El 24 de mayo de 1994, el matrimonio de Sam y Wanda Rieger estaban de vacaciones en Aruba cuando al regresar a su hotel notaron la luz roja en su teléfono dejándoles saber que tenían una llamada.
Era un funcionario del Departamento de la Policía de Waterbury quien les hizo saber una noticia que cambió drásticamente sus vidas. Melanie de 19 años hija del matrimonio, había sido asesinada por José Crespo, ex novio de la joven. Este sujeto había invadido el hogar de la familia, estranguló a la joven, metió el cuerpo en el bolso de hockey del hijo del matrimonio y escondió el cuerpo en una bodega.
El sujeto fue arrestado y acusado del crimen llevado a cabo con premeditación, sobreseguro, crueldad y alevosía.
El juicio y la serie de audiencias fueron para los padres de la víctima eventos traumatizantes debido a que los fiscales expusieron ante el juez fotos y dibujos con imágenes fatídicas de la acción criminal de Crespo afectando profundamente a los padres de Melanie.
Finalmente, después de varias apelaciones, el asesino fue condenado en 1996 a 60 años en prisión.
Durante treinta años los padres dijeron que han revivido día a día la perdida de su hija quien se caracterizaba por hacer el bien a otros y pensaba estudiar psicología o trabajo social. Sin embargo, hace algunas semanas, el matrimonio recibió una carta informándoles que el caso de José Crespo regresaba a la Corte ya que había solicitado una “modificación de sus sentencia.”
Este procedimiento, en el caso de ser aprobado en la Corte, permitiría que el homicida lograra que le acortaran la sentencia de 60 años a solamente 30 teniendo la posibilidad de salir en libertad en las próximas semanas.
La noticia ha hecho revivir en el matrimonio Rieger los recuerdos del caso del asesinato de su hija que de no haber sido cruelmente ultimada tendría ahora 50 años, se habría casado y tendría sus propios hijos y su familia.
De acuerdo a Jessica Pinazzo, directora del servicio para victimas de la organización sin fines de lucro Sobrevivientes de Homicidios basada en Wethersfield, la situación emocional de los padres de Melanie es la típica reacción de los ecos del trauma de familiares de las víctimas.
“La modificación de sentencia acarrea el revivir una enorme cantidad de dolor y trauma para los sobrevivientes,” dijo Pinazzo a la prensa.
Ahora los progenitores de Melanie conscientes de que el estrangulador de su hija estaría libre, temen por sus nietos y por ellos mismos.
“Asumen que, si José Crespo sale en libertad, estará irritado por haber servido 30 años de su vida en prisión y ya los conoce porque estuvieron en cada audiencia de este doloroso proceso y temen venganzas o represalias,” dijo la abogada de los sobrevivientes de victimas de crímenes.
Los padres de Melanie tienen ahora 78 y 81 años respectivamente. Wanda Rieger, la madre de Melanie informó que, aunque la solicitud de Crespo por una sentencia modificada no fuese aceptada, podría entonces solicitar una conmutación de la sentencia ante la Junta de Perdones de Connecticut y saldría en libertad.
Los integrantes de esta Junta han recibido ácidas reacciones y críticas por parte de la opinión pública y de los sobrevivientes de las víctimas de criminales porque permitió un récord de 71 encarcelados que lograron una reducción de sentencias, incluidos 44 sujetos convictos por homicidios.
José Crespo está sirviendo su sentencia en New Hampshire donde fue transferido desde una institución correccional en Connecticut.
El proceso de modificación de sentencia tendrá lugar el 5 de junio en la Corte Superior de Waterbury y los padres y familiares de Melanie Rieger estarán presentes en las audiencias, conjuntamente con otros sobrevivientes de víctimas de asesinatos.