STAMFORD. El Concierto anual por las fiestas de diciembre de INTEMPO y la entrega de juguetes y de chocolate caliente, esta vez tuvo un matiz especial. La música debió ser transmitida por las redes sociales y las bebidas calientes de Santa fueron canceladas.
Leonel Arenas, popular líder comunitario, nativo de Guatemala, conocido como “El Santa del Chocholate”, esta vez debió adaptarse a entregar los regalos a los niños músicos de INTEMPO, sin el tradicional chocolate caliente ni el panetón, ante el aumento de contagios de COVID y al ser declarada la ciudad como “Zona Roja de Connecticut”.
Por seguridad de los estudiantes y familiares que estudian en INTEMPO, hubo la decisión de cambiar los planes del concierto, que en su primer momento iba a ser presencial, a ser transmitido a través de las redes sociales para evitar los aglomeramientos, y con esto, además, el programa de la entrega de juguetes y bebidas calientas por parte del “Santa del Chocolate”- sencillamente –se cumplió bajo los protocolos de la sana distancia.
Christopher Bohorquez, estudiante de Guitarra, de 12 años de edad, fue elegido por sus compañeros como maestro de ceremonias del concierto virtual, el cual fue escuchado por sus familiares, tanto los que viven en la ciudad, como los que viven en México, Guatemala, Perú, Colombia, Ecuador y un total de 12 países representados en la escuela de música de INTEMPO.
Después de el concierto, se entregaron más de 200 regalos que fueron envueltos en casa de Doña Esly Garcia Rodas y varios voluntarios del equipo Intempo, gracias al apoyo del programa Toys for Tots de la Legión de Marinos de Stamford, quienes donaron los juguetes. Además de padres de INTEMPO como Gabriela Betancourt, oriunda de México, donaron bolsas de caramelos, tradición propia de varios países Latinoaméricanos que por su naturaleza se han vuelto tradiciones para los estudiantes, el equipo de trabajo y los voluntarios de la comunidad.
“Me encanta poder ayudar y ver sonrisas en los padres y los niños que viven tan lejos y se alegran de recibir los regalos” dijo Jenny Castellano-Reynoso, voluntaria de Toys for Tots por los últimos seis años y que este año fue a entregar los regalos a domicilio debido al aumento de los casos de COVID-19 que afectó a las familias que no tienen transporte.
“No he tenido hijos propios, pero tengo dos sobrinos y con la Fundación Tarzia y Toys for Tots hemos impactado a miles de niños por medio de nuestro esfuerzos colectivos”, añadió.