En lo que va del año 2025, Estados Unidos ha estado marcado por la volatilidad económica y las reconfiguraciones geopolíticas, especialmente generadas por las políticas del segundo mandato del presidente Donald Trump. La reunión celebrada en Escocia el día 28 de julio del presente año; entre la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen y el presidente de USA Donald Trump, ha sido la gran novedad de la semana; porque han vuelto al centro del escenario económico global, debido a la importancia de ambos en la economía mundial.
El acuerdo ya ha sido calificado por muchos, como el mayor acuerdo comercial de la historia. Aunque debemos reconocer que esto se ajusta más al marco preliminar de un acuerdo a que se trate de un tratado comercial completo, por lo mismo que los detalles aún no están definidos con claridad. Sin embrago lo anunciado por ambas autoridades nos dan algunas pistas referente a cuales sectores y grupos obtendrían mayores beneficios y cuales se verían más afectados.
Por la forma cómo han terminado dichos acuerdos; no hay duda de que el “ganador” ha sido el presidente de los Estados Unidos, aunque eso no necesariamente se va a reflejar en el consumidor final. La UE (Unión Europea), tal como afirman algunos analistas ha terminado cediendo más en este terreno, ya pueda deberse a no querer enfrentarse o a cierto temor a que haya peores desenlaces de una guerra comercial más pronunciada. Por ejemplo Capital Economics, ha realizado una estimación en la que prevé que el PIB europeo se contraerá un 0,5%. Mientras que varios miles de millones de dólares serán recaudados por las arcas estadounidenses como concepto de impuestos a la importaciones de los bienes provenientes de la UE.
Pero no todo es positivo; porque si bien a nivel macro es favorable, no lo es a nivel micro; porque los consumidores estadounidenses son los que pierden y desde luego ya muestran su molestia e incomodidad, debido al incremento del costo de vida y dicho acuerdo, lo que podría ocasionar es agudizar o profundizar la situación, al verse encarecido los productos que se importan desde Europa. Obviamente pudo haber sido peor del 15% alcanzado en esta ocasión; que aún así son considerados significativos y que de hecho es mucho mayor al que existía antes del regreso de Trump a la presidencia. Hipotéticamente, si un producto que ingresaba de Europa en $ 200,00 al añadir este impuesto adicional el costo para se elevará a $ 230,00 que por lo general lo paga el consumidor.
Con el arancel del 15% por su parte la UE es gran perdedora; aunque hay que enfatizar que dicho acuerdo encabezado por von der Leyen debe ser aprobado por los 27 miembros que la integran. Y por lógica cada uno con sus intereses y grados de dependencia de manera distinta sobre la exportación de sus bienes a USA. Algunos países han tomado de manera prudente dicho acuerdo, otros han sido críticos, dejando claramente divisiones dentro del bloque; como por ejemplo el primer ministro de Francia, François Bayrou quien ha comentado que se trata de “un día oscuro cuando una alianza de pueblos libres, reunidos para afirmar sus valores comunes y defender sus intereses compartidos, se resigna a la sumisión”. Otro descontento se ha dejado sentir en la industria automotriz de Alemania, sus vehículos se exportan principalmente a EE. UU. (VW, Mercedes o BMW); pese a que el arancel se ha rebajado del 27,5% al 15%; la asociación de fabricantes ha señalado que “costará miles de millones anuales a la industria automotriz germana”.
¿Cómo han reaccionado los mercados? Las reacciones han sido positivas, no sólo Wall Street en New York; sino que la bolsas de Asia y Europa mostraron comportamiento positivos el día lunes tras darse a conocer el acuerdo. Se ven favorecidos de igual forma los fabricantes de automóviles del país del “Tío Sam”; porque el arancel que les afectaba por parte de a UE del 10% ha sido bajado al 2,5%; que puede traducirse en más autos vendidos en Europa que redunde en beneficio de las exportaciones americanas; pero podrían verse afectados porque muchos de los vehículos que produce Estados Unidos se ensamblan en el exterior (Canadá y México), que ingresan con un 25% de arancel y si sólo se grava con un 15% a los automóviles que se importan de Europa, hasta podrían ser desplazados dentro del mercado interno.
USA también sale bien parado en el sector energía. La UE le comprará millones de dólares en gas natural licuado, petróleo y combustibles nucleares (US$ 750 000,00); y dicho sea de paso más caros que si lo obtuviese de Rusia ¿quién es el gran perdedor? Por su lado la industria aeronáutica (aviones y piezas); algunos productos químicos y agrícolas hasta ahora es un ganar/ganar para ambos; porque no están sujetos a aranceles.
Como hemos podido apreciar la política comercial del presidente Trump, sigue dando que hablar.