El pasado martes 31 de diciembre, último día del año 2019, y a las once de la mañana; se conglomeraron mas de cien personas en el atrio principal de la Academia de Ciencias Médicas y Deportes de Hartford para conmemorar la vida de Roberto Enrique Clemente Walker.
Mas conocido como Roberto Clemente, esta personalidad del deporte nació en Puerto Rico el 18 de agosto de 1934 falleciendo trágicamente el 31 de diciembre de 1972 cuando el avión que había fletado para llevar ayuda a las víctimas de un terremoto que devasta a Managua, Honduras el 23 de diciembre de 1972, cayó al mar en la costa de Isla Verde debido a fallas mecánicas.
Aunque la Academia aledaña al estadio Dillon y el parque Colt se encontraba en periodo de vacaciones, la animación, alegría por los encuentros de fin de año, y la presencia de lideres de la comunidad, voluntarios, Exploradores de la Policía, Cadetes del Departamento de Bomberos, los integrantes del activo y dinámico Comité de Conmemoración de la Vida de Roberto Clemente, y estudiantes y maestros de la institución académica; despedían el 2019 recordando a la leyenda del beisbol de Puerto Rico.
Los medios de prensa puertorriqueños y latinoamericanos se dieron cita para cubrir este importante acto cívico ya tradicional en la agenda de la ciudad de Hartford donde el nombre del fenecido héroe boricua ha inspirado a la Liga de Beisbol local, y al artista Corey Payne quien el pasado primero de noviembre del 2018 presenta un colorido mural con el rostro del beisbolista, quizás el más recordado en la historia de este deporte popular en el Caribe y en los Estados Unidos.
Clemente falleció a los 32 años y entre otras citas y frases célebres se le adjudica una que reza “en cualquier momento donde tengas la oportunidad de hacer algo que marque la diferencia en este mundo y no lo hagas, pierdes tu tiempo en el planeta.”
Durante el vistoso programa vino a la memoria de todos los asistentes como fue que Roberto Clemente sintió el llamado de ayudar al pueblo de Managua, capital de Honduras devastada por un terremoto con una magnitud de 6.2 puntos en la escala de Richter, seguido casi una hora después por dos réplicas de una magnitud 5 y otra 5.2 de la misma escala.
El periodismo internacional calificaría este impacto telúrico como uno semejante al efecto apocalíptico de las bombas atómicas arrojadas por los Estados Unidos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.El mal estado de las construcciones sobrevivientes de otro terremoto ocurrido el 31 de marzo de 1931, había agravado la caída de casas y edificios sepultando a cientos de personas.
Las noticias de la catástrofe llegaron a Puerto Rico informando la muerte de unas 20,000 personas de unos 23,000 heridos; además de tres incendios gigantescos que solo pudieron controlarse después de dos semanas agravadas por la desesperación de los sobrevivientes, saqueos y desolación.
También se informaba en Puerto Rico acerca del sufrimiento y terribles penurias de las familias mas pobres lo cual motiva a Clemente a fletar un avión DC-7 (que ya había tenido fallas mecánicas) con una carga en ayuda que sobrepasaba las 4,200 libras.
“Roberto Clemente se había enterado de como dos envíos anteriores habían desaparecido debido al ambiente de corrupción y abusos perpetrados por esbirros y familiares de la familia de Anastasio Somoza por lo cual decidió ir en el viaje y supervisar directamente la distribución de alimentos, agua, dinero y ropas,” informaron periódicos de la isla.
Fue una decisión heroica la de Clemente debido a los problemas de seguridad en áreas de Managua controladas por criminales que actuaban libremente debido al caos social, la posibilidad de adquirir enfermedades producidas por la contaminación del agua potable, la ausencia de electricidad, y el riesgo de un viaje aéreo aterrizando y despegando en pistas averiadas e inseguras.
El avión caería al mar poco después de elevarse del aeropuerto y la noticia de la desaparición del deportista puertorriqueño, los acompañantes y la tripulación cubrió de duelo las tradicionales celebraciones navideñas en la Isla.
