De éstos, el jamaicano Orville Etoria ya fue repatriado a su país el pasado septiembre y, a principios de octubre, las autoridades de esta monarquía absoluta anunciaron la llegada de otros once migrantes de terceros países deportados por Washington, en el marco de un acuerdo bilateral de cooperación en materia migratoria.
Delitos
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense afirmó a mediados del pasado julio que los deportados estaban acusados de delitos como asesinato, agresión y robo, si bien sus abogados han afirmado que ya habían cumplido sus condenas y algunos de ellos llevaban años fuera de la cárcel.
“Que mi cliente se haya visto obligado a tomar una medida tan drástica pone de manifiesto que él y los otros hombres deben ser puestos en libertad. Los gobiernos de Estados Unidos y Esuatini deben asumir la responsabilidad de las consecuencias humanas reales de su acuerdo“, señaló David.
Amnistía Internacional (AI) ha pedido a Esuatini que se garantice a estos hombres el acceso a asistencia legal, mientras tres organizaciones de la sociedad civil de África austral presentaron en agosto un recurso contra la deportación de los migrantes, al denunciar que los términos del acuerdo con Washington “permanecen ocultos”.
La reanudación de vuelos de deportación desde EE. UU. a países terceros se activó después de que la Corte Suprema autorizara en junio pasado al Gobierno de Trump a efectuar estas expulsiones, un triunfo para su política de mano dura contra la inmigración.
Desde su vuelta a la Casa Blanca en enero pasado, Trump ha impulsado las expulsiones exprés y, a tal efecto, ha firmado acuerdos con otros países africanos como Ghana, Ruanda, Uganda y Sudán del Sur.