WASHINGTON (AP) — Los demócratas del Senado acusaron el miércoles a los republicanos de promover una estratagema “cínica y desvergonzada” que dañaría la economía y la calificación crediticia del gobierno, después de que el líder republicano de la cámara alta dijera que su partido votaría en contra de una propuesta para aumentar el límite de la deuda federal.
En el último capítulo de una amplia batalla presupuestaria que probablemente se prolongará hasta bien entrado el otoño, los demócratas reaccionaron un día después de que el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijera creer que todos los republicanos votarán en contra de renovar la capacidad de Washington para pedir dinero prestado.
El gobierno, que ha tenido enormes déficits presupuestarios desde hace años, necesita pedir dinero prestado constantemente para pagar sus deudas, pero su autoridad legal para hacerlo vence el 31 de julio.
Si llegara a expirar su autoridad de endeudamiento, el gobierno podría incurrir en impago federal, lo que nunca ha sucedido. Los analistas dicen que un incumplimiento de pagos podría tener un impacto devastador en la economía, aumentando las tasas de interés, bajando la calificación crediticia federal y aumentando sus costos de endeudamiento.
“Las declaraciones del líder sobre el techo de la deuda son descaradas, cínicas y totalmente políticas”, dijo el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, ante el pleno del Senado. “Esta deuda es deuda de Trump, es deuda por el COVID”, dijo, en referencia a un recorte fiscal masivo de 2017 promulgado por el entonces presidente Donald Trump y al gasto federal que se ha disparado desde la pandemia de COVID-19.
No es raro que el partido contrario al que ocupa la Casa Blanca amenace con oponerse a un aumento del techo de la deuda como palanca política para obtener concesiones presupuestarias.
Esta pelea se produce mientras ambas partes también están en desacuerdo con las propuestas multimillonarias del presidente Joe Biden para impulsar el gasto interno federal y financiarlo mediante un aumento a los impuestos a los ricos y las corporaciones.
El Congreso suspendió el techo de la deuda —el límite de los préstamos federales— hace dos años, pero esa suspensión vence el 31 de julio.
