Pide que autoridades investiguen a fondo el caso de las tarjetas que supuestamente no fueron entregadas a las trabajadoras del hogar
NORWALK. Glenda Benítez, hondureña, reside desde hace cinco años en Norwalk, decidió trabajar como voluntaria de la iglesia Corner Stone ubicada en 718 West Street, lugar donde funciona en el segundo piso la oficina de la organización Comunidades sin Fronteras, encargada de manejar el programa de tarjetas de débito, un regalo para los trabajadores del hogar de Norwalk, emitidas por la Alianza Nacional de Empleadas Domésticas. El viernes 15 de julio entre la una y dos de la tarde, llegó a la iglesia la Policía de Norwalk para investigar sobre el robo de una cartera propiedad de la Sra. Carmen Lanche, quien, antes de que lleguen los uniformados, dijo a las mujeres que estaban almorzando con ella dentro del templo, que en el bolso se encontraba su computadora, papeles personales, documentos de su casa, unos pasaportes y las tarjetas de las trabajadoras del hogar.
“Estaban todas almorzando en la oficina. La señora Frances (Núñez) una señora colombiana que no se su nombre y la señora Carmen Lanche, que es la directora de Comunidades Sin Frontera. Yo estaba trabajando, ayudando, doblando unas ropas porque la Sra. Frances regala ropa, pañales y yo me había ofrecido para ayudar. Conocí a la señora Frances cuando ella trabajaba en la clínica y me ayudó a renovar mi seguro médico. La dejé de ver, pero un día la encontré y le dije que si podía ir a ayudarla. Ella me dijo que sí. Ese día (del robo) Carmen nos dijo que había llegado alguien que había tomado su cartera, su bolso con su computadora, sus papeles personales, los documentos de su casa y unas tarjetas de las trabajadoras del Hogar”.
Narración que hizo en una entrevista a este semanario, luego de que había leído el informe periodístico publicado por esta casa editorial en la edición del viernes 2 de septiembre bajo el titular: “Activista de Norwalk CT, supuestamente repartió tarjetas en efectivo a familiares y amigos …y no a trabajadores del hogar como exige la ley”.
Por lo que le pareció extraño que en el informe periodístico la señora Lanche aseverara: “que las tarjetas nunca se manejaron en su organización, sino que la Alianza Nacional de Trabajadores lo hacía en forma automatizada”; mientras a las mujeres que presenciaron el robo les dijo que en su cartera estaban las tarjetas.
Maricarmen Godoy, autora de la investigación sobre las tarjetas preguntó a Glenda: “? ¿Usted vio las tarjetas?, “No yo no ví nada, sólo escuché a la señora Carmen que dijo: ¡Se llevan mis cosas!, ¡se llevan mis cosas! ¡se llevó mis papeles, mis tarjetas ¡Agárrenlo!; pero yo no hice nada. Me quedé ahí. La señora Frances intentó detener al hombre, pero el hombre bajó las gradas corriendo. El hombre era flaco, poquito más flaco que yo, no muy alto, parecía hispano, pero no hablaba español, solo puro inglés habló”, dijo Benítez.
En ese momento, de acuerdo con Benítez, las mujeres salieron corriendo detrás del ladrón, pero no encontraron a nadie en ninguna de las calles y la señora Frances le ordenó que subiera la bicicleta que el ladrón había dejado afuera en medio de su huida; y para ese momento ya había llegado la primera patrulla policial, pero como Benítez no habla inglés no entendió la conversación.
Al irse la Policía, conforme con Glenda Benítez, la señora Frances le dijo que lamentaba mucho pero que debía sacarla de su posición de voluntaria porque consideraba que el robo era premeditado porque ella era la única persona extraña en el grupo y porque días antes le habían inculpado de que estaba sacando y llevando información confidencial de la iglesia y también la señora Carmen Lanche le había cuestionado preguntándole ¿Por qué siendo ella católica había decidido venir de voluntaria a esta iglesia (protestante)?.
A esta decisión de Núñez de sacarla súbitamente del trabajo de voluntaria, Benítez dijo que lo menos que debe hacer la iglesia es ofrecerle una disculpa pública porque no fue correcta la forma en cómo la humillaron botándola sin evidencias ni pruebas de que fraguó el robo en complicidad con el ladrón. “Por eso yo busqué la forma de conocerla, Maricarmen, porque no es justo lo que me hicieron en la iglesia, porque debe haber tenido algo que ver la policía me hubiera interrogado y eso no sucedió. Y no es justo que si había unas tarjetas con dinero para las trabajadoras del hogar no se las hayan dado. A Dios gracias, yo no necesito porque tengo dos trabajos y con eso remedio mis gastos”.
LA POLICIA INFORMA
El teniente Joe Dinho, vocero del Departamento de Policía, en un comunicado dirigido a nuestro semanario informó: “Según la información que proporciono a continuación, localicé el siguiente incidente en nuestro sistema informático. El 7-15-22 aproximadamente a las 2:37 horas, la policía recibió una denuncia de hurto de una mujer que afirmaba ser miembro de la Iglesia Corner Stone ubicada en 718 West Ave., Norwalk, CT. Al llegar, la policía se puso en contacto con la denunciante, quien afirmó que se estaba realizando un estudio bíblico cuando un hombre hispano desconocido entró a la iglesia y solicitó ser parte del grupo. La denunciante le dijo además al oficial que este hombre luego entró en una oficina de la iglesia y tomó una computadora portátil del interior, que pertenece a otra persona, y luego salió corriendo de la iglesia con la computadora portátil.
Según el informe policial, el oficial luego habló con la propietaria de la computadora portátil que también estaba en la iglesia, y que la denunciante original tradujo la conversación entre el oficial y la propietaria de la computadora portátil, ya que la propietaria no hablaba inglés. Ambos le dijeron al oficial que no se mostró ningún arma y que no se hicieron amenazas. La computadora se describió como una computadora portátil Hewlett Packard con un valor de 1.500 dólares; no había ningún número de serie disponible. Al oficial le dijeron que la computadora portátil estaba dentro de una bolsa blanca y negra que parecía una cebra. También se le dijo al oficial que dentro de la bolsa con la computadora portátil había pasaportes pertenecientes a su dueña y su familia (no se indica el país de emisión).
La denunciante afirmó que el hombre salió corriendo de la iglesia en una dirección desconocida y que no había imágenes de video disponibles. El oficial revisó el área, pero no pudo localizar al sospechoso…”.
Este semanario se contactó con la señora Frances Núñez y la señora Carmen Lanche. Núñez dijo que “respetaba mucho el trabajo de la prensa y el trabajo de la periodista Godoy, a quien conoce hace muchos años, que iba hablar con los directivos de la iglesia para -posteriormente-dar una declaración, pero admitió que se puso muy nerviosa y botó a Glenda Benítez sin meditar correctamente. La Sra. Lanche no respondió al pedido de entrevista.
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NOTA ACLARATORIA: El teniente Dinho omitió en su comunicado los nombres de Frances Núñez y Carmen Lanche, cuyos nombres si aparecen en el reporte policial original, por políticas de información pública policial puesto que en el incidente no hubo arrestos.