La reforma judicial recientemente aprobada en México, plantea preocupaciones serias sobre el equilibrio de poderes del estado de derecho.
Podría llegar a ser el inicio de una dictadura imperfecta, porque el poder judicial sería el último contrapeso, ha quedado comprometido.
Con esa base cuestionada la reforma lo que introduce es las modificaciones a los jueces y ministros y el texto crítica los requisitos para ser candidato se ven muy básicos licenciatura en derecho un promedio de 8 sobre 10 y cartas de recomendación esto es demasiado simple.
Y quién quien elige a los candidatos de la selección, estaban dominados por el ejecutivo y el legislativo estaban controlados por Morena y que el poder judicial se negó a participar en ese proceso.
Al negar el poder judicial el partido en el gobierno tiene vía libre para decidir esta elección por sorteo para algunos candidatos una Tómbola y en las listas finales se presentaron personas con presuntos antecedentes penales o vínculos con el crimen organizado.
Elegir jueces por sorteo, Y esto es poco ortodoxo, por el método y después de la elección vino la selección.
Desde hace varios días comenzó la desbandada de jueces y magistrados debido a la reforma judicial. Esta alcanzó su punto culminante con la elección de juzgadores el pasado 1 de junio, cuando resultó electa una nueva camada de jueces cuyos méritos jurídicos están en entredicho, aunque no su lealtad a la 4T. Ante el descontento por la reforma judicial de López Obrador y Sheinbaum, empleados e impartidores de justicia adelantan su retiro o presentan su renuncia. Esto implica necesariamente el inicio de la crónica de la destrucción del Poder Judicial.
Los ciudadanos son los directamente afectados por la violación de sus derechos constitucionales debido al resquebrajamiento del sistema jurídico que debería defenderlos ante abusos del poder público y en litigios ante particulares.
Tan solo en lo que va de este año, se han registrado más renuncias que en todo 2024 y, como se observan las cosas, seguirá esta práctica en los próximos días, además de que en una gran parte de estos trabajadores judiciales recae el trabajo especializado que se hace en los juzgados; es decir, el Poder Judicial queda en el peor de los mundos, ya que, por un lado, se va el personal más valioso y, por otro, llegan juzgadores electos que, la amplia mayoría de ellos, no tienen la experiencia ni los conocimientos para impartir justicia bajo criterios de independencia y autonomía con pleno respeto al orden constitucional.
Los cambios a la Constitución en materia de reforma judicial cancelaron el valor de los méritos para ascender a juez o magistrado y se privilegió el voto ciudadano por encima de la profesionalización y especialización.