NORWALK.- El pasado viernes entre las 5:00PM y 7:00PM un grupo de activistas de la organización de defensa de los derechos de los inmigrantes conocida como Unidad Latina en Acción (ULA), vecinos y amigos de los esposos Víctor Sánchez y Keren Girón, ex trabajadores del restaurante Public Wine Bar SoNo, ubicado en 88 Washington Street, realizaron una protesta fuera del establecimiento en reclamo a una supuesta falta de pago salarial de varias semanas incluyendo las horas extras que asciende a diez mil dólares, a los esposos Sánchez y Keren Girón.
Acorde con Keren Girón de origen guatemalteco, ella y su esposo trabajaron por varios meses en el restaurante Public Wine Bar SoNo, propiedad de Henry López, nativo del Ecuador, quien en forma astuta lograba convencerlos para que sigan trabajando a pesar de que no les cumplía con el pago en forma regular, e incluso les dio un par de cheques que a la hora de cobrarlos no tuvieron fondos.
En el piquete de Unidad Latina en Acción, John Jairo Lugo, presidente de la organización y Laura García, activista comunitaria de Norwalk, con el megáfono en mano gritaban consignas pidiendo a Henry y a su hermana que paguen los salarios a Víctor y Keren, mientras algunos conductores de automotores tocaban sus bocinas en señal de apoyo a la protesta.
Para sorpresa de los comensales que circulaban por el sector de Washington Street en SoNo, un lugar turístico por excelencia de Norwalk, el restaurante estuvo cerrado al público durante la protesta. Shenny Lee, junto a su familia estacionó su camioneta blanca a pocos pasos del restaurante y al verlo cerrado decidió juntarse al plantón por unos instantes y luego caminar hacia el restaurante de la esquina.
Angel Ríos, puertorriqueño, en cambio, salió del restaurante contiguo al de Public Wine y decidió tomar una pancarta, la bocina y gritar junto con los de ULA consignas para que los dueños del establecimiento paguen a los esposos Sánchez-Girón, quienes aseguraron en una entrevista con el diario The Hour de Norwalk y con la Voz Hispana de Connecticut, que trabajaron varios meses entre 70 a 80 horas semanales sin que se les pague las horas extras establecidas por la ley.
Acorde con Keren Girón, cuando su esposo trabajaba para Public Wine se encontraba enfermo a consecuencia de una negligencia médica, sin embargo, el dueño, Don Henry no le daba permiso para ir al médico porque le decía que si dejaba de trabajar perdería mucho dinero.
Para subsanar la ausencia de su esposo a causa de la enfermedad Keren se ofreció a sustituirlo, pero, igualmente a ella tampoco le quiso dar permiso para ir a sus controles médicos en los meses que estuvo embarazada.
Estevan Restrepo, estudiante de una maestría en Trabajo Social en la Universidad de Yale, miembro de ULA, decidió tomar el caso como parte de un trabajo escolar para entender el comportamiento social de los inmigrantes trabajadores y explicó lo lamentable y sistemático es el abuso entre inmigrantes cuando el uno tiene más poder que el otro.
En cambio, John Jairo Lugo aseveró que ULA vendrá a plantarse las veces que sean necesarias afuera del restaurante mientras el dueño no pague lo que corresponde a sus trabajadores.
HENRY LOPEZ, DUEñO DEL RESTAURANTE RESPONDE
“¿Nunca imaginé que podrían decir que no les he pagado?”, dijo Henry López. Y aseguró que los esposos ganaban entre 800 a 900 dólares por semana por 45 horas de trabajo y que lo puede demostrar con los recibos del pay roll. Tampoco que trabajaron 70 a 80 horas semanales como ellos dijeron a la prensa, si no que Sánchez se quedaba después de trabajar en la barra del restaurante y como es un lugar público no lo podía correr.
López aseguró que no solamente pagó el salario a los esposos sino que hasta prestó dos mil dólares en efectivo y que para no perjudicarlo en sus finanzas porque tiene mucha familia que mantener decidió descontarlo 200 dólares semanales, pero solo lo hizo dos veces porque después decidieron salirse del trabajo.
“Les he ayudado mucho. Les dije que podían traer a los niños a la oficina para que jueguen mientras encuentran una niñera. No llegaban a tiempo…y ahora dicen que no les he pagado”. ¿Entonces?, La Voz Hispana le preguntó: ¿Si eran incompetentes, si no eran profesionales?, ¿Por qué les dio el trabajo tanto tiempo?, a lo que dijo: “porque en el tiempo de pandemia era muy difícil encontrar trabajadores y porque Víctor y yo éramos muy amigos por más de 20 años”.
Sobre los cheques sin fondos dados como pago salarial, admitió que si les dió pero que canceló ante el banco porque Sánchez le debe dinero de un préstamo, pero que dio el dinero en efectivo al empresario de la caja de cambios de cheques.
Por lo pronto, López sostuvo que ya se reunió con su abogado para que se haga cargo del cobro de la deuda y también que se reunirá con John Jairo Lugo para que ULA escuche su versión y no solo la de los esposos. “si quisiera que entre el Labor Department (Departamento de Trabajo) para que investigue porque yo tengo todo bajo orden. Tengo las tarjetas ponchadas de la hora y entrada al trabajo y los pay roll.