NEW CANAAN.- Cuando la Marcha por la Vida de Connecticut (March for Life) comenzó en Hartford el 22 de marzo, algunas de las voces más fuertes fueron de los participantes más jóvenes. A pesar del vuelco que dio la ley conocida como “Roe vs. Wade” el verano pasado, los jóvenes, especialmente las mujeres jóvenes, sienten la necesidad de continuar apoyando el movimiento pro-vida.
Christa Colaco, estudiante de primer año en la Academia Cardinal Kung en Stamford, se unió a miles de personas en la Marcha de Connecticut durante los últimos dos años. Aunque solo tiene 14 años, entiende la importancia de este evento. “Necesitamos mostrarle a Connecticut que aún lucharemos para terminar con el aborto. La gente que tiene el control necesita saber que nos importa”, dijo.
La presencia de los jóvenes tiene un impacto poderoso en la Marcha por la Vida, especialmente cuando aquellos que recién comienzan en la fuerza laboral toman tiempo libre de sus trabajos para asistir, dijo Clare Wagner, miembro de la Parroquia Saint Aloysius en New Canaan.
“Como recién graduada de la universidad que se está acostumbrando a una nueva vida adulta, sé lo importante que es ser fiel a sí misma y a mis creencias”, dijo. En la Marcha, veo a muchos otros que como yo creen en lo que hago e intentamos juntos prohibir la misma causa.
“Quiero que los adultos jóvenes sepan que nunca se es demasiado joven para tener una voz”, agregó Wagner. Ella creció valorando la vida desde la concepción hasta la muerte natural y sabiendo que el aborto es inherentemente malo.
“Creo en la vida desde un punto de vista religioso, pero nuestros padres también dijeron que la vida es un ‘derecho inalienable’”, repuso.
Aunque más joven que Wagner, Colaco tiene las mismas opiniones.
“A los estudiantes de secundaria les importa, incluso si no siempre hablan de eso”, dijo. “Una cosa es saber en tu corazón como católico que el aborto es moralmente malo, pero ir a la Marcha les muestra eso a otros jóvenes y les ayuda a entender la maldad detrás de esto”, explicó.
Habiendo crecido también con una mentalidad pro-vida, Rebecca Margolnick ha asistido tanto a la Marcha por la Vida en Washington, D.C. como a la Marcha de Connecticut para dar voz a aquellos que no la tienen.
“Es importante defender a los no nacidos que no pueden hablar por sí mismos”, dijo Margolnick, estudiante de tercer año en la Universidad del Sagrado Corazón en Fairfield (Sacred Heart University) “Aunque se anuló Roe vs. Wade, todavía ocurren abortos y creo que es imperativo marchar por los bebés que están en peligro”.
A muchos adultos jóvenes se les suele decir que, como próxima generación, son responsables de realizar cambios para mejorar la sociedad en la que vivimos.
“Se supone que debemos cambiar el mundo”, dijo Colaco, “pero si no lo estamos cambiando para mejor, ¿cuál es el punto? Necesitamos hacer un cambio real ahora”.
En la otra cara de la moneda, acorde con quienes están a favor del aborto y la decisión de la Corte Suprema que anula Roe v. Wade es considerado un ataque a los derechos humanos que aumentará la mortalidad materna e inspirará con fuerza contra el aborto en todo el mundo.
“La Corte Suprema ha tomado la decisión inconcebible de revocar el derecho constitucional al aborto de los Estados Unidos. Esta decisión atenta contra la agencia y la autonomía de las personas embarazadas. Se espera que resulte en un aumento de la mortalidad y las enfermedades maternas e infantiles, y aumente la posición de los Estados Unidos como uno de los países más peligrosos del mundo para dar a luz, especialmente para las personas negras, minorías e indígenas que experimentan las mayores barreras de acceso a servicios de salud de calidad.