“El país no está para jugar con fechas ni para protestas, sino para cuidar la salud y reactivar la economía”, dijo Añez.
A nueve meses de haber asumido la presidencia interina para “pacificar el país” y llamar a nuevas elecciones, la mandataria soporta un desgaste por su gestión de la pandemia —salpicada por escándalos de corrupción— y por su decisión de postular a una candidatura en los comicios a pesar de su promesa de privilegiar la transición con un proceso transparente.
Áñez aseguró que no tiene intenciones de “prorrogarse” y que los tres meses que debía permanecer en el poder se han ido ampliando debido a la emergencia sanitaria. La presidenta tomó el poder en noviembre de 2019, tras la salida de Morales.
En su informe, Áñez admitió “tropiezos” y “errores” para enfrentar la crisis sanitaria que hasta el jueves registraba 85.141 contagios y 2.385 decesos, pero dijo que ningún gobierno está preparado para “evitar una guerra civil” como le tocó a ella y tres meses después afrontar una pandemia, en referencia a las violentas protestas de finales del año pasado que provocaron 36 muertes y derivaron en la renuncia de Morales tras casi 14 años en el poder después de unas elecciones anuladas por sospechas de fraude.
Los cortes de ruta en la mayoría de las regiones han agravado la situación y están activando las divisiones que vivió el país el año pasado. Las ciudades comienzan a sentir la escasez de alimentos y combustible.
Desde Buenos Aires, donde está exiliado, Morales apoyó las protestas y alegó que son “en defensa de la vida, la salud y la democracia”.
En tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) manifestó en un comunicado su “extrema preocupación” y ha llamado a desbloquear el tránsito de los insumos sanitarios al tiempo que ha calificado de “inmoral e indigno jugar a la política con la vida de la gente”.
La Iglesia Católica, a su vez, condenó el “sectarismo” y la “intolerancia” en las homilías por el aniversario patrio.
Ofrendas florales con presencia sólo de autoridades civiles y militares y pocos discursos han sido la tónica de la jornada. El feriado ha sido aprovechado por la gente para permanecer en casa en momentos en que los contagios se han disparado.