Pregunta
Respetada Tía:
Le escribo con el anhelo intenso de que me dé en confianza su sabia opinión y un posible remedio para el tremendo problemita que tengo con mi esposo Pito quien siempre ha sido muy temeroso, aunque aparentemente no le tiene miedo a nada, pero eso sí, cambia mucho demasiado cuando hay inundaciones, tormentas con rayos y centellas, amenazas de tornados y los condenados huracanes que afectan en estos tiempos a Puerto Rico, Cuba y la República Dominicana.
A Pito lo criaron en el hermoso pueblo de Aguas Buenas y habla en un tono muy bajito pero profundo, a pesar de que mide 6.3 pies, tiene los hombros anchos, es peludo en las manos, los brazos, el pecho, y en los hombros, al punto que como decía una amiga, pareciera tener los sobacos al revés.
Sin embargo, cualquier estruendo o un relámpago le pone más nervioso que una tortuga en un cumpleaños de elefantes y hasta tirita de un modo que cualquiera pensaría que es un cobarde o esos tipos que andan con un orgasmo constante. Como será que no soportó ver los funerales de la Reina por lo de los cañonazos.
Pitin que sobrevivió el huracán Hugo en 1989 parece que desde allí se traumó y ahora les teme a las arañas, a los arrieritos, y a las abejas.
Cuando le conocí, no le gustaba apagar la luz en nuestro aposento nupcial y al comienzo pensé que era para darle más sabor a la luna de miel con esto de los espejos en el cielo raso; pero con el tiempo me di cuenta de que le teme a los fantasmas y al cuco, que, según él, es un reptil con cuernos, huele a azufre, se parece al diabólico Putin y más feo que los días lunes como a las nueve y cuarto de la mañana.
Ahora esta aterrado con lo de Fiona y de que Puerto Rico no tenía electricidad y había inundaciones de agua con barro y de nuevo se me traumó.
Finalmente le convencí para que escribiera algo para desahogarse y le envío lo que le salió de sus entrañas para que usted capte por donde viene la locomotora.
A la oscuridad eterna
Sentado en las tinieblas
Y más helado que un pingüino,
Miro por la ventana
La oscuridad del camino.
Se me ha enfriado la esparda
Y ya no siento el dedo chico,
Mi ombligo está lleno de escorias,
Y me molesta con ahínco.
¡Ya viene el fin del mundo!
Como decía mi Pastor
Y miraré para adentro
Para sentirme mejor.
Tres días que no me baño
Y a mi nada me importa,
Prefiero morir cochino,
Pero con mi vena aorta.
¿Cree usted que mi esposo requiere de algún tratamiento más intenso? ¿Está tan loco como Trump que se cree sus propias mentiras?
Espero sus amables sugerencias.
Susana
Respuesta
Susanita:
¿Quién no se ha escamado y aterrorizado con las tronadas y los rayos? Los que permanecen tranquilos deben ser personas excepcionales con nervios de titanio. Cuanto acontece actualmente y tan seguido en la Isla del Encanto da para pensar mucho demasiado, especialmente cuando los alcaldes corruptos se quedan con los víveres y hasta el agua que se envía a los damnificados para repartírsela a sus adherentes. (Nosotros enviamos la ayuda a través del Ejército de Salvación y la Cruz Roja).
En este sentido entiendo lo que sufre Pito, físicamente bien parado, pero traumado por sus experiencias con el huracán Hugo de 1989 y por lo que ha escuchado de Fiona. Los niñitos y niñas que llegaron a Connecticut en aquellos tiempos desde la Isla sufrían insomnio y venían aterrorizados, pero fueron acogidos por los maestros y trabajadores sociales. Aun así, Pito tiene un problema.
Esto de dormir con la luz prendida puede ser un síntoma de Desorden Estresante Post Traumático que afecta a los soldados que USA envía a Siria, Afganistán y Ucrania u otros lugares del planeta donde reina el cañonazo, las explosiones, estallidos, detonaciones y reventones.
Este síndrome llamado en inglés “PTSD” que ahora está de moda en USA donde lo que sobran son pistolas, rifles de combate, granadas de mano, o bazucas e idiotas que las disparan y no se vacunan; significa que hay seres humanos que se quedan muy tiritones después de sobrevivir algo tenebroso que haya azotado sus vidas como lo es también la violencia doméstica.
El no ser tratados por consejeros con experiencia, pudo derivar en los síntomas que muestra Pito incluso ahora, que tiene pelos en el pecho y es un manganzón fornido, pero con un corazón de nene y más asustadizo que un gatito en la serranía peruana donde los sirven con papas a la guaicaina.
El escribir puede aliviar los síntomas de ansiedad que le llevan al nerviosismo nocturno cuando le teme al cuco, pero pienso que debieras conseguir una cita con un siquiatra licenciado y con las terapias te lo dejarán como nuevo. Te recomiendo que llames al Community Health Service del 500 en la Albany y si viven cerca de la Park, al 860-527-1124 para pedir una cita.
Por otra parte, y recordando eso de que “mal de muchos, consuelo de varios,” mucha gente con eso de los apagones, los temblores en Rincón y la corrupción en la Isla donde se están robando hasta las puertas; han desarrollado temores racionales tales como que se irá de nuevo la luz eléctrica por un mes, no funcionará el aire acondicionado, y habrá que dormir vestido en el patio por lo de los remezones.
Afortunadamente Connecticut no ha sufrido tanta emergencia, comparado con ustedes en Puerto Rico con los huracanes con vientos de 120 millas por hora.
Para su propio bienestar, Pito debe desarrollar defensas ante la adversidad ya que de eso que pasen cosas, siempre pasan, y ojalá nos pille confesados, como decía mi abuelita Raquel.
Tú cuídate mucho, compra velas, una radio portátil, baterías, y linternas, ya que en Connecticut también pueden pasar cosas de repente, pero tenemos un gran gobernador llamado Nel Lamont.
Saludos,
Tía Julia.
Comentario a los sabios consejos de la Tía Julia.
Me llamo Raúl, tengo 69 inviernos y estoy ya jubilado. Estando en mi hogar y a veces mirando el techo, siento que el tiempo pasa demasiado rápido y me apena. Para peor, un sacamuelas me dijo que mis dientes y molares están en decadencia y me dieron ganas de mentarle la abuelita. Es que nunca nadie nos habló de que los jubilados de los sistemas escolares no tendríamos seguro dental y ahora han comenzado las sorpresas con estos de los implantes. Es que todos abusan de los viejolos para sacarnos los chavitos.