Mildred Reyes, fundadora de la Cámara de Comercio Hispana de Stamford, juntó a decenas de agentes del ramo para honrar el legado de don Víctor Román, el primer hispano envuelto en el negocio de bienes raíces del Estado, dueño de la franquicia Century 21 de Stamford, lugar desde donde vendió mil casas y edificios y dio trabajo a más de 200 personas durante 40 años que mantuvo su negocio en vigencia.
El lunes 9 de marzo, desde las cinco de la tarde decenas de hombres de negocios del ramo de bienes raíces, tanto agentes como prestamistas y agentes de seguros, se juntaron para –a manera de sorpresa-ofrecer una fiesta en honor a Víctor Román, nativo de Puerto Rico, que por cuatro décadas trabajó comprando y vendiendo casas y se convirtió en el primer hispano en abrir el mercado para las siguientes generaciones de agentes (realtors).
“Vivía en Puerto Rico y decidí mudarme a Stamford para iniciar un negocio. Sin darme cuenta pasé a ser el primer hombre latino en tener una agencia de venta y compra de casas en el Estado”, dijo don Víctor Román, quien compró la primera franquicia de Century 21 y desde ahí se encargó de ayudar a cientos de primeros compradores en adquirir su vivienda.
Acorde con Román el negocio de vender y comprar casas para clientes hispanos era considerado como el “negocio difícil”, sin embargo, él vio en ese espacio una oportunidad para poner a disposición su cultura latina, el idioma español ante el crecimiento de la comunidad inmigrante urgida por adquirir una vivienda por primera vez.
“En esa época, sin cobrarles un solo centavo, dábamos la asesoría desde cómo iniciar el trámite en el banco para adquirir un crédito, luego, buscar la casa, cerrar el negocio y finalmente entregar la llave de la primera vivienda”, recuerda con mucha nostalgia don Víctor, mientras sus compañeros de trabajo lo abrazan y se toman fotos con él una y otra vez.
Mildred Reyes, quien se inició en el mundo laboral en su agencia con apenas 24 años, rememora la época en que comenzó su primer trabajo de la mano de Víctor Román, luego, su instancia en un banco como agente de la cartera de préstamos y su re-ingreso a la universidad para obtener una licencia como “realtor” o agente de bienes raíces.
“Tengo 52 años y lo único que puedo decir que durante estos 26 años que conozco a Víctor, él no solo me ha ayudado a mí sino a todos sus trabajadores. Nos daba todo el aliento y los trucos para hacer un buen negocio, pero básicamente –el mayor legado- es su sencillez y su alegría a la hora de ver a alguien convertirse en dueño de su vivienda por primera vez”, dijo Mildred.
En este momento, Don Víctor Román está retirado del negocio de bienes raíces, aunque ahora da asesoría a clientes y agentes que aun requieren de sus servicios. Recuerda como si fuera ayer cuando formó parte de la Cámara de Comercio Hispana y cómo los vecindarios de Connecticut poco a poco se empezaron a poblar de familias hispanas.
Otro de sus recuerdos es su relación directa con los directivos de La Voz Hispana de Connecticut, en especial con Norma Rodríguez, su compatriota, a quien le ayudó a abrir las puertas de este semanario en Stamford. “Me anuncié por muchos años en La Voz y siempre fue un gusto leer la prensa hispana y ver cómo crecían los negocios y las organizaciones comunitarias de Stamford”, dijo don Víctor Román, quien reside en Stamford con sus tres hijos y su esposa.