“¡Tengan cuidado con lo que dicen!, ¡tengan cuidado con lo que hacen! Y no se dejen estafar de “scamps” propagandas falsas”, dice William Tong, fiscal general de Connecticut
STAMFORD.- El Centro Comunitario del inmigrante conocido como “Building One Community”, presentó con casa llena en la Biblioteca Pública Ferguson, a las autoridades de la ciudad y a William Tong, Fiscal del Estado; para hablar de las medidas de seguridad que el Gobierno de Connecticut dispone, ante las amenazas de deportación a inmigrantes indocumentados, dichas en campaña por Trump y ratificadas en los medios de comunicación hace un par de días al mencionar que Tom Homan, un ex trabajador de ICE de la agencia de Inmigración y Aduanas (Immigration and Customs Enforcement), será el segundo al mando de la agencia del control fronterizo; un personaje obscuro que asesoró en las deportaciones masivas de Obama y el suyo.
“Seis años atrás fuimos a defender a Connecticut de Trump, hoy seis años después, ¡increíblemente! volvemos a ese mismo lugar… ¡No hemos aprendido nada!”, dijo el Contralor del Estado William Tong; quien narró que sus padres fueron inmigrantes indocumentados originarios de la China, dueños de un restaurante y que cuando Trump dijo en su campaña que los haitianos comían mascotas, recordó como en su niñez y adolescencia los niños de su escuela se burlaban de él porque también creían que ellos (su familia china) comían mascotas.
“Cada vez que el presidente Trump decía esas cosas contra los inmigrantes indocumentados pensaba en ese niño que era y creía que me repetía a mí”, dijo para luego corroborar esto: “Mi mejor consejo para los inmigrantes indocumentados es que no se expongan. Estén viviendo tranquilos y no se dejen estafar de abogados o de “scamps” (propagandas falsas) que les dicen que les van a ayudar a resolver su caso de Inmigración.
Enseguida, Caroline Simmons, alcaldesa de la ciudad, ante la pregunta sobre la amenaza de Trump de cortar los fondos federales a las ciudades santuarios, dijo: “Stamford técnicamente NO es una Ciudad Santuario, pero si es una ciudad de bienvenida para todos los inmigrantes del mundo”, y dijo que se siente orgullosa de su diversidad. Habló de que sus residentes hablan sesenta idiomas y que protegerán a la comunidad LGTB porqué así manda la Constitución, ante las agresiones de Trump a la comunidad transgénero.
El jefe de la Policía, Timothy Shaw, indicó que sus oficiales jamás preguntan por el estatus migratorio de sus residentes y que las víctimas de crímenes aun siendo indocumentadas, deben sentirse seguras llamando al 911 para recibir protección. Esto en alusión a la posibilidad de que Trump quiera que la policía se transforme en agentes para ayudar a la oficina de inmigración; petición que en Connecticut no puede hacerse porque existe la ley conocida como el Acta de Confianza (Trust Act).
Tamu Lucero, Superintendente de Educación, insistió que los niños indocumentados solo por el hecho de residir en la ciudad, tienen derecho a la educación y que el hostigamiento hoy conocido popularmente como bullying hecho a un niño indocumentado, debe ser denunciado; aunque también se pidió a los padres acompañar a las escuelas en la educación sin miedo para evitar que los niños indocumentados sean hostigadores porque estarían en la mira de los delitos y recordó que hay una Oficina de Acogida a los Inmigrantes en manos de Juan Pazmiño, un inmigrante ecuatoriano y psicólogo clínico de profesión, que está trabajando arduamente en la educación y la bienvenida de los estudiantes recién llegados y sus familias.
Los asistentes y los residentes de Stamford reaccionaron escuchando atentamente a las autoridades en la Biblioteca Ferguson que hablaron sobre la protección de las personas indocumentadas de Connecticut y muchas preguntas se quedaron sin responder por falta de tiempo.
El fiscal general de Connecticut, William Tong, aseguró que el Estado hará lo que pueda para proteger a las aproximadamente más de 100.000 personas indocumentadas que viven en Connecticut, mientras el Gobierno Federal se prepara para una ola de deportaciones federales.
“Va a ser y es la política del estado de Connecticut honrar, respetar, proteger y defender a los inmigrantes y a las familias inmigrantes, y eso es exactamente lo que vamos a hacer. Connecticut es un Estado Soberano”, dijo Tong, mientras explicaba los posibles próximos pasos del presidente electo Donald Trump, quien se postuló con una agenda antiinmigrante.
Tong dijo que el estado intentaría contraatacar con una combinación de esfuerzos legales con otros fiscales generales estatales y presión pública.
Y aunque los funcionarios locales dicen que están comprometidos a proteger a los inmigrantes indocumentados, también admiten que el gobierno federal tiene muchos recursos a su disposición.
Tong y las autoridades de Stamford dijeron que no cooperarán con las redadas federales, excepto por delitos violentos y pidió a la comunidad indocumentada que mantengan un perfil bajo. “Tengan cuidado con lo que dicen, tengan cuidado con lo que hacen”, remarcó.
La alcaldesa Simmons, sostuvo que tiene confianza en que el gobernador Ned Lamont seguirá apoyándolos. “Tengo plena confianza en nuestro gobernador en que quiere mantener a salvo a la gente de Connecticut”. Y repuso estar optimista porque según informes anteriores de NPR, el primer mandato de Trump en realidad condujo a menos deportaciones en comparación con su predecesor, el presidente demócrata Barack Obama.
El ICE carecía de la mano de obra para superar esa cifra, y los desafíos logísticos de deportar rápidamente a los aproximadamente 11 millones de personas indocumentadas que viven en los Estados Unidos serán enormes. Pero la administración entrante de Trump ha dado señales de un esfuerzo más concertado para deportar a los inmigrantes indocumentados.
Eso no tiene en cuenta los desafíos legales y el potencial de protesta pública. Tong contó un incidente en Farmington durante el primer mandato de Trump, donde una familia china indocumentada se enfrentó a la deportación. El ICE cedió, dijo, después de que el entonces gobernador Dannel Molloy los presionara para evitar la deportación.