“Primero vinieron a buscar a los unionados y no dije nada porque yo no era unionado,
Luego vinieron por los que protestaban y yo no dije nada porque yo no protestaba,
Luego vinieron por los que defendían el derecho a ser libres y no dije nada porque a mí no me importaba,
Luego vinieron por mi familia, pero ya no quedaba nadie que dijera nada”
––Poema modificado del original de Martín Niemoller
Ya no hay necesidad de hundir en las aguas del río Añasco a ningún invasor para demostrar que son meros mortales y no dioses. Tenemos que repetir todos los días que nuestra conciencia no está a la venta. Debemos tener claro que la justicia a los seres humanos no es cuestión de encuestas ni referendos y que no está sujeta a los desmanes de nadie. No hay espacio para componendas fraudulentas ni corrupción. Los más elementales conceptos de dignidad y justicia no se discuten, como no se discute la existencia del aire que se respira.
Podemos sentir temor o miedo, reflejándose estos mayormente cuando uno es adulto, pero no podemos permitir que el miedo nos impida tomar decisiones. Hay que actuar de acuerdo con lo que nos dicte la conciencia.
Nuestra cultura, nuestra historia, nuestros valores nos forman a la medida de la visión y normas de esa sociedad. También define lo justo y lo injusto. Los que ejercen el poder nos inculcan como ellos quieren que pensemos, nos enseñan a temer a lo que ellos quieren que temamos. Los sistemas noticiosos se convierten en cómplices en el adoctrinamiento o “educación” de esa sociedad.
En un sistema donde no se enseña a pensar, donde no se escudriña o cuestiona lo que se enseña, existe el constante peligro de que se abuse de la gente.
Nos convierte en esclavos del pensamiento de una clase dominante, inescrupulosa y anti puertorriqueña.
Entonces tenemos a LUMA y sus cómplices: los políticos puertorriqueños. Esta compañía no existía antes de enero del 2020 cuando fue registrada. Cinco meses después de ser creada fue contratada para administrar el sistema eléctrico de Puerto Rico, uno de los sistemas de energía eléctrica más complejos en los EEUUAA.
De los 53 artículos estipulados en el contrato, 41 de ellos favorecen a la empresa, seis a otras entidades y cinco al pueblo al que le sirve y el que le paga. Acordado en este contrato de 15 años se estipulo que, aunque LUMA no realice su trabajo el pueblo puertorriqueño tendrá que seguir pagando lo acordado además de las residencias, los celulares, la educación de los hijos, los vehículos en que se transportan y hasta los gastos de diversión para los administradores de la agencia. Como si eso fuera poco tendrán trato preferencial contributivo. Esta compañía ya le cobro al gobierno de Puerto Rico la cifra de $101,200,000 millones de dólares sin siquiera prender una bombilla y cobrará adicionalmente $1,500,000,000 (billón y medio) por administrar el servicio. también estipularon que podrían cobrar $ 250 millones de dólares anuales en adición a lo ya mencionado. Ahora exigen TOTAL inmunidad por los daños y perjuicios que puedan causar la empresa en Puerto Rico, aun cuando hayan sido negligentes y culpables y del gobierno no acceder, aumentarán las tarifas de electricidad. Despidieron a los trabajadores de línea, manteniendo unos 300 de un total aproximado de 1200. En el momento que escribo estas líneas (junio 1) hay 60,000 abonados sin los servicios de energía en sus hogares. Presagiando un desastre total para los puertorriqueños.
Puerto Rico sigue siendo la colonia más antigua en existencia en el mundo.
De la fuerza bruta española en el pasado hasta la manipuladora, sutil y represiva forma a la que nos han impuesto los estadounidenses, en concubinato con políticos serviles han hecho un circo la gobernación de Puerto Rico.
La justicia pierde el sentido de su existencia y la sociedad vive en constante amenaza de su propia tranquilidad interna y externa.
Las noticias que se han estado haciendo públicas en las últimas semanas nos dan la asfixiante sensación del linchamiento de un pueblo, en la larga y abrumadora lista de desgracias que arropan a nuestra nación.
No podemos esperar milagros. Todos estamos envueltos en este atolladero, y desgraciadamente los que tienen el poder en la mano han creado un ambiente de duda y de miedo, dando paso a una gradual deshumanización.
No podemos permitir que la historia se siga repitiendo una y otra vez. Tenemos que abrir los ojos ante los embaucadores que requieren una nociva docilidad de un pueblo. Tenemos que contestarle con exactitud y con la fortaleza que nos da el conocimiento. Tenemos que defender la justicia para que así podamos quitarnos la siempre amenazante sombra de lo que nos doblega.
La realidad es que nuestro pueblo vive “ignorando” lo que ocurre en su alrededor. Esa condición describe a miles de personas que han sido entrenadas con una educación poco estimulante, manipuladas por una historia torcida por los grandes intereses económicos y adormecidos por un continuo bombardeo de los medios de comunicación.
Las mil y una mentiras, el abuso de poder, el engaño descarado, el estrangulamiento de valores, una falsa y hueca religiosidad son usados para embaucar a nuestra propia gente.
¡Por favor, dejemos de ser tan inocentes!
Ante un cuadro tan desolador la nación puertorriqueña tiene que optar por un cambio profundo de lo que tiene ahora. Es insostenible la situación actual y las soluciones de los retrógrados colonialistas son promesas de estancamiento y de entrega de lo nuestro para satisfacer las necesidades de los que controlan el país. La isla está en manos de modelos estadounidenses de mediocridad, vendiéndolos como exitosos.
Evitemos que nos linchen la esperanza de construir un Puerto Rico mejor.
No será fácil.