Durante la primera campaña electoral nuestro alcalde Luke Bronin utilizó como estrategia de campaña atacar la ola de delincuencia que padece la ciudad de Hartford y ciertamente había una crisis de inseguridad ciudadana. Es por eso por lo que a Bronin se le hizo fácil ganarle a un Pedro Segarra débil en la base del pueblo. En ese momento los tiroteos estaban sucediendo en toda la ciudad. El alcalde y sus adláteres latinos se presentaron por toda la comunidad hispana, entre ellos concejales y representantes Estatales (Minnie González) no estaba dándole todo el apoyo necesario porque ese era el que iba a librarnos de todos los males de esta ciudad. Pasaron los primeros cuatro años y nada resolvió, todo se quedó en promesas incumplidas.
Para no cansarles con el cuento, el honorable alcalde Bronin tiene seis años en su puesto y todo sigue igual, la ciudad es motivo de vergüenza en los pasillos de la legislatura estatal y es tan alto el descredito que a principios de año un grupo de honorables y dignos oficiales del departamento de policía apostaron en donde iba a suceder el primer asesinato del año 2021. Fue tan grande la hipocresía que amonestaron a los oficiales e hicieron una ridícula rueda de prensa. Yo solo miré y callé hasta este momento. Debieron ser sinceros y decir: “Lamentamos los comentarios, pero para ser íntegros debemos señalar que los oficiales tienen razón y necesitamos más policías en nuestras filas que nos ayuden con esta pandemia delincuencial que nos está poniendo al borde de la desesperación y frustración. Si nuestro alcalde no puede resolver la situación le pedimos que se declare en huelga de hambre en compañía de todo su sequito y empleados de la ciudad y reclame más presupuesto para el Departamento de policía”.Esapudo haber sido una declaración honesta para los que como yo vemos más allá de las palabras, pero vimos como los políticos movieron los hilos que controlan y cortaron la soga por lo más fino. Durante los últimos hechos de sangre hemos visto como se pierden a diario vidas humanas por los constantes tiroteos que la constante vigilancia policial no puede detener a pesar de sus grandes esfuerzos. Todas son motivo de tristeza, pero hay una que ha lacerado el corazón de toda la ciudad en su conjunto, la muerte de un niño de tan solo tres años.
En conferencia de prensa por la muerte del nino Randell T Jones, Bronin dijo que: “los asesinatos eran trágicos pero que su corazón estaba roto por la muerte del nene de tres años. La ciudad entera esta dolida por la muerte del niño y su familia. Es un crimen que le duele a la comunidad y estamos tristes.” Permítame decirle algo amigo lector. El señor alcalde nos mintió durante su primera campana y durante la segunda también. Nuestra ciudad vive una pandemia de salud grave y otra pandemia delincuencial y de tiroteos fatales incontrolable. El alcalde no tiene la culpa, eso hay que decirlo, pero nos engañó cuando promete que él iba a buscar los fondos necesarios para contratar más policías y resolver este problema. El honorable alcalde es un fracaso y su fracaso más grande es no haber cumplido con su promesa de campaña: “proteger Hartford de las drogas, los tiroteos, los atracos y el abuso hacia los pequeños y medianos comerciantes”. Como alcalde Bronin es un fracaso.
Debo señalarle amigo lector que esto no se detendrá hasta que no haya una voluntad política que salga de la alcaldía así que prepárese mentalmente ya que si sale a las calles puede ser víctima de un balazo. Es difícil decirlo, pero es la pura realidad. Así que mejor es que no salga y así contribuyamos al éxito de la gestión de Bronin y así él pueda decir que triunfó al frente de la ciudad de Hartford.