Pregunta
Querida Tía:
Gracias por sus buenos consejos que nos ayudan a encontrar soluciones a los problemas que nos afectan la psiquis tan intensamente como un dolor en el cordal superior izquierdo. Yo comiendo carne de lechón para el pasado cuatro de julio, me estropee un incisivo y tendré que (Oh, Dios) comer de perfil.
Soy una muchacha profesional e independiente que trabajo como higienista dental en la oficina de un dentista nacido y criado en otro país cuyo nombre ni ubicación geográfica en Eurasia no mencionaré.
Imundo Sujas que ya se empina a las 45 pepas – yo tengo 35- se enamoró perdidamente de mí y un día entre una extracción de colmillo, un implante y un tratamiento del nervio, me dijo lo siguiente.
“Eu te quiero mucho tu espalda, la curvatura y todas outras coucitas Madonna. Eu quierel ser tu nouvio e facer el amol los sabadous por la morning, verdeu.”
Como usted debe haber notado, este señor es bastante atrevido, pero como a mi también me gusta su seriedad en otras cosas, hemos comenzado a salir, pero sin compromiso, y como usted comprenderá, el hombre se ha enamorado por decirlo así, más aún de mi espalda, Yo tengo un hijo de siete años de un primer matrimonio y Joao se lleva muy bien con él le enseña futbol y a decir malas palabras en su idioma natal.
Mi novio tiene casa propia con piscina y dice que le gustaría casarse conmigo y que yo fuera la administradora de la oficina ya que al mirarme dice que le inspiro. Por ahora seguimos viviendo separaditos, pero en los fines de semana yo le enseño a bailar bachata, merengue y otros ritmos del Caribe. Quiere que en diciembre vayamos a su país a casarnos, conocer a unas tías y presentarme a su familia que tienen una granja con vacas solteras de raza cerca del pueblo de Mousecao.
Sin embargo y ya en la intimidad, Imundo ha demostrado tener muy malos hábitos que yo he tratado de corregirle, pero sin mucha suerte.
Primeramente, no le agrada ducharse de noche ni después de bailar bachata, cuestión que a mi me molesta ya que por algún motivo no usa tampoco desodorante y por las noches huele como arenque lo que el interpretan en su país como señal inequívoca de virilidad en el ruedo de la verdad, cuestión que también cree el admirador de Trump, ese tipo de apellido Bolzúo, Bolzonaire o Bolsonaro que desea hacer las de Putin en el país de la zamba.
También, y para mi vergüenza, cuando va a los restaurantes se limpia las manos con el mantel y usa la servilleta para sonarse la nariz, cosa que me da más repulsión que darle un beso con lengüita a una momia. En la ducha también hace cosas extrañas y emite sonidos desagradables ya que acumula muchos gases. Es verdad que se excusa, pero cuando ya ha pasado el episodio pirotécnico propio del pasado cuatro de julio.
Es cierto que es simpático, buen mozo y caballero, pero a veces huele a sobaco de yegua y eso disgusta a las clientas, aunque yo lo roseo con perfume Vomitbarin Le noir. El otro problema y en esto se parece a los vietnamitas y a los chinos, es cuando tiene que despejarse las cuerdas vocales o el interior de las fosas, carraspea de un modo escandaloso que molesta a otras personas, especialmente en los restaurantes a la hora de los postres.
Mi hijo me ha preguntado varias veces porque Imundo huele distinto y yo no sé que decirle. En otras palabras, tía, si me caso tendría un porvenir asegurado, con viajes a Portugal, Brasil y a Puerto Rico, sin embargo, estos detalles que le menciono me han incrustado la sombra de la duda en el encéfalo y no sé que hacer.
¿Cómo la ve? ¿Cree usted que debiera sacrificarme por mi hijo y continuar soportando los carraspeos, la alergia al desdorante y a los gases?
Espero que haya disfrutado el cuatro de julio pasado sin los fuegos artificiales que espantan a los cachorritos.
Madonna
Respuesta
Madonna:
Leyendo tu cartita me acordé de una historia más vieja que las sillas, y que hablaba de una princesa noruega que encontró al príncipe azul que para ella no era tan azul ná, ya que tenía rasgos moros, es decir, un hermoso pelo ensortijado, una fastuosa piel color canela y sublime para bailar cha-cha-cha y bachata a oscuras. En otras palabras, soberbio, vital e imponente como Zhor.
