Todos somos influenciados de una manera o de otra por las voces que nos habla. Hay voces audibles, voces que escuchamos a diario de familiares, amigos y personas con las que nos relacionamos. Ellos nos hablan y nos dicen cosas positivas y/o cosas negativas. Pero para la mayoría, estas voces casi siempre tienen un propósito y las escuchamos claramente cuando nos critican, nos minimizan, y nos desaniman.
Déjame contarte una pequeña historia de algo que sucedió hace unas semanas, pero que casi nadie sabe.
En días de la Tormenta que tuvimos en Octubre, mientras todos se preocupaban por la falta de electricidad, hubo dos niños que estaban jugando en un lago en un pueblito cerca de aquí. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. Cuando de pronto, uno de los niños cayó al agua. El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del agua, tomó un pedazo de madera de una rama de gran tamaño tratando así salvar a su amigo. Y al fin lo logró.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: -“¿Cómo lo hizo? El lago era bastante profundo, y era casi imposible que lo hubiera sacado del agua con una rama de árbol.” En ese instante apareció un anciano que presenció el incidente y dijo: -“Yo sé cómo lo hizo”.. -“¿Cómo? …” -le preguntaron al anciano y el contestó: “¡NO HABIA NADIE A SU ALREDEDOR PARA DECIRLE QUE NO PODIA HACERLO!”
Ese es el problema de muchas personas, siempre tienen a alguien a su alrededor que les dice “NO SE PUEDE”. “TU NO PUEDES hacer esto” “TU NO PUEDES hacer aquello”. “TU NO PUEDES casarte de nuevo”. “TU NO PUEDES volver a estudiar después de viejo”. “TU NO PUEDES hacer ese negocio”. “TU NO PUEDES ser feliz”. “TU NO PUEDES… TU NO PUEDES… TU NO PUEDES… TU NO PUEDES”.
Es tiempo de callar esas voces que nos acosan y nos persiguen desde etapas tempranas en nuestra vida. Tal vez tu padre o tu madre te decían “TU NO PUEDES”, “Tu eres más bruto que canuto.”
¿Quién te ha dicho que no serás feliz? ¿La vida? ¿Alguien en tu pasado? Tal vez haya en tu pasado alguna palabra aun dando vueltas en los espacios inconcientes. Tal vez sin saberlo te has convertido en una víctima de circunstancias lejanas y tus complejos internos han quedado atrapados allí… en un tiempo, en un lugar. No creas que no puedes, eso es darte la orden inconciente para no poder hacerlo justamente. Es como un nudo duro, una atadura que no deja que vibres más y mejor. Así pasan los días, los meses, los años y miras tu presente y te preguntas ¿qué he hecho hasta ahora? … y la respuesta está en tus obras, en los efectos de tu personalidad.
De tu libertad interior depende tu éxito. Una persona que no es libre interiormente, que esta atada a situaciones pasadas es como un barco que lleva un ancla sin elevar. Arrastra consigo una carga que hace más lento su andar. Estamos hechos de recuerdos y constantemente nos recordamos “quienes, qué o cómo somos”. En la búsqueda de aprobación del otro entregamos algo caro, nuestra sincera capacidad de decidir por nosotros mismos y nos quedamos sin lo que siempre tuvimos y no supimos comprender: nuestra verdadera plenitud.
Tal vez hayas tenido la felicidad en tu vida y la dejaste escapar, alguien en la noche te recordará. Pero esto tiene remedio: resolución y cambio. Ya no necesitamos una voz que nos diga de lo que somos o no capaces. Lo sabemos y solo falta decidirnos a hacerlo. Por lo tanto decídete a vivir una vida más plena y con la confianza en la capacidad de sacar lo mejor que hay en tí.
Aprende a amar y aprende a ser felíz, trata de no confundirte cuando traten de venderte la receta de la felicidad, eso Dios te lo ha dado hace tanto tiempo… sólo falta que la busques dentro de ti, porque es como una semilla que germina en un tiempo y brilla en su plenitud, más llega un momento que se marchita y parece que nunca más, pero siempre llega el tiempo de volver a empezar.
Recuerda, siempre tendrás a tu alrededor los que gratuitamente te van a desanimar, a criticar y a recordarte que “No se puede”. Sólo tu, con la ayuda de Dios puedes comenzar a creer en ti mismo y en el potencial que Dios te ha dado. Entonces y sólo entonces:
“¡NO HABRÁ NADIE A TU ALREDEDOR PARA DECIRTE QUE NO PUEDES HACERLO!”
Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
Nota: Si has encontrado esta columna útil o interesante, si tienes alguna pregunta, puedes comunicarte con el autor por correo electrónico a: wallygracia@yahoo.com