Amorosa tiita Julita:
Estoy enviando este emiliano cuando ya se acerca de un modo acelerado la importante fecha de San Valentín y el amor florece, aunque haga un frío del mero.
Espero que tenga una buena celebración con su novio o esposo, aunque me parece que usted es aún soltera de acuerdo con algunas observaciones de otros lectores que insinúan, con respeto, que usted es jamona. Aun así, tiita, me agradaría mucho conocerla personalmente y platicar con usted porque yo también estoy en los 40 y deberíamos comparar notas sentados en un DD con vista al hospital de Hartford.
Yendo al punto blando, le escribo para pedirle su opinión con respecto a este caso.
Hace dos años escolares estoy enamorado de una mujer en mi lugar de trabajo, pero nuestras respectivas situaciones maritales (los dos somos casados) han frenado mis ímpetus infinitos de decirle que la quiero y que la deseo con vehemencia inusitada y febril.
En distintas formas he tratado de expresarle mi cariño indirectamente a través de regalitos y poesías en la que me declaro sin decir que es ella mi único objeto amatorio pues soy tímido y disfrazo mis ansias locas de una manera artística.
Por ejemplo, para Navidades y antes de las vacaciones; le dediqué estos versos, que están escritos en una forma métrica nueva creada por mi persona y que denomino “Décima Renovada Sin Fin,” ya que la temática de esta obra no es de “montaña adentro,” sino que de “montaña afuera,” ya que yo soy, y a mucho honor, de la playa de Ponce. He aquí el fruto de mi inspiración.
A MI MUSA SECRETA
Cuando leas estos versos,
Escritos con gran pasión,
Llegarás a la convicción,
De que podrían ser para ti…
Pero no lo son.
Entonces ¿para quien serán?
Te preguntarás con desazón,
Y lo mismo me pregunto yo,
Y aunque en el fondo lo sé,
Todo me resulta tan claro,
Como una taza de café…
Y tampoco te lo diré,
O quizás más después.
Tía, le entregué estos sentidos versos con una tarjeta adornada con angelitos y arpas que compré en una tienda especializada acompañada de una hermosa agenda encuadernada 2023 en cuero importado que me costó como 100 billetes. A pesar de estos regalos que no son nimios y yo considero finos, esta hembra a la que tengo constantemente en la mente me la envió de vuelta la porque su esposo, dijo, ya le había regalado una, y puso en mi casillero del correo interno una caja de chocolates de esas que venden en la tienda de a un dólar la docena. No dijo nada de los versos, pero ya hay rumores en la escuela de que estoy tostado.
Tengo deseos de ser más claro con ella y declararme, aunque temo que me envíe a contar pajaritos, pero por otra parte prefiero mantener mi amor en secreto, aunque sufriendo.
¿Debería manifestarle lo que siento hacia ella por el Facebook o el e-mail, o me trago las palabras, aunque me duelan más que mascar una ensalada de tuercas adosada con tornillos?
Por favor respóndame pronto que muero de amor y déjeme saber cuándo podríamos encontrarnos para platicar.
Dionisio, el poeta frustrado
Respuesta
Mira muchacho, al que se le cayó una tuerca del cráneo ha sido a ti.
¿Es qué no te has dado cuenta inmoral que esa compañera de trabajo es una persona seria que no merece que la estés fastidiando con tus zanganadas y tus versos paupérrimos con sabor a morcilla trasnochada?
Me estás consultando nada más ni nada menos, canto de bribón, si sería “lícito” buscar una aventura estando ya casado. Sinceramente pienso que eres un descarado irrespetuoso y desvergonzado. Además, y vamos a hablar claro: este bochinche incordio y pelmazo de que yo soy jamona y tu invitación a que compartamos notas me parece otro atrevimiento pueril.
Volviendo al temas, ¿es que no te has dado cuenta inmoral e impúdico que esa doña a la que le has echado el ojo no siente nada por ti y hace bien en no regalarte chucherías ya que se ha dado cuenta que estás esperando una pequeña señal, para que le caigas encima?
Yo soy tan franca como fea por lo cual podría ser hasta presidenta de una Junta de Educación y ahora estoy practicando en el 2023 la terapia de la realidad que en palabras simples significa no celebrarle las gracias a nadie que me trate de jamona y pregunte bobadas.
En conclusión, mochuelo, recógete, y hazle regalos a tu propia doña.
Los versos. Yo creo que en estos momentos hay una epidemia de poetas y poetos en Connecticut ya que me están llegando continuamente unos textos que entraré a analizar de a poco, porque esto me cansa más que hipoteca refinanciada a 35 años con intereses variables. En Connecticut hay mucho tema de inspiración y talento genuino, pero hay que tomarlo suave.
Alabo tu interés por expresarte a través de poemas, pero no esto de enamorarte de mujeres casadas en silencio y en una forma casi masoquista porque sufres. Es más, ¿es que deseas convertirte en otro patas negras que ahora se han puesto de moda y provocan violencias por estos de las pistolas?
Cuando hay gente que se involucra en relaciones con mujeres casadas siendo ellos también matremoniados, esta es una relación absolutamente artificial con fingimiento porque en la mayoría de los casos se usan desodorantes, cremas y perfumes, además de ropa interior transparente. Eso y para reflexionar, NO somos artistas de Hollywood y tu vano plan no irá para ningún lado ya que muchas veces las mujeres ponen el candado de cierre para no hacer peligrar su hogar donde hay a veces hijos pequeños.
También las esposas de sinvergüenzas como tú que no son ingenuas se darán cuenta de lo que sucede debido a los arañazos de pasión en los glúteos, señales en el cuello, o juguetes eróticos que los tipos esconden en el vehículo tales como “la puñalada de goma.” Te menciono también lo de los olores extras que no son fáciles de ocultar y de acuerdo a estadísticas, la mujer engañada capta para rápido el asuntillo y tiene peligrosas opciones: o te manda de vacaciones a Ucrania o coge venganza poniéndote cuernos, ambas consecuencias lamentables para los hijos.
Hazme caso papito, recógete, medita y utiliza tu seguro médico para consultar con un terapista matrimonial CON EXPERIENCIA. Si eres religioso, estás pecando por desear a la mujer de tu prójimo como lo predican todas las religiones, con o sin diezmos.
Tu tía que te estima…a pesar de todo, JuliaComentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia. Me llamo Pancracio pero me dicen Pito y escribo desde Willimantic. Estoy llamando al Pentágono para advertirles mi teoría de que los globos que mandan los chinos al explotarlos en el espacio desparraman más virus y hacen variar el clima mucho demasiado. Nadie me ha respondido.