Esta pandemia sigue causando estragos por donde quiera que vaya, y uno de los espectáculos mayormente afectado es el futbol. No solo por lo económico, sino también en lo logístico, anímico, estratégico y profesional. Y, parece que todo esto le viene afectando al club en todas sus áreas, especialmente en lo técnico y en lo futbolístico.
Por estas dos razones el Director Deportivo del New York Red Bulls, Kevin Thelwell, en un comunicado de prensa el día 4 de septiembre, dejo el siguiente comunicado: “En nombre de la organización, me gustaría agradecer a Chris, por su arduo trabajo y dedicación al club. En este negocio, tenemos que tomar decisiones difíciles basadas en el desempeño y, fundamentalmente, en los resultados. En este momento, es mi decisión que debemos ir en una dirección diferente para cumplir con las ambiciones que tenemos para nuestro club de fútbol. Deseamos a Chris y CJ, todo lo mejor en sus proyectos futuros”.
Con esta noticia sobre la mesa, puedo anexar que Chris Armas, fue contratado en el 2018, y dejo un balance muy pobre hasta la fecha con 33 triunfos, 11 empates y 27 derrotas. Lo que lleno el vaso para que fuera despedido, fue la pobre presentación del equipo en lo que va del año; sin olvidar sus últimas tres derrotas consecutivas en el torneo de la MLS (Major League Soccer).
Pero quiero agregarle a la salida de Chris Armas del equipo, que el único culpable de su mala racha en el equipo fue el mismo, y ahora le digo el porqué. Cualquier técnico en el mundo sabe que en la actualidad esa posición es de resultados, pero positivos, o si no, será despedido inmediatamente. Cuando Chris Armas fue contratado había jugadores experimentados, que salvaban partidos y mantenían al equipo equilibrado y mostrando un buen espectáculo. Poco a poco le fueron sacando los jugadores vitales, y le enviaban jugadores de la cantera, o en el peor de los casos, jugadores normalitos y de bajo perfil, o sea jugadores que no le aportaban en nada al colectivo. No vamos a decir nombres porque de todas maneras no los van a reconocer. Se fue Robles, Adams, y el goleador BW Phillips; jugadores fundamentales en el esquema de los New York Red Bulls. Y, el técnico callado, no decía nada, ni exige nada.
Se comenzó la temporada 2020, y hasta la fecha, y más allá de Kaku, Kyle Duncan, Omir Fernández y Christian Cáceres, aquí no hay quien brille, ni saque la cara por la escuadra roja. Y lo peor de todo es que el señor Chris Armas, no exigía, no hablaba, y solo se limitaba a trabajar con lo que le daban y le traían para tapar remiendos. Ahí fue donde fallo la técnica, en su permisividad, en su falta de comunicación y de exigencia hacia los directivos.
Se pensó que dando la oportunidad al tercer técnico sudafricano Bradley Carnell, las cosas iban a mejorar, pero la realidad nos volvió a tocar, y esta vez fue en la misma Arena de los Red Bulls, al caer apabulladamente 3-0, ante el Philadelphia Union, un equipo que gano sin mayor esfuerzo.
Me perdonan los hinchas del equipo rojo y su cuerpo administrativo, pero es que aquí no se hizo o se armó un equipo para ganar un torneo. Aquí lo que hay es un equipo sencillo, humilde y trabajador, solo para hacer presentaciones de baja calidad. O sea, un equipo para estar de los ocho hacia abajo en el torneo. El equipo lleva más de 26 años esperando por un título, y a la velocidad que vamos, creo que nunca llegara por la falta de visión del señor Kevin Thelwell y toda su junta directiva. Ya es tiempo señores que armen un equipo para “GANAR TITULOS” y no un equipo solo para “PARTICIPAR”.
Creo que los fanáticos ya comienzan a sentir el cansancio de comprar sus entradas, su camiseta y de darlo todo por el equipo; mientras los dueños de esta institución haciendo la mínima inversión para poder mantener un equipo regular en el torneo y eso no es justo. La derrota en casa demuestra que no hay visión, no hay una planeación, no hay un trabajo serio, ni tampoco la creación de un proceso nuevo desde las mismas entrañas de los New York Red Bulls.
Da tristeza lo que pasa con esta franquicia, porque poco a poco están matando una pasión, una Ilusión y una institución, que se merece todo el respeto del mundo por los mismos hinchas, que, en esta época de pandemia, sufren demasiado desde sus casas.
¿Hasta cuándo aguantaran los hinchas del “toro-rojo” esta burla o esta farsa, de poca inversión en un plantel? Aquí lo queremos es ver es un equipo grande, que tenga el alma guerrera como Nueva York. Necesitamos un equipo con estrellas, fuerte, demoledor, ganador y que brinde espectáculo. Ya nos cansamos de ver un equipo frágil, sencillo, con jugadores livianos y con derrotas consecutivas.
Mi llamado una vez más es para los altos mandos de la institución como Kevin Thelwell y Denis Hamlett. Señores por favor… Inviertan en el equipo como lo hacen en Miami, Los Angeles, Canadá, etc. Esa es la diferencia, en hacer buenas inversiones, desde ahí arranca el equipo, con personas capacitadas y visionarias, que puedan distinguir entre un jugador para ganar un partido, y un jugador para ganar un título.
Este equipo como va no llegara sino al fondo de la tabla; sino se comienza a trabajar con seriedad, responsabilidad, profesionalismo y ética, terminaremos allá. Lo digo por la bella fanaticada que tienen los New York Red Bulls, que no solo son de New York, sino que son también de New Jersey y Connecticut.
Señores, manos a la obra para la construcción de un equipo grande, que nos haga soñar y que por fin se logre ese primer título para toda esta hinchada del área tri-estatal que por muchos años ha visto este sueño truncado.
NY Red Bulls