Conversando con Eugenio Caro y Julio Concepción, además de otros de los asistentes a la Octava Conmemoración de la vida del atleta, orgullo de Puerto Rico; todos estos recuerdos vinieron a la memoria de los asistentes en un programa cívico cultural que contó con la presencia de Luke Bronin, el alcalde de Hartford y otras autoridades.
El programa se inició con las palabras de bienvenida de Jennifer Pérez y la bendición del diacono puertorriqueño Ramón A. Rosado, seguida por la interpretación de los himnos nacionales de los Estados Unidos y Puerto Rico por parte de Tahjeanna Mercado.
Hicieron uso de la palabra José Colon, director de la Academia de Deportes y Ciencias Médicas, Leslie Torres-Rodríguez, superintendente de escuelas, y el alcalde Luke Bronin.El orador principal fue Geraldo Reyes, y uno de los mensajes estuvo a cargo del abogado Jeffrey Dressler.
Los contactos entre la comunidad deportista de Hartford y la familia de Roberto Clemente han sido siempre cercanos e incluso se ha contado en el pasado con la visita de Vera Clemente, esposa del héroe puertorriqueño e hijos del deportista.En esta oportunidad se leyeron mensajes de la familia del pelotero dirigidas a la comunidad.La música no podía faltar y crearon el ambiente navideño/folclórico el grupo musical Los Gigantes de la Plena.
En un esfuerzo que se aplaude porque permite la educación de futuras generaciones, se expuso una hermosa y bien organizada exposición permanente de retratos, libros y recuerdos dedicados a Roberto Clemente.
Los integrantes del Comité organizador del memorial fueron los estudiantes Jordan Rivera, Alejandro Soriano, Connor Hasson, Isaiah Sierra, Brandon Mercado y Ray Tirado.Los adultos que dedicaron tiempo y esfuerzos a este significativo homenaje son Jennifer Bermúdez, Pedro Bermúdez, Alex Mercado, Pedro Mercado, John Murphy, Eliezer Mercado, Eugenio Caro, Sammy Vega, Julio Concepción y Donna Swarr.Es digno destacar la participación de jóvenes a quienes inspira el legado de Clemente.
Los organizadores ya se preparan para la celebración del 2020 y quienes deseen cooperar o ser auspiciadores del evento que se celebrara el jueves 31 de diciembre de este año, pueden comunicarse con Alex Mercado al 860-695-6971 o al portal merca001@hartfordschool.org.
Al beisbolista que ocupaba el campo derecho del diamante se le atribuyen 3,000 carreras a favor de su equipo los Piratas de Pittsburgh.Su nombre de incorpora después de su muerte al National Baseball of Fame en 1973 haciendo justicia a un jugador que dedica 18 temporadas al deporte del beisbol de los Estados Unidos poniendo en alto a la comunidad puertorriqueña de toda la nación americana que le recuerda con orgullo, pero a la vez dolor por su prematura partida.
El nombre de Roberto ilumina a una escuela en New Haven y a la leyenda de su nombre se añaden datos interesantes tales como la fatídica predicción de su muerte, según lo asevera su viuda y compañeros de equipo.Su trayectoria en equipos estadounidenses no fue fácil debido al color de su piel y nacionalidad puertorriqueña y quizás este hecho le predisponía al pesimismo y el pronóstico de su muerte.
El dictador Anastasio Somoza, un sirviente de las Compañías de las Frutas estadounidenses que explotaron a Centroamérica y a la vez un siniestro líder de una cruel dictadura; debió escapar del país con su familia en 1979, cuando asciende al gobierno el partido sandinista dirigido en esos tiempos por Daniel Ortega. Años después morirá asesinado en Paraguay cuando preparaba su retorno.
El comité agradece a los auspiciadores que hicieron posible este octavo homenaje que se inicia al aire libre en el 2012.Ellos son el abogado Jeffrey Dressler, Hartford Yard Goats, Restaurante Riquísimo, DD, Liga de Softball Los Amigos, Crown, La Parada Puertorriqueña de Hartford, Mega Education, the Sloppy Waffle, Hartford Prints, Carlos López, Fiesta Time Flower Shop, Sunshine Cleaner, y el Representante Estatal Julio A. Concepción.