DESCUIDO EN EL CUIDADO ESPIRITUAL DE LA FAMILIA.
El mayor porcentaje de matrimonios consolidan su unión legal con un compromiso eclesiástico, donde todos aceptamos que Dios sea el centro de nuestro hogar.
En muchos matrimonios esto solo es un ritual porque las familias de ambos son católicos, evangélicos, etc., y pues les hacen énfasis en la importancia de un matrimonio eclesiástico. El punto es que lo único de espiritual fue la boda, pues de allí en adelante no se volvió a mencionar a Dios en esos hogares.
Los valores espirituales sirven para fortaleza en tiempos difíciles, para la formación de los hijos y para recibir las bendiciones de parte de Dios. Un enemigo que atenta ahora es el secularismo y el humanismo, que ha dejado a Dios de lado y exalta el egocentrismo y el hedonismo.
Padres de familia, es bueno volverse a los valores tradicionales, a la enseñanza de la Palabra de Dios. Ese es el mejor legado que podemos dejarles a las nuevas generaciones. Por hoy que tengan una semana de éxito. Seguiremos con el tema si resulta ser de su aceptación.
LUCHA DE PODER EN LA PAREJA.
Es un enemigo muy peligroso y las parejas no quieren confrontarlo, porque, por lo general, se ha perdido la capacidad de diálogo y negociación. Este enemigo está provocando mucha desintegración familiar en nuestra sociedad.
LAS MALAS INFLUENCIAS
La sociedad actual es muy presionarte para buscar espacios de esparcimiento con amistades de antaño o compañeros de trabajo. Creo que luego de una semana laboral intensa todos merecemos un tiempo de relajamiento el fin de semana.
El problema de esto es que se ha vuelto muy común las salidas “con los amigos”, las amigas”, excluyendo a la pareja. Este tiempo de socializar provoca malestar en el otro miembro de la pareja, porque por lo general es excluido(a), además de que son gastos que desequilibran el presupuesto familiar.
Ustedes podrán decir “que exagerado el amigo”. Solo trato de exponer que este es otro enemigo del hogar, porque las malas compañías echan a perder los valores y las buenas costumbres de la familia. (Espero terminar con unos 3 aspectos más).
EL ORGULLO Y LA FALTA DE PERDÓN.
La vida cotidiana de la pareja presenta muchas situaciones que pueden provocar malestar, enojo, frustraciones e incluso la ruptura del compromiso marital. Las diferencias de carácter, la perdida de la comunicación, la infidelidad (de cualquiera de los dos), la desconfianza en el manejo de la finanza, etc., dañan el ambiente de armonía y pueden llevar hasta la separación y el divorcio.
El peligro que quiero enfatizar es que somos muy orgullosos y se nos hace difícil reconocer que hemos fallado y mucho más difícil pensar en perdonar al que ha hecho algo en contra de la relación. El cristianismo es la única religión que tiene el PERDON como doctrina fundamental, ya que está ligado a otro concepto clave que es el AMOR.
Nadie está exento de cometer errores, y muchas veces muy graves, pero la Biblia nos dice en Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros”. ¿Que si es posible perdonar? Si. Pero se hace necesario dejar el orgullo y el enojo a un lado y permitir que el amor de Dios nos haga aceptar y ver con ojos de misericordia al que ha fallado.
No permitamos que el orgullo y la falta de perdón rompan la armonía en nuestros hogares.
Aun los hijos deben ser enseñados a perdonarse entre ellos. FELIZ DIA.
LA MENTIRA Y EL ENGAÑO
En muchos hogares existen los “secretos de familia”. Son hechos o situaciones que se le esconden a algunos miembros, que cuando al final se saben, causan más daño que si lo hubieran dicho desde el principio. Muchas madres le esconden al esposo algunas conductas de su hijo o hija adolescente “para no preocuparlo” o porque “es muy enojado y va a actuar en forma violenta”. El engaño y la mentira son formas de comunicación muy frecuentes, que los niños rápidamente las aprenden y las practican.
Hemos tenido la oportunidad de trabajar con adolescentes en una crisis depresiva, de rebeldía, de identidad, al darse cuenta que es adoptado, que su familia nunca se lo dijo y que se dio cuenta de la peor manera y de parte de la persona menos indicada. En otros casos hemos sabido de hijos que ya mayores se dan cuenta que su tío biológico no es su tío, sino que su padre.
Este enemigo es muy común y está muy arraigado en las familias. La Biblia nos reta a “hablar siempre la verdad cada uno con su prójimo” y “sea vuestro decir si, si, no, no”. El doble mensaje o la doble comunicación siempre traerá dolor y desengaño en las familias.
LA PEREZA Y EL CONFORMISMO.
Hay una gran diferencia entre ser pobre y ser perezoso y conformista. El libro de Proverbios de la Biblia hace un retrato bien claro de este enemigo. Proverbios 24: 30-34 “Pase junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida…un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir.
Así vendrá como caminante tu necesidad y tu pobreza como hombre armado”
La pobreza va de la mano con el conformismo y la pereza. Hay hogares donde se nota que no hay interés de mejorar. Hombres o mujeres que pasan desempleados por mucho tiempo, no tanto porque no haya una oportunidad, sino que simplemente no desean trabajar. Por otro lado, hay mujeres que prefieren tener a su pareja en casa, aunque sean ellas las que sostengan el hogar. He sabido de esposas que mientras sus esposos están en casa desempleados no hay conflictos, solo es que salgan a trabajar y se vuelven conflictivas. Hay personas que andan buscando trabajo, pero rogando a Dios que no encuentren uno.