
Fue refrescante leer los comentarios de l@ herman@s hispanos dejándonos saber que poseen una aguda percepción de los temas de este filme.
No hay duda de que la actuación de un gran elenco de artistas (Meryl Streep, Leonardo Di Caprio, Jennifer Lawrence y otros) fue un factor importante. Pero el mensaje de este filme es lo que la hace valiosa. Llevaron detalles a escena que, aunque pasan mayormente desapercibidos ilustra la intención del filme de crear conciencia en el público.
Esta presentación cinematográfica es un excepcional reto para los seres humanos que la vean. No es simpática, pero es un intento genuino de educarnos y de llevar un mensaje de alerta.
Es un recordatorio de que la lucha por un mundo mejor tiene muchas formas y caminos.
Rompamos Cadenas.