Nuestro actual alcalde Luke Bronin deja la ciudad de Hartford con altas tasas de criminalidad, bajos ingresos, escuelas con bajo rendimiento y presupuestos limitados. Esto si consideramos factores tan sensibles como la seguridad, la educación, la limpieza, los asesinatos, venta de drogas y alcohol en las calles; el irrespeto a las señales de tránsito y el exceso de velocidad en las calles y varias cosas más. La ciudad es la menos deseable para vivir en todo el estado.
Hartford, es la cuarta ciudad más poblada de CT, hogar de 125,000 residentes sin contar los que han llegado recientemente producto de las migraciones ilegales que azota toda la nación desde todas partes del mundo. Varios informes, entre los cuales se incluyen 24/7 Wall st., House Grail y Upgrade Home, han nombrado a unanimidad a Hartford como la ciudad más indeseable para vivir. Citando datos del FBI del 2020, Hartford presenció 858 delitos violentos por cada 100,000 habitantes, asegurándose su estatus como la ciudad más peligrosa del estado y una de las más peligrosas del país y con un alto número de homicidios y delitos contra la propiedad, pleitos callejeros, mal vivir, alta contaminación sónica. Y por ahí pa’bajo. Algo así como el ingreso económico medio por hogar que sitúa a Hartford en la tasa de pobreza de 30.5% (de cada 100 habitantes 30 están desempleados). También la tasa de desempleo es del 7 %.
Del sistema de educación ni se hable. Deficiente en la tasa de graduación, solo 71% para el 2020. No hay entretenimiento culturales, recreacionales y deportivos ni se hable. Con todo este panorama, la vida en esta ciudad es de alto riesgo, es estresante, monótona, peligrosa para manejar y para salir a las calles en las noches porque su juventud ha sido dejada al abandono por falta de apoyo del gobierno local y estatal. En otras palabras, nuestra calidad de vida es muy baja.
A pesar de todo este panorama, Hartford es una ciudad resiliente con una rica historia y cultura. Tiene varias universidades y colegios famosos y prestigiosos y una población muy diversa. También posee ciudadanos honrados y trabajadores que se aglutinan en organizaciones comunitarias que trabajan para enfrentar esos desarraigos que empañan nuestra imagen. Así deja Luke Bronin esta ciudad, no hizo nada por la comunidad latina. La ciudad da pena y así se la deja a un nuevo alcalde que nadie conoce pero que resultó electo por la mayoría de los residentes. Ocho años de atraso, ocho años en la miseria, en la violencia, en el abandono. Hablando sinceramente él es capaz de decir, en su discurso de despedida, que deja al próximo alcalde una ciudad en las ruedas del desarrollo. ¿En serio Elvis? ¡Ya lo veras!