Es el tiempo de que los demócratas escuchen a las víctimas de asaltos y robos en la periferia de Hartford
Los ciudadanos de Connecticut y específicamente de grandes ciudades tales como Hartford, New Haven, Bridgeport, New Britain, Waterbury, New London y otras localizadas en suburbios tales como Glastonbury, Newington, Westherfield, Rocky Hill, Essex, y Marlborough, requieren de una respuesta a los clamores de la comunidad para lidiar con los delincuentes juveniles.
Lamentamos comunicar que en el caso de Hartford hay cientos de familias que viven prácticamente atrapadas en barrios donde el tráfico de drogas y las balaceras son el pan de cada día. Como ejemplos vividos del clima de inseguridad recordamos el caso de la dueña de casa que recibió un tiro mientras cocinaba en la calle Sisson. Ese funesto día se preparaba para recibir visitas desde Puerto Rico cuando una bala perdida sesgó su vida dejando hijos y nietos.
Esta semana, otra balacera espanta a los vecinos de la esquina caliente de las calles Sisson y Park. Los estampidos que por el sistema electrónico captan los aparatos digitales de la policía, pero las balas perdidas, ponen en peligro a los residentes de ese populosos sector
¿Para que seguir describiendo los asesinatos que acaecen casi a diario en el Norte de la ciudad, en la avenida Wethersfield y la ahora tenebrosa calle Park cuando todos nos enteramos de ellos a través de la prensa?
Pero en Connecticut con una abrumadora mayoría demócrata en la legislatura, las soluciones tardan y los vecinos de las áreas afectadas por la plaga de asesinatos y balaceras, sienten la frustración de vivir en constante estado de alerta preocupados porque sus hijos deben regresar de la escuela, las madres de familias llevan a cabo sus compras en las bodeguitas del sector y los padres y otros miembros de las familias regresan del trabajo.
Los demócratas demuestran una actitud de lenidad que nos hace recordar el paternalismo que excusa de distintos modos las malas acciones de los juveniles y de una policía que a mi parecer es más bien reactiva que proactiva. Estas actitudes no ayudan a la solución del problema y ahora esgrimen argumentos que la evaden tales como las estadísticas.
El frio compendio de números oficiales indica por ejemplo que la cantidad de automóviles robados ha disminuido y que, aunque los números arrojan un aumento en el 2020, ese total es menor al del 2018. Señores, estamos en el año 2021.
Lo que no indican las estadísticas es cuales son las zonas más afectadas por robos y balaceras y en este aspecto lo que sucede en el área de las calles Park, la Sisson, la avenida Westherfield y en el norte de la ciudad permanecen ignoradas.
Es que hay sectores mucho más afectados por otros y en Hartford donde desean que nos maravillemos con los planes y el proceso de modernización del centro de la ciudad, la periferia sigue sufriendo sobresaltos sin que los concejales demócratas a quienes corresponde velar por el bienestar de determinados vecindarios digan algo o actúen.
Es interesante observar cómo han sido los senadores republicanos del Capitolio estatal quienes impulsan un plan específico y realista para modificar leyes que prácticamente condonan crímenes cometidos por los juveniles. ¿Qué sucede con los demócratas?
Este proyecto para modificar la actual legislación haría más estrictas las órdenes de detención, mejorarían los accesos a trabajos y vivienda para quienes hayan delinquido y de este modo se pueda detener la criminalidad desde donde ésta comienza: en hogares situados en los mismos vecindarios ya mencionados.
La solución debe involucrar de acuerdo al plan de los senadores republicanos a expertos en casos criminales, autoridades y miembros de la policía, trabajadores sociales y otras personas que proporcionen una visión global del problema y no vendas curitas.
Estos son algunos de los puntos principales del plan republicano que fue expuesto por Kevin Kelly, el líder de ese partido, este pasado miércoles en las afueras del capitolio estatal donde ya se han realizado otras conferencias de prensa con la participación de fuerzas policiales, victimas y activistas de la comunidad.
Mantener a los juveniles arrestados y cuando se encuentre en libertad a la espera de procesos judiciales bajo el sistema de monitoreo GPS por 24 horas. En la actualidad solo tienen el control digital desde las nueve de la mañana a las cinco de la tarde. Desde esa ahora en adelante, estos jóvenes a veces reincidentes pueden continuar delinquiendo y aterrorizando a los ciudadanos durante la noche y en horas de la madrugada.
Exigir que los delincuentes juveniles registren sus huellas digitales para facilitar la investigación de delitos graves tales como asaltos sexuales, crímenes donde se hayan utilizado armas de fuego u otros actos mayores de felonía. Es que es muy importante mantener una crónica de los delitos cometidos por juveniles que ya han incurrido con antelación y gran frecuencia en violaciones a la ley.
Mantener bajo custodia por más tiempo a juveniles que hayan incurrido en crímenes severos. Con la actual legislación deben ser liberados después de seis horas de arresto y después de esto son entregados a sus padres o responsables.
Los delincuentes juveniles debieran ser llevados a los tribunales al día siguiente del arresto. Actualmente el periodo de tiempo de espera para presentarse finalmente a la Corte puede extenderse hasta por un mes.
Transferir de inmediato los casos de juveniles que involucran crímenes mayores como asaltos sexuales, utilización de armas de fuego afectando a víctimas, o asaltos con violencia a cortes de adultos las cuales pueden proporcionar más recursos de rehabilitación que las cortes juveniles.
En la actualidad los legisladores demócratas han rechazado la petición de los senadores republicanos para llamar a una sesión especial y lidiar con este importante tema aludiendo a que hay otros asuntos de mayor importancia.
¿Hasta cuando los vecinos y residentes de las calles y avenidas donde ocurren actos de crasa delincuencia cometidas por juveniles deberán esperar para una respuesta a estas posibles situaciones?