NUEVA YORK (AP) — Los líderes mundiales regresarán el martes a la sede de Naciones Unidas por primera vez en dos años con una enorme agenda de crisis en aumento para abordar, incluyendo la pandemia del coronavirus y el imparable calentamiento del planeta.
Otros asuntos acuciantes son las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, el incierto futuro de Afganistán con el nuevo liderazgo del Talibán y los conflictos activos en Yemen, Siria y en la región etíope de Tigray.
El año pasado, ningún líder viajó a la sede de la ONU por el azote del coronavirus en todo el mundo y todos los discursos fueron grabados con antelación. Este año, la Asamblea General ofreció a los mandatarios la opción de viajar a Nueva York o intervenir online, y más de 100 jefes de Estado y de gobierno han confirmado que estarán en el salón.
El secretario general de la ONU, António Guterres, que inaugurará el evento de una semana, “no escatimará esfuerzos al expresar su preocupación por el estado del mundo y mostrará una visión para salvar las numerosas divisiones que se interponen en el camino del progreso”, dijo Stephane Dujarric, vocero de la institución.