La acción del Tutor Académico es una figura reciente en México, que se inició en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), adscrita a la Universidad Abierta.
Es un componente clave para el desarrollo integral del alumno, le da coherencia al proceso formativo para que el estudiante cuente con el consejo y acompañamiento necesario en su proceso de formación en tres niveles de intervención: Alumno, Grupo Clase y en la Comunidad Educativa
Requiere de un Departamento de Orientación Vocacional de Tutoría Académica creativo con conocimiento multidisciplinario amplio y profundo de: ¿Que?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? y ¿Porqué? enseñar apoyado en estrategias de enseñanza aprendizaje, y apoyo curricular de material didáctico lúdico educativo para organizar su propia práctica docente pedagógica.
La orientación educativa es una actividad multidisciplinaria que se apoya en las Humanidades de la psicopedagogía, sociología.
La Orientación debe ser para todo el alumnado y no sólo para una parte (para los fracasados en la escolaridad, tampoco para los que presentan problemas de disciplina; etc.). No puede entenderse como una técnica destinada sólo a un grupo de alumnos. Su acción debe llegar a todos los alumnos de la escuela.
Aunque la Orientación surgió muy vinculada al mundo laboral, en nuestros días no se restringe su acción a este campo. Si fuera así, la acción de los orientadores y orientadoras se circunscribiría al alumnado de Educación Universitaria dejando fuera de su ámbito de intervención a todo el alumnado de Educación Infantil y Educación Primaria.
Debe ocuparse del alumno no como un ser fragmentado, sino como una totalidad y aplicarse a todos los aspectos del desarrollo del alumno. Aunque hoy se habla de ámbitos diversos de intervención como Orientación personal, escolar, familiar, vocacional.
En la práctica es obsoleto el uso indiscriminado de los tests como único instrumento que proporciona información acerca del alumno, se requiere motivar al alumnado para aprender a aprender, con metodología aplicada en los procesos de autodescubrimiento y autodesarrollo; en el que se reivindica la observación, los anecdotarios, los instrumentos sociométricos, el test tipificado, las reuniones para tratar casos individuales y los expedientes personales y no sólo debe estar entretejida con el programa de enseñanza, sino con todas aquellas actividades que se desarrollan habitualmente en un centro. (procedimientos disciplinarios, estudios de evaluación, actividades complementarias.
Es revelador el desconocimiento de estudiantes que no saben a lo que quieren dedicarse a futuro, ¿qué quieren estudiar?, si de verdad quieren seguir con sus estudios, el pensar que no son aptos para algo los hace desistir o viceversa el saber que son aptos para todo también es un conflicto porque no saben lo que de verdad les gusta más, en fin son muchos factores que influyen, también de que existe una gran deserción durante la carrera porque no les gusta o por la situación económica.
La raíz del problema, y es El gran reto de la Orientación Educativa consiste en la generalización de la intervención en los centros de Infantil y Primaria. Es necesario que cada uno de ellos cuente con profesionales especializados en este tipo de alumnos y que se creen los Departamento de Orientación como unidad organizativa que facilite la colaboración entre profesorado, orientadores y otros agentes que inciden en el apoyo externo a los centros escolares. No olvidemos que uno de los principios, que hemos visto, en Orientación Educativa es que ésta debe llegar a todo el alumnado y no sólo a un sector por muchas necesidades que éste tenga.
La función del orientador vocacional o tutor es enseñar a pensar desde la educación básica para aprender a ser, a vivir, a pensar y a decidir, dando respuesta al mismo tiempo a los alumnos con necesidades específicas.
¿Cómo elegir una carrera?
“¿Elegir qué carrera quiero estudiar ya? ¿Cómo? Si ni siquiera sé lo que quiero cenar esta noche”. Esta es la reacción de muchos estudiantes, otros muchos suelen quedarse el blanco o dar un listado tan largo de posibles carreras.
La toma de cualquier decisión, por difícil que sea, se hace más fácil si tenemos un plan. Es más simple tomar esta decisión en tres partes más manejables.
3 Fases para Elegir Carrera
- Conócete a ti mismo: Quieres elegir unos estudios y eventualmente una carrera profesional que te van a gustar. Entonces, lo primero es tener claro qué cosas valoras en un trabajo, qué tipo de actividades te gustan, en qué ambiente de trabajo te sentirías más a gusto… En fin, independientemente de la carrera que escojas, ¿qué tipo de actividades te gustan hacer, dónde, en qué condiciones, y con quién?
- La verdad es que tu carácter, tus gustos e intereses son aspectos que uno debe analizar a la hora de escoger una carrera. Algunas cosas que debes tener en cuenta son: Conocer tus características personales te permitirá confrontarlas con las alternativas de estudios y profesiones que puedes escoger.
Tu carácter. ¿Eres una persona abierta o introvertida? ¿Te gusta pensar o hacer? ¿Prefieres trabajar en equipo o a solas?
Tus fortalezas. Analízate desde la perspectiva de una empresa. ¿Cuáles son tus puntos fuertes. No pienses sólo en tus conocimientos técnicos. Igual de importantes son tus cualidades personales.
Tus debilidades. Trata de ver qué áreas deberías mejorar y qué aspectos podrían ser una barrera insalvable para una determinada carrera.
Piensa en qué asignaturas eres mejor. Da una pista sobre las carreras que te resultarán más fáciles o en las que podrías destacar.
Tus intereses y aficiones. A veces detrás de una afición hay una posible carrera profesional. Analiza tus hobbies, pueden ser una fuente de inspiración.
