QUITO (AP) — Un grupo de unos 10 encapuchados con armas largas, cortas y explosivos irrumpió el martes en el canal TC Televisión de Ecuador durante la transmisión en directo y mantuvieron a algunos empleados contra el piso, luego de lo cual se oyeron gritos y varios disparos.
La situación en la sede del canal de Guayaquil, la ciudad más peligrosa del país, se tornó confusa con súplicas de “no disparen”, mientras los encapuchados gritaban e insultaban.
No hay confirmación oficial sobre heridos, en una jornada de violencia en el país que registró desde la madrugada al menos 30 ataque en nueve provincias, como motines carcelarios, explosiones de vehículos o secuestro de policías. La policía informó más tarde que hay 13 detenidos y no hay rehenes.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, había decretado un día antes, el lunes, el estado de excepción con toque de queda nocturno tras la presunta fuga de la cárcel de un cabecilla de una de las bandas más peligrosas que operan en el país.
Poco después de irrumpir en la emisión televisiva, se oían gemidos de dolor de una persona tras los disparos. Los agresores tenían en sus manos aparentes granadas y otros explosivos como tacos de dinamita, con los cuales amedrentaban a los trabajadores de ese medio.
La emisión duró algo más de 15 minutos antes de cortarse y en la pantalla se observaba inicialmente el set de televisión y luego lo que parecían las instalaciones internas del medio de comunicación.
“Ante el ingreso de delincuentes a las instalaciones de un medio de comunicación en GYE (Guayaquil) nuestras unidades especializadas se encuentran desplegadas en el lugar para atender esta emergencia”, publicó la policía en su cuenta en X, antes Twitter. Después informó de que se estaba evacuando el canal de televisión y de varias personas detenidas.
El canal de televisión Teleamazonas mostró más tarde a al menos tres presuntos encapuchados contra el piso mientras eran neutralizados por agentes.
El comandante de la policía, César Zapata, en declaraciones al canal Teleamazonas, dijo después que todos los “secuestradores que entraron al canal fueron detenidos, están neutralizados y estamos levantando las evidencias, el armamento y los explosivos con los que entraron”.
“Este acto es considerado como un acto de terrorismo”, expresó el mando policial y requirió a los jueces y la fiscalía actuar con contundencia.
Añadió que antes de someter a los encapuchados se “procedió a la negociación hasta lograr que los delincuentes se rindan”.
La jefa de redacción del noticiero, Alina Manrique, en declaraciones a The Associated Press, relató lo ocurrido: “Me pusieron un arma en la cabeza. He sufrido. Tengo pánico. Pensé en mi vida entera, en mis dos hijos”.
Cortada por el llanto señaló que “todo se vino abajo, hemos vivido el terror en vivo” y añadió que no sabía cuántos eran, “tal vez más de 20, llegaron fuertemente armados y decían que tenían bombas, que nos iban a matar”.
Según su relato, “la Policía ingresó a tratar de tomar el control” mientras estaban en el estudio central. “Los delincuentes —seis estaban allí en el set— les dijeron que se vayan o nos mataban. Yo solo lloraba del pánico. Al final, los delincuentes al verse acorralados entregaron las armas. Yo abracé al policía. Me dio la mano y me levanté del piso. Los otros delincuentes se fueron a ocultar a otras partes del canal. No se sabe a esta hora cuántos delincuentes quedan allí”, explicó Manrique.
Además, contó que “los delincuentes nos amenazaban como si fuera un show: las dinamitas y granadas… Enseñaban explosivos, así como sus armas largas. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo”.
Tras el ataque al canal de televisión, el presidente Noboa emitió un nuevo decreto declarando “conflicto armado interno” en el país, en el que señala que se movilizarán a las Fuerzas Armadas en el territorio nacional para luchar contra “el crimen organizado trasnacional, organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
En el decreto señala a varias de las bandas que operan en el país, como Los Lobos, los Choneros, los Tiguerones o los Águilas.
Boris Jiménez, director de cámaras de TC, afirmó a la AP que “ha sido un día de pánico, de terror” y que “nadie sabía lo que pasaba”. Relató que en el momento del suceso, “Todo fue confusión y caos; aún no asimilamos que fuimos rehenes, en nuestro propio trabajo, con una emisión de El Noticiero en vivo, de los delincuentes más contumaces, en uno de los sectores más importantes y emblemáticos de Guayaquil”.v