Tía Julia:
Tengo problemas texteando porque temo chavarme las uñas recién pintadas, pero este tema es urgente y grave, tanto como los intentos de asesinatos en la calle Park que suceden todos los días y el reciente acaecido a Trump en Milwaukee más extraño que un gato con hombros.
Conocí a Florencio en Connecticut y me pareció un hombre increíble con mandíbulas varoniles, orejas normales, un cuello de atleta y piernas largas y peludas. Su voz era ronca sin que tuviese catarro y cuando me abrazaba yo recordaba una canción que tarareaba mi abuelita Pancha que usted recordará y cuyo corrillo era “mami yo no sé lo que quiere el negro…” Yo ya sé lo que deseaba y en eso nos llevamos muy bien, pero hay otro problema.
Recién enamorándonos, noté que cada vez que viajábamos a la playa, el casino o a Nueva York, Florencio detenía tres o cuatro veces el automóvil en plena carretera para chequear los neumáticos. Esto me preocupaba porque anda tanto loco en yodado corriendo a 90 por las carreteras que pueden atropellar a una persona como ha sucedido en las carreteras de Southington. También noté que cuando bajaba, exponiendo su vida en áreas boscosas donde puede haber osos, se bajaba con un termo.
Finalmente descubrí su secreto y el reconoció el problema.
Florencio a quien en la universidad los profesores gringos le llamaban Flourinciou tenía problemas para controlar sus deseos intensos de orinar.
Allí me di cuenta por qué siempre usaba pantalones bien negros y ahora en verano short más oscuros que el asterisco y sufre de la obsesión de perfumar el Nissan Rogue 2020 con unas esencias que venden los jordanos en algunos Mobil o Shells que huelen a camello sudado.
También y para casos de suma emergencia y no había baños o DD disponibles, usaba un dispositivo de protección como el de nosotras en “aquellos días” en el área eliminadora, que le aumentaba el tamaño del paquete y que no se quitaba ni con el traje de baños lo cual atraía la mirada de esas tipas sinvergüenzas que andan velando.
Afortunadamente no hemos tenido problemas todavía cuando yacemos en el motel “Matre Plus” en la salida 62 de Farmington, pero a menudo se levanta debido a su necesidad rompiendo el romance. Como ya tenemos más confianza que Adán y Eva, le he sugerido ver a médicos especialistas que cubren los seguros para que le examinen porque a veces debe correr a los estacionamientos y evacuar entre los carros.
Un día en un apuro le mojó el tapabarros a una señora que tenia un Mercedes Benz quien le acusó de degenerado, vándalo y le llamó a la policía recibiendo un tique por alterar la paz.
Tía, ya estoy cansada de repetirle mi humilde consejo, pero estoy cansada de que ande cargando el termo y bajándose en la carretera a “examinar los neumáticos.” Este hecho fisiológico se interpone en planes futuros de matremonio que ya teníamos fecha para el otoño.
Cuídese usted y los muchachos de la Voz por las olas de calor más intenso que el guatero del diablo y las tormentas con rayos que le producen a Floridor ansiedad y le obligan a usar el termo en el mismo automóvil lo cual les quita intensidad a nuestros romances.
Se le saluda,
Margot
Querida sobrina Margot,
El texteo no estuvo mal y te expresas con claridad en cuanto al problema de Floridor que ahora es también tu problema. Como se ve que ya descubriste lo que quería el negro y entre él y tú hay ya mucha confianza, tienes el derecho a exigirle que no sea tan zanahoria, como dicen los colombianos refiriéndose a porfiados y ponérsela clara y precisa: o vas al urólogo para que te examine los canales renales y le tantee lo otro, aunque quizás Florencio tenga miedo de perder la virginidad; o acabamos esta amistad profunda que nos llevaba al matrimonio.
Hasta ahora sobrina has tenido más paciencia que la esposa de Donald Trump quien ya no duerme con él, pero todos los problemas tienen solución.
Te recuerdo que cuando las personas no lidian con el impulso intenso de orinar, cuestión que les sucede a los maestros de escuela a quienes se les prohíbe abandonar el salón de clases, las presiones se trasladan al intestino y al área rectal precipitando el número 2.
Margot te hablo con franqueza porque Floridor es un tipo cabezón es decir tan testarudo como el presidente Biden y a la larga te producirá ansiedad y no podrá llevarte a países que requieran viajes internacionales porque deberán sentarse cerca de los servicios higiénicos y maniobrar con el termo.
Detén todos los arreglos para el matrimonio hasta que el hombre vea a los médicos o a un consejero porque Floridor pudiese estar afectado por un trauma infantil. Todos estos asuntos de salud deben resolverse antes del matrimonio.
Eso de que no se lleva bien con los médicos por aquella experiencia en Bayamón cuando un facultativo con mal talante le pidió de mala manera que sacara la lengua y se indignó porque creyó que Floridor le había sacado la lengua con burla, no me parece un excusa plausible.
Espero que resuelvas el tema de un modo positivo, pero no des tu brazo a torcer porque a la larga duele.
Tu tía, Julia