SAN JUAN (AP) — Por primera vez en décadas, los votantes en Puerto Rico seguían esperando por la confirmación oficial de los ganadores de algunas de las más importantes contiendas días después de las elecciones generales.
Tradicionalmente, el gobierno confirma los resultados preliminares la noche de la elección, pero el volumen récord de votos adelantados y por correo este año ha abrumado a las autoridades y creado dudas sobre la capacidad de una comisión electoral que apenas hace meses manejó tan mal una primaria que tuvo que realizarse una segunda ronda.
Con casi 98% de los precintos reportando el viernes, el candidato a gobernador Pedro Pierluisi, del Partido Nuevo Progresista, en favor de que Puerto Rico se convierta en un estado de Estados Unidos, tenía una ventaja de más de 16.000 votos sobre su rival Carlos Delgado, del Partido Popular Democrático, que está en favor de mantener el estatus de la isla como territorio autónomo.
“Este evento no ha terminado”, dijo “Hay mucho en juego”.
Otra contienda muy disputada es la elección del alcalde de San Juan, la capital. Miguel Romero, del Partido Nuevo Progresista, estaba adelante por más de 1.800 votos sobre Manuel Natal, del Movimiento Victoria Ciudadana, un nuevo partido que ha ganado un respaldo especial entre los jóvenes puertorriqueños, muchos de los cuales organizaron las protestas masivas que el año pasado llevaron a la renuncia del gobernador Pedro Roselló.
El ganador de esa contienda remplazaría a la alcaldesa Carmen Yulín Cruz, conocida por sus disputas públicas con el presidente estadounidense Donald Trump.
La comisión electoral no ha certificado ningún ganador en esas u otras contiendas.
El gobierno de Puerto Rico atribuye la demora en resultados a los más de 220.000 votos adelantados y por correo que ha recibido, un volumen récord que los funcionarios pasan trabajos para tabular. El presidente de la comisión, Francisco Rosado, dijo que no estaba satisfecho con el trabajo que la junta administrativa responsable por el conteo de los votos está realizando. Rosado remplazó recientemente al previo presidente de la comisión, que renunció en septiembre luego de una primaria en la que la falta de materiales para votar impidió la apertura de numerosos precintos.
El analista político Mario Negrón advirtió que la situación estaba erosionando la confianza de los votantes en un gobierno afectado ya por corrupción y una crisis económica.
“La Comisión Estatal de Elecciones era de las pocas instituciones que tenía credibilidad”, dijo.
