SANTO DOMINGO (AP) — Al menos 44 personas murieron y más de 160 resultaron heridas al derrumbarse el techo de una discoteca en la capital de República Dominicana donde políticos, deportistas y otros asistían a un concierto de merengue, informaron las autoridades el martes.
Los equipos buscaban a posibles sobrevivientes entre los escombros del centro nocturno de un solo piso Jet Set, en Santo Domingo, afirmó Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencia.
“Presumimos que muchos de ellos todavía están con vida y por eso las autoridades aquí presentes no vamos a desmayar hasta que no quede una sola persona debajo de esos escombros”, manifestó.
Casi 12 horas después de que el techo de la discoteca se desplomó sobre los asistentes, los equipos de rescate seguían sacando sobrevivientes de los escombros. En el lugar, los bomberos retiraban bloques de concreto roto y aserraban tablones de madera para usarlos como palancas para levantar escombros pesados mientras el ruido de los taladros rompiendo el concreto llenaba el aire.
El número confirmado de muertos llegó a 44, dijo Méndez a primera hora de la tarde. Anteriormente, las autoridades habían dicho que había al menos 160 personas heridas.
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Nelsy Cruz, gobernadora de la provincia noroeste de Montecristi y hermana del siete veces All-Star de las Grandes Ligas Nelson Cruz, está entre los fallecidos. Ella le llamó al presidente Luis Abinader a las 12:49 a.m. diciendo que estaba atrapada y que el techo se había derrumbado, dijo a los periodistas la primera dama Raquel Abraje. Las autoridades dijeron que Cruz murió más tarde en el hospital.
“Es una tragedia demasiado grande”, comentó Abraje con voz entrecortada.
La Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana publicó en X que el lanzador de la MLB, Octavio Dotel, murió. Las autoridades habían rescatado a Dotel de los escombros y lo trasladaron a un hospital.
Entre los heridos están el legislador Bray Vargas, y el cantante de merengue Rubby Pérez, quien se encontraba en plena actuación cuando el techo se desplomó, de acuerdo con las autoridades.
Enrique Paulino, mánager de Pérez y cuya camisa estaba salpicada de sangre, dijo a los periodistas en el lugar que el concierto comenzó poco antes de la medianoche, y que el techo se desplomó casi una hora después, matando al saxofonista del grupo.
“Fue algo repentino. Yo logré tirarme en una esquina”, dijo, añadiendo que inicialmente pensó que era un terremoto.
La causa del derrumbe no estaba clara hasta el momento.
Jet Set emitió un comunicado diciendo que estaba cooperando con las autoridades. “La pérdida de vidas humanas nos deja en un estado de profundo dolor y consternación”, decía.
No estaba claro cuándo fue la última inspección al Jet Set.
Una portavoz del Ministerio de Obras Públicas dijo a The Associated Press que todos los funcionarios estaban en el lugar y no estaban disponibles de inmediato. Remitió las preguntas a la oficina del alcalde. Un portavoz de la oficina del alcalde no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios.
La fiscal Rosalba Ramos dijo a la estación de televisión CDN que aunque todos quieren saber qué sucedió, las autoridades todavía estaban enfocadas en encontrar sobrevivientes.
Manuel Olivo Ortiz, cuyo hijo asistió al concierto, pero no regresó a casa, estaba entre los que esperaban ansiosamente afuera del club conocido por sus fiestas tradicionales que se celebran los lunes, donde actúan artistas nacionales e internacionales de renombre.
“Agarrado de Dios es que estamos solamente”, dijo Olivo.
También esperaba noticias Massiel Cuevas, madrina de Darlenys Batista, de 22 años.
“La estoy esperando. Está ahí adentro, yo sé que ella está ahí adentro”, dijo Cuevas, firme en su creencia de que Batista sería rescatada con vida.
El presidente Abinader escribió en la red social X que todas las agencias de rescate están “trabajando incansablemente” para ayudar a los afectados.
“Lamentamos profundamente la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set. Hemos seguido el caso minuto a minuto desde que ocurrió”, afirmó.
Abinader llegó al lugar y abrazó a quienes buscaban a amigos y familiares, algunos con lágrimas corriendo por sus rostros.
“Tenemos la fe en Dios que vamos a rescatar todavía a más con vida”, dijo a los periodistas.
Un funcionario con un megáfono se encontraba afuera del club implorando a la gran multitud que se había reunido para buscar a amigos y familiares que dieran espacio a las ambulancias.
“Tienen que cooperar con las autoridades, por favor”, indicó. “Se están sacando a las personas”.
En el exterior de un hospital al que fueron trasladados los heridos, una funcionaria leía en voz alta los nombres de los sobrevivientes mientras una multitud se agolpaba a su alrededor y gritaba los nombres de sus seres queridos.
Mientras tanto, decenas de personas se reunieron en el Instituto Nacional de Patología Forense, que proyectaba imágenes de las víctimas para que sus seres queridos pudieran identificarlas.
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Coto reportó desde San Juan, Puerto Rico.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.