Cuando la princesa, que era más blanca que la clara del huevo le vio, se asustó un poco y le preguntó si él era el criado de a quien ella esperaba, a lo que el príncipe que no era de sangre azul, sino más bien roja, respondió, “no tengo criado, ya que como no soy blanco, ningún pelafustán quiere trabajar para mi ya que lo consideran una afrenta.”
El príncipe que se parecía un poco en lo feo a Marc Anthony, era un excelente guerrero, cortés y hasta poeta. También era justo y quería mucho a los animales, especialmente a las tortugas.
La princesa que esperaba realmente a un príncipe azul apreciaba todo lo bueno del príncipe Chachínchín, que era el nombre de este noble, pero ella echaba de menos el pelo rubio y la cara de hostia de la gente de su raza. Finalmente lo rechazó y todavía sigue jamona, mientras que el príncipe Chanchínchín se casó con una dominicana, se dedicó a la política, y se hizo dueño de enormes caballerías y amplios territorios en un sector aledaño a la ciudad de Santo Domingo.
Bueno, esta historia quizás no pegue mucho con nada, pero debes tener cuidado con caer en generalizaciones con respecto a las razas. Imundo tiene hábitos que no son aceptados en nuestra cultura, pero que una mujer inteligente como tú y dado que este hombre está tan enamorado de tu espalda; puedes usar un sistema de modificación de conducta usados en las escuelas del que te doy un ejemplo.
Pon en la cocina de la casa un cartel con sus buenos y malos hábitos. Por ejemplo, es cortés, te atiende bien, trata bien a tu hijito, te da sobitos, etc.
En el de los malos comienza solamente con uno de los más desagradable y repulsivo (NO soplarse la nariz en la ducha sin pañuelo, costumbre también llamada “la del panadero” y que se introdujo en el Nuevo Mundo desde España en el siglo XVI por los marineros de Colón.) Esta debe ir en la parte superior de la lista y al lado derecho le dejas un espacio en blanco.
Cada vez que cometa la falta tú vas a la lista y le pones una carita de enojo de esas que venden en Walmart en la sección de los niños. Si poco a poco Imundo utiliza una toalla higiénica antes o después de la ducha para soplarse las fosas nasales, le pones al lado una carita alegre. Si sigue con la vieja costumbre, le pones una carita de enojo como la que pone Trump cada vez que le mencionan el seis de enero y las acusaciones de conspirador y sedicioso.
Al lograr tres caritas alegres, le das un premio de acuerdo a lo que le guste. En caso contrario le cortas las sesiones de cha-cha-cha de espaldas y las otras cucas monas.
Es posible que, con esto, tu príncipe mejore y venza los malos hábitos. Una vez que cambie una conducta sigues con la del desodorante y después con la de la ducha nocturna que me parece muy necesaria en personas adultas responsables. Lo de los gases, te sugeriría que consulten con un médico gastroenterólogo, aunque muchos consideran que eso y el eructo son sanos para una buena digestión, pero sin excederse. Zanganerías.
De todos modos, es muy importante que hablen de este tema antes del maltrimonio y comenzar con el cartelito, los hábitos malos, y los premios. Si Imundo compra la idea de las caritas, habrás ganado un 80% en lo de la lucha y de la ducha y te puedes casar.
Te deseo mucha suerte con tu príncipe, y no le dejes ir, ya que como están las cosas económicas y este lío con los republicanos, un esposo dentista que hace implantes, hummmmmmm$$$$. Sin embargo, no te conviertas en una mujer sumisa. Agrega en la lista de sin Imundo eso de que no se lava los pies ni se corta las unas y te deja las pantorrillas más rasguñadas que el abrazo del oso.
Tu tía que te quiere mucho.
Julia
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía Julia.
Estoy cansado de asar carne en el patio en el verano y que llegue gente papeadora que no aportan nada. Mi esposa invitó el pasado 4 de julio al hermano y a su esposa Miyoilka que a su vez trajo a su gemelo, la novia de éste y a tres sobrinas. Fue como un ataque de las langostas mencionadas por Don Brito y ya me cansé. ¡Ah! no trajeron ni pan. Gracias. Florencio de Hartford.