Tus valores. Para ti qué es más importante: ¿ayudar a los demás, tener un trabajo de prestigio, ganar mucho dinero, tener mucho tiempo libre o hacer algo que te gusta?¿cuáles son tus expectativas?.
Tus pasiones. Piensa en los momentos en que te hayas sentido completamente dedicado a lo que estabas haciendo, totalmente volcados en lo que estamos haciendo, echar horas y más horas no es un problema.
Piensa cómo sería tu trabajo ideal. Unos no soportan los trabajos dentro de una oficina, otros no aguantan el estrés, algunos prefieren un trabajo en el que no tienen que viajar… Piensa qué tipo de trabajo te gustaría hacer.
Haz una lista de cada una de los puntos anteriores y puntúa del 1 al 10 tus cualidades, tus gustos, incluso las diferentes asignaturas que tienes ahora en tus estudios.
Apóyate en algún test de evaluación. Hay tests que evalúan tus intereses y tu personalidad y sugieren carreras que podrían encajar bien contigo.
- Conoce tus opciones: Una vez que sepas el perfil de carrera y de trabajo que más te llenan de satisfacción, puedes empezar a buscar carreras que encajan en ese perfil. En esta fase del proceso, se trata de buscar el mayor número de opciones posibles. ¡No te limites! Seguramente descubrirás muchísimas opciones que ni siquiera sabías que existían. Hay que conocer la oferta:
Investiga. Hazte preguntas del siguiente tipo: ¿Estos estudios me gustarían? ¿Me veo estudiando esta carrera? Nadie puede querer estudiar o ser aquello que no conoce. ¿Sabías que Medicina, seguida de Enfermería y Magisterio en Educación Infantil fueron en el curso pasado las carreras más demandadas por los estudiantes?
Habla con el orientador de tu colegio o instituto. Tu orientador está ahí para informarte y orientarte sobre todas las opciones que tienes.
Aprovecha la experiencia de tus familiares y amigos. Utiliza tu red de contactos más cercanos para conseguir información de primera mano. Habla con tus padres, sus amigos y demás familiares para que te pongan en contacto con personas que se dedican a las carreras o profesiones que más te atraen.
Busca información especializada de la Profesión para enterarte del mundo laboral. Es aconsejable hablar con los estudiantes que estudian lo que tú quieres estudiar para saber cómo es la carrera. . Un porcentaje muy alto de estudiantes abandonan los estudios después del primer año, en bastantes ocasiones porque el centro en el que estudian no cumple con sus expectativas. Aunque siempre se puede rectificar, piensa que dedicar un poco de tiempo a investigar si la institución donde vas a estudiar encaja contigo, es una buena inversión.
Recopila la información sobre cada carrera que te atrae de manera sistemática: en qué consiste, duración, dificultad, salidas profesionales, centros donde puedes estudiarla… ¡No te quedes con dudas!
No te dejes influenciar por opiniones generales, Aunque es bueno escuchar a los demás, piensa que si a uno le ha ido bien o mal en una carrera es sólo un caso particular. Evita las generalizaciones.
Cuidado con las modas, sucede que una determinada carrera se pone de moda y todo el mundo quiere hacerla. Analiza bien si se trata de una carrera que realmente quieres hacer.
- Valora la oferta y decide: Ya con tu lista de posibles carreras en la mano, puedes empezar a valorarlas una por una.Tomar la decisión final será mucho más fácil. Es muy posible que a lo largo de tu camino profesional evolucionen algunos de tus gustos y objetivos.
La dificultad de la carrera. Mientras a algunos estudiantes no les importa hacer una carrera que suponga mucho esfuerzo, otros buscan una titulación fácil de sacar. Piensa cuánto esfuerzo estás dispuesto a dedicar.
El enfoque de los estudios. Hay estudios que tienen un enfoque muy práctico, mientras que en otros predomina la teoría. Piensa qué tipo de estudios encajan más con tus intereses.
Las prácticas. Hoy en día, las prácticas son una de las principales puertas de entrada al mercado laboral. Trata de escoger unos estudios que te aseguren una formación práctica.
La facilidad de encontrar un trabajo. Aunque el mercado es muy cambiante y nadie te puede garantizar un puesto de trabajo, es verdad que determinados estudios por su flexibilidad o alta preparación ofrecen más posibilidades de inserción laboral.
El plan de estudios. Parece que una carrera da igual donde se estudie, pero la realidad es que cambia muchísimo en función del programa académico de cada institución. Uno de los factores más importantes a la hora de elegir un centro es la calidad del programa académico que estás considerando. Te sugerimos no guiarte únicamente por la reputación del centro.
No todos los programas de una misma universidad tendrán la misma calidad, ni la misma reputación en el mundo laboral.
El prestigio. Habla con estudiantes que lo están cursando, y también con personas del sector donde quieres trabajar. Tendrás una visión de cómo está valorada la institución que ofrece lo que tú quieres estudiar.
Pregúntate ¿qué estudios me ayudarán a conseguir lo que quiero? primero debes pensar en qué es lo que quieres y luego analizar si los diferentes estudios que vas conociendo te ayudarán a conseguirlo. Si quieres trabajar resolviendo problemas informáticos a usuarios de Internet, quizás no necesitas estudiar Ingeniería Informática, sino un ciclo formativo de esta rama.
La filosofía, el profesorado, los recursos y organización de la institución educativa en la que te gustaría formarte, también es importante. Una vez que tengas claro qué tipo de estudios te interesan, este es un factor que debes tener muy en cuenta.
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