Un científico, quería probar una teoría. Necesitaba un voluntario que llegase hasta las últimas consecuencias. Por fin lo encontró, era un condenado a muerte que sería ejecutado en la silla eléctrica. El científico le propuso al condenado, lo siguiente: él participaría de un experimento científico que consistía en hacerse un pequeño corte en el pulso, con el propósito de que su sangre fuera goteando lentamente hasta la última gota. Le explicó que tenía mínimas probabilidades de sobrevivir, pero que, de todas formas, su muerte sería sin sufrimiento, ni dolor; ni siquiera se daría cuenta.
El condenado aceptó, porque morir de esta manera, era preferible a morir en la silla eléctrica. Lo colocaron en una camilla y ataron su cuerpo para que no pudiera moverse. A continuación, le hicieron un pequeño corte en la muñeca y colocaron debajo de su brazo una pequeña vasija de aluminio.
El corte fue superficial, sólo sus primeras capas de piel, pero fue lo suficiente para que él creyera que realmente le habían cortado las venas. Debajo de la cama, fue colocado un frasco de suero con una pequeña válvula que regulaba el paso del líquido, en forma de gotas que caían en la vasija. El condenado, podía oír el goteo y contaba cada gota de lo que creía era su sangre.
El científico, sin que el condenado lo viera, iba cerrando la válvula, para que el goteo disminuyera, con la intención de que pensara que su sangre se iba terminando. Con el pasar de los minutos su semblante fue perdiendo color, su ritmo cardíaco se aceleraba y le hacía perder aire a sus pulmones. Cuando la desesperación llego a su punto máximo, el científico cerró por completo la válvula y entonces el condenado tuvo un paro cardíaco y murió.
El científico consiguió probar que la mente humana cumple estrictamente todo lo que percibe y que el individuo lo acepta, sea positivo o negativo, actuando sobre toda nuestra parte psíquica y orgánica.
Siempre he pensado que la mente no tiene límites cuando se engaña ella misma. Peor aun cuando no entiende las cosas y fabrica lo que puede para entender, como cuando vemos cosas que las tomamos como sobrenaturales pero que en realidad no lo son.
Muchas veces en nuestra vida se nos presentan problemas que parecen ser desastrosos. Posiblemente haya alguien que nos diga que hay una pequeña o ínfima posibilidad de revertir dicha situación, pero nosotros decidimos creer sólo lo que somos capaces de percibir e imaginar.
¿Qué ocurre tras la muerte?
Qué nos ocurre tras la muerte es una pregunta que todos nos hacemos. Parece ser que hay algunos datos objetivos sobre lo que ocurre tras la muerte.
El miedo a la muerte
Katya tenía miedo de morir. Desde el anuncio de la reanudación de su cáncer, tenía un miedo intenso a lo que estaba esperándola del otro lado. Katya fue una estadística y científica en su cultura y atea, que estaba convencida de que, tras la muerte, no podía existir otra cosa que “un gran vacío, negro absoluto, y para siempre.” Por la noche, tenía ataques de ansiedad. Sus amigos le habían dicho que dos tercios de los habitantes del mundo no comparten esta visión nihilista: creen que cada alma continúa a través de vidas sucesivas. Pero Katya replicó que los mismos dos tercios del mundo también creen en el derecho de golpear a su esposa. No le tranquilizó mucho. Solo podía decir, por supuesto, que, si alguien dice saber lo que sucede después de la muerte, es alguien presuntuoso. Sin embargo, muchos médicos tuvieron encuentros sorprendentes con algunos pacientes clínicamente muertos: sus electroencefalogramas permanecieron planos durante varios minutos, y regresaron…
Experiencias de los que han vuelto tras la muerte
Aunque no estés particularmente interesado en qué ocurre tras la muerte, muchos pacientes han contado su experiencia, una prueba que los cambió para siempre. Tenían la conciencia de estar muertos y de pasar al “otro lado”. Se encontraron con una luz muy brillante que los recibió y de la que emanó mucho amor y amabilidad. A menudo se habían encontrado personas muertas hace mucho tiempo que los miraban con cariño, y les decían que aún no había llegado su momento y que tenían que irse. Primero se arrepintieron de este regreso y recordaron el dolor cuando tomaron su lugar dentro de su cuerpo magullado. Esta experiencia les ha cambiado profundamente: son más capaces de hablar de sus sentimientos, son más abiertos a los demás y están más afectados por el simple placer de sentir la presencia de la vida que les rodea. Y, sobre todo, nunca han vuelto a tener miedo de lo que les ocurre tras de la muerte.
En todas las culturas y en todas las épocas
Estas descripciones sobre qué ocurre tras la muerte las encontramos en todas las culturas y en todas las épocas de la humanidad. Ciertos elementos, como la alegría, la sensación de flotar en un túnel y la presencia de una luz muy brillante, son tan frecuentes que uno puede imaginar que se deben a las alucinaciones de un cerebro sin oxígeno. Pero, ¿cómo se explican los detalles que notan los pacientes cuando se ven flotando sobre los médicos que intentan resucitarlos y de los cuales en algunos casos pueden repetir las palabras pronunciadas? ¿Se pueden comparar las alucinaciones que ocurren durante la asfixia temporal con experiencias que transforman la personalidad de quienes las experimentaron?
Fuentes:
Revista Quora; ¿Qué Ocurre después de la Muerte? www.elartedelaestrategia.blogspot.com/2018/09/que-ocurre-tras-la-muerte.html
Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia. Nota : Si has encontrado esta columna útil o interesante, o si tienes alguna pregunta, puedes comunicarte con el autor por correo electrónico a : wallygracia@yahoo.com