AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — El fiscal general de Texas Ken Paxton se hallaba el jueves al borde de un juicio político luego de años de escándalos, cargos penales y acusaciones de corrupción ante los que la mayoría republicana del estado había guardado silencio, hasta ahora.
En una decisión unánime, una comisión investigadora de la Cámara de Representantes estatal de mayoría republicana que había estado indagando discretamente a Paxton durante meses recomendó llevar a juicio político al fiscal de mayor rango de Texas por 20 cargos, incluidos sobornos, incapacidad para el cargo y abuso de la confianza pública. El pleno de la cámara baja del estado podría votar sobre la recomendación a partir de mañana. Si se aprueba el juicio político, Paxton se vería obligado a dejar el cargo de inmediato.
La medida significaría una caída notablemente repentina para uno de los combatientes judiciales más reconocidos del Partido Republicano, quien en 2020 solicitó a la Corte Suprema que revirtiera el triunfo del presidente Joe Biden. En sus casi 200 años de historia, Texas sólo ha abierto juicios políticos contra dos funcionarios.
MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — La muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis y las protestas que estallaron en respuesta en todo el mundo parecieron para muchos observadores el catalizador necesario para una resolución nacional sobre el racismo en la policía.
Durante más de nueve minutos, un policía blanco presionó su rodilla contra el cuello de Floyd, un hombre de raza negra que decía con dificultad: “No puedo respirar”, las cuales también fueron las últimas palabras de Eric Garner en 2014. Las imágenes del video del asesinato de Floyd, el 25 de mayo de 2020, fueron tan impactantes que las exigencias de un cambio llegaron de todo Estados Unidos.
Pero en medio de la mortífera pandemia de coronavirus, la incertidumbre económica y unas elecciones presidenciales estadounidenses divisorias, 2020 terminó sin el tipo de reformas policiales importantes que muchos esperaban y otros temían. Luego, 2021 y 2022 tampoco rindieron mucho progreso.
Ahora, tres años después del asesinato de Floyd, los proponentes de medidas federales —como prohibir las llaves de estrangulamiento y cambiar las llamadas protecciones de inmunidad calificada para las agencias policiales— aún esperan señales de cambio. La muerte a golpes de Tyre Nichols a manos de policías de Memphis a principios de enero dejó al descubierto todo el tiempo que podría tomar.
Ayanna Pressley, representante demócrata de Massachusetts, dijo durante una conferencia de prensa reciente convocada por un colectivo Black Lives Matter que no ve evidencia de “justicia racial”.
“No juego con palabras como ‘justicia’”, dijo Pressley. “Eso tiene que ser algo de proporciones épicas. Y ciertamente no hemos visto una respuesta al linchamiento, la asfixia, la brutalidad, el asesinato de personas negras”.
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DESDE 2020, ¿QUÉ HA PASADO EN MINNEAPOLIS?
Poco después del asesinato de Floyd, Minneapolis adoptó una serie de cambios, incluida la prohibición de usar llaves de estrangulamiento y restricciones en el cuello, y requerimientos de que los agentes traten de impedir que sus compañeros usen la fuerza de manera inapropiada. Los legisladores de Minnesota aprobaron apenas este mes paquetes de rendición de cuentas policial en el estado en 2020 y en 2021, así como restricciones estrictas sobre las órdenes de arresto sin llamar antes a la puerta.