Consulta
Tía Julia:
Le escribo más nerviosa que monjita con atraso con este otoño cuando las hojas caen de arriba para abajo y los sabios anuncian meteoros, inundaciones, aerolitos y naves de otros universos. Con la inflación Trompiana estamos más amargos que hacer gárgaras con té DD denominado agua sucia y la compra de ropas y cosas de escuela para nuestros tres hijitos, Pilín, Klony y Bitico.
El 23 de agosto le celebramos el cumpleaños a mi suegrita, Doña Ripia, y hablando corto y preciso estamos más pelados que una bola de billar afectados también por los exagerados precios en los mercaditos donde las yautías, los plátanos y el arroz están cada día más caros.
Lo que pasa en nuestra familia es que, con la celebración de cumpleaños, quinceañeros, una boda de la sobrina del primo de mi esposo y un viajecito a la Isla del Encanto para visitar Cabo Rojo, hicimos trizas las tarjetas de crédito VISA y Capitol. ¡Oh, Dios!
También hemos tenido que incluir los gastos médicos de abuelito afectado de constipación quien fue al médico desde donde llegó muy enojado porque no cogían Medicare y le hablaron estrujao.
Nos contó que un tipo vestido de blanco le preguntó en un español más flojo que los discursos del presidente: “y a ustech ¿qué pacharle?” a lo que mi tatita respondió, “es que tengo problemas para evacuar número dos.” El matasanos lo observó y le preguntó, “¿and qué edad tener yu?” a lo que mi abuelo replicó “solamente 87.” Entonces el facultativo le dijo, “¡Ah! lo que pacharle a uschte es que ya ha evacuado mucho y tiene canchado el recto!” Ya recibimos la tremenda cuenta del especialista que NO cubrió el seguro y es de $457.02 dólares.
Ta Julia, reconozco que yo gasto, y mi esposo me apoda el “terror de las tarjetas,” pero a decir velda los dos consumimos mucho. A modo de ejemplo, para nuestro 17 aniversario de bodas le regalé un plasma gigante para que veamos la nueva telenovela española “Cierra los ojos durante el acto para que parezca que estás muerta,” y la reciente mexicana y de ochenta episodios “Cornudo pero contento y relajado, ¡Hijole!”
También jugamos mucho a la lotería Mega y Maga a las que apodan, “la esperanza de los idiotas.”
¿Qué haremos para terminar con las visitas de familiares y amistades que no reciprocan ni con una botella de sidra? ¿Debiéramos mudarnos a otro lugar lejano en Texas para no invitar o regalar a los carnales?
Esperando que me responda pronto, quedo sinceramente suya para siempre, gracias.
Vatrinika
RESPUESTA
Querida Vatrinika,
Perdona que te lo diga, pero tu nombre suena como “bacinica.” ¿Te bautizaron cuando el padre estaba afectado por la menopausia masculina? Los nombres de tus hijitos son también peculiares.
Con respecto a lo de los chavos, mija, ¡bienvenida al Club de los Super Deudores! A decir verdad, en esta sociedad nos encanta consumir, gastamos mucho demasiado haciendo fiestas donde nadie coopera y dando regalos sin que exista reciprocidad.
Es que cuando hay familias grandes reafirmar constantemente los lazos de amistad y amor filial resulta más caro y doloroso que un implante de cara. Es que ahora nadie invita, pero si papean con entusiasmo.
En una fiestecita donde ustedes son los que proveen para más de 20 personas se gastan en promedio y de acuerdo al sociólogo Rekuliano Krestoni más de $314 billetes, la que tiene que cocinar eres tú, además del trabajo de organizar la casa antes y después, porque cuando hay trago, que pagan ustedes, la gente no vigila los nenes, ensucian los baños y tú ya sabes.
Sin embargo, como bien lo mencionas, hay aquí en USA y especialmente en Puerto Rico muchas fiestas y feriados donde las grandes empresas venden más y mejor y les pagan poco o nada a los empleados de los DD.
Vamos enumerando algunas: San Valentín y los corazones, Easter y la fiesta de los conejitos, el Halloween, el Dia de Acción de Gracias y después las Navidades, Año Nuevo, Dia de Reyes y vamos a dejarlo así, aunque me faltan el Dia de las enfermeras, de los jefes y de los cachorros.
Para Easter que es una fiesta más bien religiosa y cuando los cristianos celebramos la resurrección de Jesús, se gastan en USA 3.3 billones en dulces. Entrando a las fiestas de fin de año, para el Dia de Acción de Gracias en un encuentro de 10 carnales se gastan entre 149 y 215 dólares porque también se incluyen las bebidas y los postres.
Ahora vamos a lo de las tarjetitas de “crédito” que te invitan a gastar de un modo adictivo. El gobierno calcula que en cada hogar hay como promedio una deuda de $7,951 dólares que podría ser el caso de ustedes y que por lo general hay CUATRO tarjetas de crédito circulando en la familia. Estas deudas se multiplican y muchos usuarios tienen problemas para mantener los pagos y te castigan con furiosos intereses, por allí a la bancarrota y debes vender la casa.
¿Consejo? Desháganse los más rápido que puedan de las tarjetas y paguen todo con billetes y monedas llevando una récord de lo que gastan semanalmente. De no hacerlo pierden el crédito e incluso muchos se van a la triste y amarga quiebra que para Trump eran y son parte de sus pillerías en Nueva York.
Pero toma nota. Una familia extendida que conozco y viven en New London resolvieron muy bien el asunto y todos quedaron contentos.
Como en tu caso, son como unas 43 personas carnales, pero incluidos novios, jóvenes y nenes, por lo cual alquilaron un club pequeño llamado Coyote Alamicado y entre todos aportaron comidas, bebida y música con el DJ Joe Sammy Batata. Según el sociólogo Krestoni llevaron a cabo el novedoso sistema de la Rifa Carnal del amigo o amiga misteriosos y a cada familia le correspondió hacer un regalito a otra. ¿Cómo la ves? ¡Qué ahorro de chavos y esfuerzos!
Salgan del club de los deudores, piensen en el futuro y la inflación de Trump, ahorren, sean meticulosos anotando en la libretita lo que reciben y lo que gastan y cuidadosos con las invitaciones, fiestas, regocijos y ofrendas porque al final y cuando vendes la casa, ya nadie les invita.
La Tía Julia