NUEVA YORK (AP) — El aquejado sistema penitenciario de la ciudad de Nueva York se enfrenta a más problemas: la posible suspensión de cientos de oficiales por no vacunarse contra el COVID-19 antes de la fecha límite del martes en la noche.
El Departamento de Correccionales de la ciudad reportó que 77% de sus empleados había recibido al menos una dosis para las 5 de la tarde del lunes.
El comisionado del Departamento de Correccionales, Vincent Schiraldi, declaró el miércoles en la mañana que unos 700 empleados que han pedido ser exceptuados por razones médicas o religiosas pueden seguir trabajando mientras sus casos son evaluados.
La tarde del miércoles, funcionarios del ayuntamiento informaron que 570 trabajadores podrían ser suspendidos sin paga por no acatar la norma, pero que no habrá una cifra exacta hasta que los trabajadores lleguen a sus puestos de empleo para iniciar sus turnos sin constancia de vacunación.
El plazo para que los empleados penitenciarios se vacunaran fue prorrogado un mes debido a la escasez de personal.
Los trabajadores que no hayan solicitado una excepción y que no mostraron prueba de vacunación para las 5 de la tarde del martes serán dados de baja sin goce de sueldo y deberán entregar cualquier arma de fuego y equipo de protección proporcionado por la ciudad, informaron funcionarios.
El alcalde Bill de Blasio, quien ha implementado mandatos similares en otros sectores, afirmó que espera que la tasa de vacunación aumente a medida que los empleados se vean sin sueldo o vean denegados sus pedidos de ser eximidos.
“Vaticino que esos números irán aumentando significativamente en los próximos días”, declaró De Blasio ante reporteros en una conferencia de prensa virtual el miércoles en la tarde.
Ante la inminente llegada del plazo, el alcalde emitió el lunes una orden ejecutiva de emergencia con el objetivo de reforzar el personal de las cárceles en el que autoriza un cambio a turnos de 12 horas de las acostumbradas 8 horas.
El presidente del sindicato de guardias de prisiones criticó la medida que calificó de “imprudente y equivocada”. El sindicato dijo que demandaría para bloquear el mandato, la misma táctica que intentó un sindicato policial a finales de octubre conforme se acercaba el requisito de la vacuna para los policías. El sindicato policial perdió y el mandato entró en vigor como estaba programado.
Benny Boscio Jr., el presidente de la Asociación de Oficiales de Correccionales, dijo que la dotación de personal en las cárceles municipales es igual de mala o peor que en octubre, cuando De Blasio anunció que los empleados tendrían tiempo adicional para cumplir con el mandato de vacunación.
Menos de un centenar de los 600 guardias adicionales que se habían prometido han sido contratados, dijo Boscio, y ninguno de ellos ha comenzado a trabajar en las cárceles. Las renuncias y jubilaciones se han acumulado y los guardias siguen trabajando turnos de 24 horas, sin tiempo para comer o descansar, agregó.
